Creíamos que ya lo habíamos visto todo en cuanto a la ruindad, el latrocinio y la mezquindad de la casta política catalana gobernante. Pero estábamos equivocados.
Cataluña es la región de Europa donde la pobreza se está extendiendo más rápidamente desde que estalló la crisis. Miles de niños catalanes tienen como única comida consistente en el día la que le dan en el colegio. Hacer compañía a un familiar hospitalizado cuesta entre 5 y 7 euros por noche en algunos hospitales de Gerona. A 1 de cada 3 personas que, habiendo agotado las prestaciones por desempleo, cobraban la Renta Mínima de Inserción de poco más de 400 euros les ha sido quitada. Recientemente, la Generalitat retiró una pensión complementaria de 104 euros mensuales a un matrimonio de jubilados porque al estar la mujer hospitalizada “le dan de comer en el hospital y ya no la necesitan”. «No podemos soportar ni un día más a los Mas y Pujol, una clase política hipercorrupta»
Creíamos que ya lo habíamos visto todo en cuanto a la ruindad, el latrocinio y la mezquindad de la casta política catalana gobernante. Pero estábamos equivocados.
El periódico El Mundo revelaba la semana pasada un informe policial que asegura que la familia del ex-presidente Pujol posee cuentas en Suiza y Lienchestein –dos exclusivos paraísos fiscales– por valor de 137 millones de euros. Además, son propietarios también de diversas empresas en tres estados de EEUU, México y Argentina. Junto a las cuentas secretas registradas a su nombre, y de forma correlativa, aparecen también los del padre de Artur Mas y de Félix Millet, el saqueador del caso Palau.
Según el informe policial, las grandes empresas con contratos con la administración catalana (Gas Natural, Agbar, Ferrovial, Comsa,…), debían pagar un 4% del valor total de la contrata como comisión. De ese 4%, un 2,5 iba a financiar a CiU. El 1,5% restante se lo repartían entre Millet y la alta cúpula de la casta política convergente.
Ya sabíamos que el grito que enarbola Mas de “España nos roba” no era más que el acto reflejo del atracador que grita “Al ladrón, al ladrón” para distraer la atención de su persona. Pero una vez conocido el informe policial, se entienden mejor las prisas súbitas que le han entrado para que Cataluña se vaya tan rápidamente de España. No sea que si tardan mucho en irse, acaben con sus huesos en la cárcel, que es donde deberían estar.