¿En Gaza asistimos a “un conflicto”, donde ambas partes tienen “razones” de su parte, o a un criminal genocidio perpetrado por el Estado de Israel y amparado por EEUU? Ninguna persona de izquierdas duda sobre cuál es la respuesta.
Sin embargo en Ucrania algunas voces desde la izquierda llaman “conflicto” a lo que es una invasión imperialista, justifican a la potencia agresora y atacan al país invadido.
Exhibiendo coincidencias infames con las reaccionarias posiciones de Putin o Trump, y celebrando el vil acuerdo imperialista entre Washington y Moscú como “una oportunidad para la paz”.
Trump y Putin han estrechado sus manos, manchadas de sangre, sobre Ucrania. La potencia invasora, Rusia, y la única superpotencia, EEUU, entablan unas indignas negociaciones que sin contar con Ucrania deciden su futuro, premiando al invasor.
Lo realmente sorprendente es que algunos sectores la izquierda celebren este reparto imperialista y justifiquen la invasión rusa.

Algunos consideran que el pacto entre Washington y Moscú “abre una vía sólida para poner fin a un conflicto bélico en el corazón de Europa” o que supone “una vía de esperanza” para conseguir que se acabe la guerra.
¿”Vía de esperanza” para la paz… de la mano de Trump y Putin… ¡¡en Ucrania!!?
Otras voces dentro de la izquierda, al posicionarse ante el pacto entre EEUU y Rusia, consideran que “la paz llega tarde”, y que Europa debía haber hecho algo similar para “defender la paz en su territorio”.
Lo que están acordando Trump y Putin es un reparto imperialista, respaldando la invasión al entregar a Moscú una cuarta parte del territorio ucraniano. ¿Qué tiene esto que ver con la lucha por la paz? ¿Acaso claudicar ante una invasión imperialista es la paz que debemos defender desde la izquierda?
Es incompatible con los valores de la izquierda apoyar o justificar una invasión imperialista, o que dos potencias desguacen y se repartan otro país.
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Que no nos intoxiquen con bulos: ¡es una invasión imperialista!

La “máquina del fango”, que difunde bulos para volver del revés la realidad, se ha puesto en marcha para justificar una invasión imperialista. La activó Putin al atacar Ucrania, y la refuerza Trump desde Washington.
Y tiene un punto nodular: : negar que estamos ante una invasión, la del imperialismo ruso sobre Ucrania, retorciendo los hechos para presentar a los verdugos como víctimas y las víctimas como verdugos.
Desde la izquierda solo cabe denunciarla, señalando al agresor y respaldando a país invadido. Participar de esta ofensiva, aunque sea parcialmente, nada tiene que ver con la izquierda.
Trump nos ofrece una realidad fake donde la responsabilidad de la guerra, resultado de la invasión imperialista rusa es… ¡de Ucrania!
El actual inquilino de la Casa Blanca se atreve a afirmar que “Zelenski convenció a EEUU para que gastará millones de dólares en una guerra que no se podía ganar, que nunca tuvo que empezar”. Cargando la culpa sobre Kiev: “No tenias que haberlo empezado. Tenías que haber llegado a un acuerdo”. Y reprochando a Ucrania no haber aceptado sumisamente la ocupación rusa: “Zelenski está luchando contra una entidad mucho más poderosa (…) No debía haberlo hecho, podríamos haber llegado a un acuerdo”.
La izquierda no puede participar de estos bulos, creados por el invasor ruso y difundidos por Trump.
Desde la izquierda no se puede calificar lo que sucede en Ucrania como una “guerra entre la OTAN y Rusia”. ¡Pero si estamos ante una invasión imperialista! Hay un invasor, el imperialismo ruso, y un pueblo invadido que lucha contra el agresor. No una guerra entre dos potencias donde no tenemos que tomar partido.
Tampoco es aceptable defender desde la izquierda que la única razón que explica la guerra es “la expansión de la OTAN hace el Este”… sin mencionar en ningún momento que existe un plan imperialista de Moscú para apoderarse de Ucrania.
O afirmar que “Europa, con su negligencia” -al no querer negociar con Moscú acatando la invasión- “ha contribuido a la ruina de Ucrania”. Quien está devastando Ucrania es el imperialismo ruso.

No son estos los únicos bulos que difunden el tándem Putin-Trump. Defienden al invasor y atacan al invadido.
Trump alaba a Putin mientras considera que Zelenski, presidente del país invadido, es “un dictador” que “se niega a celebrar elecciones” e “impone la ley marcial en Ucrania”.
Y algunos desde la izquierda compran esos bulos como si fueran una verdad contrastada. Quienes no denuncian la invasión rusa pero si critican al “gobierno autoritario de Ucrania”.
En 1940 atacar a Churchill, cabeza de una Inglaterra que luchaba por detener la invasión de la Alemania hitleriana, por “ser de derechas”, sin denunciar al imperialismo alemán, la potencia agresora, era una posición pronazi. Lo mismo sucede hoy en Ucrania.
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Viejísimas fake news al servicio del imperio
Las ideas que justifican las invasiones imperialistas, y que ahora sufrimos en Ucrania, no son “nueva política”. Son muy viejas. Las potencias imperialistas siempre intentan presentar sus agresiones como algo positivo.

En el siglo XIX los imperios coloniales afirmaban querer “civilizar” las colonias que dominaban. Al invadir Irak con Bush jr, EEUU dijo estar “exportando la democracia”. Y cuando la URSS brezneviana ocupó Afganistán también lo presentó como una forma de “exportar la revolución”.
Lo sorprendente es que haya quien intente presentar estas viejas ideas pro imperialistas como si fueran de izquierdas.
Llegando a denunciar como “belicistas” a quienes hemos respaldado el envío de armas a Ucrania para que pueda defenderse de la invasión. No denuncian el belicismo de la potencia que invade otro país, pero sí califican como “belicistas” a los que apoyan al país invadido.
Ucrania sufre una invasión del imperialismo ruso, el responsable de esta agresión. Y ante una invasión imperialista solo cabe una posición: denunciar al invasor y apoyar la lucha del pueblo y el país invadido.
Las ideas del tándem Trump-Putin son bulos, fake news, mentiras, que están al servicio de las grandes potencias imperialistas. Posiciones que cuando se difunden por parte de organizaciones y dirigentes de la izquierda causan mucho daño. Presentando que la izquierda puede apoyar una invasión imperialista. Causando un lógico rechazo social y atacando el avance de la izquierda transformadora… al plantear que puede defender posiciones similares a las mantenidas por Trump y Putin.
Monkey D Dragon dice:
Considerarse de izquierdas y simpatizar con la nación invadirá y despreciar a la nación invadida, no es de ser de izquierdas, es ser un siervos del capitalismo monopolista y del imperialismo.