Iñigo Errejón, portavoz parlamentario de Sumar y una de las máximas figuras de Más País, anunciaba por sorpresa su dimisión en el mediodía de ayer, con un comunicado en el que decía que abandonaba la política por razones de salud mental.
El estupor cundió en todos los grupos políticos, en especial entre sus compañeros de coalición y de gobierno, pero con el paso de las horas las «razones» esgrimidas por Errejón quedaron en evidencia al conocerse las revelaciones en Instagram de la periodista Cristina Fallarás, quien un día antes puso letra a la denuncia anónima de una mujer que narraba los episodios de violencia machista a manos de “un político que vive en Madrid”. Este político -al que la mujer acusa de ser «un maltratador psicológico, un verdadero psicópata y un monstruo”- no era otro que Iñigo Errejón.
Fallarás asegura haber recibido el testimonio de, al menos, otras ocho mujeres que describían también supuestos episodios de abuso de poder y maltrato psicológico por parte del político.
.
Con las víctimas, siempre
«Que se haga justicia, aunque se caiga el cielo», clamaba Séneca en su obra De la Ira. Así sea.
La valiente denuncia de Cristina Fallarás ha abierto una espita incontenible. Hasta una decena de mujeres han salido en cascada a denunciar en las redes sociales los abusos y violencias machistas sufridos a manos de Errejón. La Policía investiga a Errejón por tres supuestos episodios de violencia sexual, entre ellas la denuncia presentada por la actriz y presentadora de televisión Elisa Mouliaá.
Ahora se sabe que Errejón ha publicado su carta de dimisión dos días después de que Sumar abriese una investigación interna a raíz de acusaciones vertidas en redes sociales contra él. Pero se ha revelado que el runrún sobre los comportamientos de Errejón venía de lejos -desde hace un año o más- y muchos se preguntan qué sabían en Sumar y por qué nos se actuó antes.
Desde estas páginas estamos con las víctimas de las violencias machistas, siempre. Estamos con las mujeres que han sufrido los presuntos abusos y agresiones por parte de Iñigo Errejón.
Apoyamos la valentía periodística de Cristina Fallarás, y de todos los profesionales que se lancen a indagar para dar a conocer la verdad de este asunto.
Los hechos deben investigarse hasta el fondo, en el ámbito periodístico y en el judicial. Y deben depurarse responsabilidades políticas.
Todos los partidos políticos, y mucho más los que -como en el caso de Sumar- están profundamente comprometidos con la causa feminista y contra las violencias machistas, deben tomar medidas para identificar, aislar y perseguir inmediatamente este tipo de comportamientos.
Este es el mejor servicio que se puede hacer en la lucha por los derechos de las mujeres, en la lucha por erradicar los comportamientos y abusos machistas.
Con la verdad, y con la víctimas, siempre.
Rodolfo dice:
Que Íñigo Errejon es un ser detestable y un depredador sexual está claro y que lo más importante es ponerse al lado de las vícitimas, también. Pero las preguntas son:
* ¿Por qué sale justamente ahora estea información a la luz?
* ¿No lo podían haber resuelto internamente el asunto en Sumar o en Más Madrid hace unos años?
* ¿Es Cristina Fallarás la gran defensora de las mujeres indefensas? Por lo que sé, esta periodista fue la directora de El Mundo en Cataluña. El periódico de Pedro J. Ramírez que se dedicó a sacar los dosieres del CESID sobre corrupción en los años 90 que hicieron caer a los gobiernos de Felipe Gonzalez. No eran unos santos, precisamente, pero ese periódico tuvo acceso a información reservada, para permitir la llegada del PP de José María Aznar al poder, que era lo que le interesaba a los Estados Unidos en aquel momento.
* ¿Es todo esto, airear los trapos sucios de Errejon, un golpe a la línea de flotación de Sumar, a la izquierda que está a la izquierda del PSOE y a la posibilidad de que no se vuelva a reeditar un gobierno de coalición de izquierdas en este país?
Estas son las preguntas que me gustaría que resolviera el De Verdad, tan perspicaz, en otros momentos, en asuntos de este tipo.
Doli dice:
Que se haga justicia aunque se caiga el cielo, tan breve y tan bien expresado
Rebeca dice:
vamos a ver no era de más Madrid era de sumar
y bueno como mujer el artículo digo que no dice nada
Chao