El director y guionista Wim Wenders (Paris-Texas, Buena Vista Social Club) grabó en 2003 el documental ganador de un Emmy, «Soul of a man» para la serie The Blues producida por Martin Scorsese. Ahí recuperaron, de manera magistral, la figura de un bluesman único, JB Lenoir. Si alguien puso música y voz a las luchas sociales de los 50-60 ese fue JB Lenoir. La falta de reconocimiento que el nombre de Lenoir merece, y que este documental pone en su sitio, tiene como origen la denuncia política explícita de sus canciones.
No será el único bluesman comprometido con el Movimiento por los Derechos Civiles, por supuesto, pero sí el más claro y contundente. En los años donde más se perseguía la disidencia política, Lenoir puso voz al medio millón de jóvenes pobres y de minorías raciales que engrosaron la primera línea en la Guerra de Corea, mientras que los jóvenes de clase media-alta eludían fácilmente el Servicio Militar Obligatorio. El ejército americano llegó a estar compuesto por un 31% de soldados de Raza Negra cuando estos solo representaban el 11% de la población. JB Lenoir plasmó esta injusticia en los temas «Korea Blues», «I’m in Korea» o la posterior «Vietnam Blues». En todas estas canciones, además, se respiraba una crítica velada a la política exterior estadounidense.
Su influencia en músicos posteriores empieza en el propio Mayall, que no perdía ocasión en reconocerle a Lenoir que escribiera sobre Corea, ya que Mayall con 18 años fue reclutado junto a otros 100.000 jóvenes británicos para servir en esa guerra. Durante la gira de su 80 cumpleaños le recordaba en una entrevista en The Guardian, diciendo que «la realidad que vivia JB Lenoir la reflejaba en sus canciones. Cuestiones raciales en su mayoría; pero también habló de mí, de lo que me pasó en aquellos años, porque yo estuve en la Guerra de Corea” y le consideraba su principal influencia a la hora de transmitir el Blues: “escribir canciones que reflejan la realidad forma parte de lo que hace el Blues. Y en eso, el bluesman JB Lenoir fue el más importante».
Si alguien puso música y voz a las luchas sociales ese fue JB Lenoir.
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Represión

En EE.UU. se desataba el Pánico Rojo, la «Caza de brujas» del senador McCarthy, que dirigió, entre 1950-1956, el Comité de Actividades Antiamericanas. Las acusaciones infundadas, denuncias, interrogatorios, procesos irregulares y las listas negras contra personas sospechosas de ser comunistas, golpearon especialmente en el Cine, el Blues-Jazz, la novela negra y los Cómics, los cuatro pilares de la Cultura Popular Norteamericana.
En el Comics Code Authority, a semejanza del Codigo Hays que para el cine se estableció en 1934, aseguraba un puritano contenido moral y en los hechos censuraba qué se podía ver y qué no. Y en el terreno laboral, se aplicaba con total virulencia la ley antisindical Taft-Hartley de 1947, que estranguló la unidad y solidaridad entre los trabajadores y debilitó al extremo sus sindicatos.
Sus canciones no pudieron ser publicadas hasta 30 años después
En el Blues se persigue también toda sospecha de propaganda comunista, incluso que empezara a identificarse la lucha por los derechos civiles de la comunidad negra con la lucha por la justicia social y el socialismo. Así, en el 54, JB Lenoir fue forzado a regrabar su canción «Eisenhower Blues» y cambiarle el título y la parte de la letra que hacía referencia al presidente de los USA. Por otro lado, la música Folk que siempre se identificó con asociaciones izquierdistas, fue duramente reprimida y pasó a la clandestinidad. Solo un puñado de artistas lanzaron discos, pero fueron excluidos de los medios tradicionales. Artistas como Pete Seeger acabaron actuando en escuelas y campamentos de verano. Solo con la llegada de Bob Dylan en los años 60 encontraría un nuevo resurgir.
Tras el McArthismo, la censura tomó formas menos abyectas pero igual de despreciables. En 1965, JB Lenoir realiza una gira por Reino Unido y graba una serie de canciones con gran contenido político para su lanzamiento en Europa, apoyado y acompañado por el gran Willie Dixon. En ese momento álgido y tras un accidente, JB fallece. Esas canciones no pudieron ser publicadas en ese momento en los Estados Unidos por ser consideradas subversivas. Tuvieron que pasar 30 años para que ese material se editara en EE.UU.
Mayall, cuya voz de falsete recuerda al tono agudo de Lenoir, rindió homenaje al bluesman caído en el tema «I’m Gonna Fight for You, JB» («Yo lucharé por ti JB»), una promesa que como sabemos cumplió.