¡Como caí­do del cielo!

La quiebra y cierre de Air Comet, compañí­a aérea del presidente de la CEOE, Gerardo Dí­az Ferrán, dejando miles de pasajeros, inmigrantes hispanos sobre todo, hombres, mujeres y niños, apresados en el aeropuerto de Madrid en plenas fiestas navideñas tení­a todos los ingredientes para convertir al presidente de la patronal en el prototipo de empresario sin escrúpulos, de «los que se aprovechan de la crisis».

Justo cuando entre las clases opulares empieza a abrirse paso la línea de colocar a la gran banca, con Botín a la cabeza, como los principales responsables de la crisis. Y la política del gobierno de Zapatero, que ha entregado miles de millones del dinero público a los planes de rescate bancario, como la que conviene a la alternativa diseñada por las cúpulas del Santander y el BBVA.Sin duda que la gestión de Díaz Ferrán habría colocado a su compañía al borde del crac, pero el cuándo, el cómo y el por qué ha caído en fechas tan sensibles, con escándalo asegurado y llevando al jefe de la CEOE a la primera plana de todos los periódicos y televisiones no puede considerarse una “casualidad”. Basta no estar ciegos políticamente para ver que Air Comet no se ha caído sola, la han dejado caer cuando convenía. ¿Por qué ningún gran banco le ha concedido crédito para evitarlo? ¿Por qué Caja Madrid, de la que el propio Díaz Ferrán era consejero, estaba dispuesta a ejecutar la deuda de 26,5 millones de euros antes de la quiebra y ahora está dispuesta a paralizar el expediente y negociarla?Air Comet ha venido “como caído del cielo” para impedir que el blanco de la crisis, y por lo tanto el centro de la lucha y la movilización se centre en la banca y la política del gobierno de Zapatero. Los medios han generado una masiva agitación contra los “empresarios sin escrúpulos” que “se aprovechan de la crisis” como hicieron las cúpulas sindicales en la manifestación del 12-D. Un gran alboroto para confundir los verdaderos responsables. Evidentemente esos patronos existen, pero los auténticos responsables de la crisis y de que se esté descargando sobre la inmensa mayoría del país no se llaman Díaz Ferrán, sino Emilio Botín y el grupo de grandes oligarcas que representa.