Cassius Clay , el más grande.

Muhammed Alí­ es un icono del siglo, una verdadera leyenda.Su estiló poco ortodoxo y espectacular, su increí­ble rapidez de pies y manos, su «mano fantasma» le valió para derrotar a boxeadores de la talla de Sonny Banks o George Foreman. Jamás ofrecí­a pistas al rival. Su mejor defensa era la rapidez. Brazos caí­dos para pegar desde cualquier ángulo, las piernas bailando constantemente, sin golpear al cuerpo del rival, sólo a la cabeza .Su estrategia «moverse como una mariposa, morder como una serpiente y picar como una abeja».

Protagonizó la mejor elea de la historia del boxeo con George Foreman. Le arrebato el cinturón dorado a Sonny Listón en el 64 proclamándose Campeón Mundial de Peso pesado. Conoció a Malcon X y se convirtió a La Nación del Islam y nació entonces Muhammed Ali, que significa digno de respeto, abandonando su “nombre de esclavo”. Los millonarios blancos de Kentucky que le apadrinaron enfurecieron. Era la época cuando Luter King guiaba las marchas civiles de los negros y Malcom X lideraba el levantamiento en Harlem. Entonces fue llamado a filas para Vietnam, se negó a alistarse y se declaró objetor. En esta ocasión Alí no quiso “pelear “en la Guerra de Vietnam. Ante la prensa declaró:”No tengo ningún conflicto con el Viet cong” "Ningún Viet Cong me llamó negro". Declarado persona non grata en varios estados fue condenado por desertor a 5 años de cárcel y se le prohibió boxear en EEEU. Se le quitó el título de Campeón Mundial. Su carrera parecía estar acabada. Pero Alí volvió a pelear con más fuerza que nunca derrotando a Jerry Cuarry. Ganó por KO y en el tercer round. Su vuelta contó con la presencia de toda la élite negra: Bill Cosby, Sidney Poitier, el reverendo Jesse Jackson, Diana Ross con las Supremes y la esposa de Martin Luther King, entre otros. Muhammed Alí volvió a ganar y EEUU perdió la guerra. Quiso recuperar su título peleando con Joe Frazier. La pelea duró 15 rounds. Frazier lo derribó pero Alí consiguió levantarse en tres segundos. Norman Mailler escribió: "Fue entonces como si el espíritu del Harlem y los fantasmas de los muertos de Vietnam vinieran en su ayuda, manteniéndolo en pie frente al desorbitado Frazier. Había demostrado así, lo que tantos intuíamos en secreto: que es un hombre capaz de soportar la tortura moral y física y seguir en pie".