El PCCH celebra su 20 Congreso habiendo colocado a China como la segunda potencia económica del planeta. Por primera vez en la historia, China ha erradicado la pobreza extrema sacando de ella a 800 millones de personas. Bajo la dirección del PCCh, la República Popular China ha pasado de ser un país pobre, invadido y saqueado por las potencias imperialistas a ser un motor clave de la economía mundial.
Se celebra en medio del aumento de las tensiones y incertidumbres internacionales que afectan al orden mundial vigente. Y como ha dicho Xi Jinping en su discurso de apertura “China propone un nuevo tipo de relaciones internacionales”. ¿Qué nuevo orden mundial quiere China y cómo abordarlo? Este es sin duda uno de los principales centros de interés de este congreso para los pueblos y países del mundo.
China reúne tres características que es necesario tener en cuenta para responder a la pregunta, independientemente de cuál sea la posición que se tenga ante el régimen y el gobierno chino.
Primera, China, con 1.412 millones de habitantes es, junto con India, el país más poblado del mundo. Es la segunda economía mundial por detrás de Estados Unidos. Con un crecimiento imparable en los primeros 20 años de este siglo, pasando de un PIB de 1,2 billones de dólares en el 2000 a los 17,7 billones en 2020. La industria (representa el 40,5% del PIB) y los servicios (51,6%); frente a Estados Unidos, donde el consumo privado es el principal motor de su economía. Y es uno de los cinco países permanentes con derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU, junto a EEUU, Reino Unido, Francia y Rusia.
Segunda, China ha sido colocada por Estados Unidos como enemigo número uno en su nueva Estrategia de Seguridad, como blanco explícito por encima de la Rusia que mantiene la guerra imperialista en Ucrania y principal potencia nuclear del planeta. Implicando en su estrategia de cerco a China a sus aliados de la OTAN y países como Australia, Corea del Sur y Japón.
Y tercera, está dirigida por un partido comunista nacido de la revolución democrático popular dirigida por Mao Tse Tung que fundó la República Popular China en 1949. Un Partido Comunista Chino que rechazó y se enfrentó al modelo de la URSS que se había convertido en socialista de palabra pero socialfascista y socialimperialista de hecho.
El orden mundial imperante
El actual orden mundial salido de la Guerra Fría está hegemonizado por Estados Unidos, la única superpotencia tras el colapso de la Unión Soviética empujada por la lucha de los pueblos. Unos EEUU en declive que utilizan su posición de gran potencia hegemónica para dominar el orden mundial al servicio de sus intereses y mantener su decadente poder hegemónico basado en su poder militar sin parangón por ningún otro país; en su capacidad de control e intervención político militar en los países bajo su influencia cuyas alianzas militares -como la OTAN- están sometidas a sus intereses estratégicos; y, en el terreno económico, en el papel del dólar como la moneda hegemónica de referencia en la economía mundial y el comercio internacional; además de su papel dominante en los organismos internacionales como el Banco Mundial, el FMI, la OMC o la OCDE.
Estados Unidos se arroga el papel de gendarme mundial de los Derechos Humanos, la Paz y la Democracia, pero la realidad es que enarbolando esas banderas o las supuestas “armas de destrucción masiva” han invadido Irak y Afganistán o mantienen su apoyo político militar al genocidio israelí del pueblo palestino e intervienen en los cinco continentes. Y ahora desarrollan su nueva estrategia de cerco a China y desplazamiento del centro de las tensiones internacionales a Asía-Pacífico. En todos los terrenos, como demuestran sus dos últimas acciones: la crisis de agosto desatada en el estrecho de Taiwán y el golpe dado a las relaciones chino-norteamericanas en las últimas semanas prohibiendo el suministro a compañías chinas de semiconductores fabricados en cualquier lugar del mundo con tecnología estadounidense.
Pekín invoca un multilateralismo justo y sin interferencias en asuntos internos
¿Cómo percibe China el actual orden mundial?
La República Popular China es el único país de la Historia que emerge como gran potencia de forma pacífica, sin provocar ni una sola guerra de agresión, y sin desestabilizar la paz mundial. En el terreno militar China está a mucha distancia de tener una proyección global como la que tiene EEUU. El presupuesto militar anual de EEUU (768.000 millones de dólares) es tres veces mayor que el de China (270.000). Y las 6.255 cabezas atómicas rusas y las 5.550 norteamericanas multiplican por 18 y 16 respectivamente las 350 de China.
Según el semanario The Economist, nada sospechoso de izquierdista, China ve el actual orden mundial como un orden basado en principios occidentales por lo que “busca un nuevo orden mundial sin injerencias en las soberanías nacionales”.
Para Jia Qingguo, antiguo decano de Estudios Internacionales de la Universidad de Pekín, China quiere “orden mundial que respete los principales intereses nacionales de China, especialmente el derecho a la reunificación nacional, y también el derecho de China a dirigir sus propios asuntos internos”.
El diario chino Global Times ha recogido las declaraciones de Xu Bu, presidente del Instituto de Estudios Internacionales de China en las que afirma que “el principal desafío es causado por la estrategia hegemónica y unilateral de Estados Unidos que no solo amenaza a China, sino también al mundo”.
El País recoge la opinión de Helena Legarda, analista principal del Instituto Mercator para Estudios sobre China: Pekín percibe el orden mundial actual “como basado en principios occidentales y dominado por Occidente (EEUU)”. Y es en contraposición a ese unilateralismo occidental que hay que leer la constante “invocación de Pekín de un multilateralismo justo y sin interferencias en asuntos internos”.
Los tres principios chinos de un nuevo orden mundial
Una invocación refrendada por el Portavoz del 20 Congreso del PCCh, Sun Yeli, sobre la intensificación de las tensiones entre China y Estados Unidos, recogida por el Global Times.
“Nos oponemos a la lógica de que un país fuerte está obligado a buscar la hegemonía. No intimidamos a otros, pero no permitiremos que otros nos intimiden a nosotros”.
Los tres principios chinos de las relaciones internacionales respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de ganar-ganar
“Si uno de los eventos más importantes en las relaciones internacionales en los últimos 50 años es la restauración y el desarrollo de las relaciones entre China y Estados Unidos, que ha beneficiado a ambos países y al mundo, entonces lo más importante en las relaciones internacionales para los próximos 50 años es que China y Estados Unidos deben encontrar la manera correcta de llevarse bien”, dijo el portavoz del 20 Congreso.
Para acabar estableciendo los tres principios que China propone como base de las relaciones internacionales: “la clave para que China y EE.UU. encuentren la manera correcta de llevarse bien es el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de ganar-ganar propuesta por el secretario general Xi Jinping”.
Introducir cambios en aras de un nuevo tipo de orden mundial supone uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Que no derive en confrontación extrema va a depender de la capacidad de la superpotencia y China para “encontrar la manera correcta de llevarse bien”. Pero también de la posición de los países y pueblos del mundo para lograr que sea así.