Botí­n "alquila" al representante del Banco de España que le vigilaba

Cambio de despacho, mismo «edificio»

Según fuentes de toda solvencia, el Banco Santander ha contratado al que era, hasta ahora, el jefe del equipo de inspectores del Banco de España que está desplazado de forma permanente en la sede del propio banco en Boadilla del Monte (Madrid). Las mayores entidades financieras españolas, llamadas «sistémicas», no son inspeccionadas mediante visitas periódicas de los inspectores del Banco de España, sino que se mantiene un equipo de inspectores de forma permanente en sus instalaciones, que en el caso del Santander lo dirigí­a José Piñán, el «alquilado» o «comprado». Hay un momento en que hasta las apariencias molestan. En los tiempos de crisis que corren no se pueden guardar, en exceso, las formas. Se ha pasado, con total fluidez, del despacho público al privado. Y en el mismo «edificio». Porque el dueño del «edificio», de los despachos, es el mismo, Botí­n.

La unión ersonal entre altos funcionarios del Estado y la oligarquía financiera es una constante “sistémica”. Son conocidos y notoriamente públicos los casos de Luis Ángel Rojo, ex gobernador del Banco de España, Abel Matutes, del PP, Isabel Tocino, de la época de Aznar, y, en la actualidad, Rodrigo Rato, todos ellos “fichados” por Botín y compañía. Del despacho público al privado y viceversa. Total fluidez para pasar de uno a otro como si estuvieran en el mismo “edificio”. Porque en realidad no cambian de patrón, es el mismo dueño y señor. Pero a veces, como en este caso, el “traslado” se hace extraordinariamente estridente. Tradicionalmente el Banco de España trata de guardar las formas y no permite que los inspectores sean “alquilados” por las mismas entidades en las que estaban supervisando. Ahora se trata, ni más ni menos, del primer banco del país. Y tras un par de meses más de burda coartada en el Banco de España, el “alquilado” ocupará otro despacho en el Banco Santander. Porque a Botín le es más útil ahora en el despacho privado que en el público. El Banco Santander está desarrollando unas prácticas para enfrentar la crisis y aprovechar para seguir sacando beneficios que deberían ser supervisadas seriamente: refinanciación de inmobiliarias endeudadas para evitar la quiebra legal; adquisición masiva de viviendas y otros inmuebles como canje de créditos para disminuir los impagos y embargos; creación de una inmobiliaria (Altamira) para tratar de disminuir el número de viviendas construidas y no vendidas (la banca es la mayor inmobiliaria en España en este momento); la restricción y el encarecimiento del crédito a la pequeña y mediana empresa, bloqueando la concesión de los créditos ICO, y de los créditos en general; y repatriación de las inversiones de los clientes desde los fondos de inversión extranjeros a los depósitos propios… Botín ha recibido una suculenta parte del plan de rescate para la banca que se eleva a 340.000 millones de euros y de todo ello sólo sale un hilillo de euros en créditos. Y el Banco Santander se permite, en medio de la crisis, obtener escandalosos beneficios. ¿Qué dice de todo esto el impresionante equipo de inspectores del Banco de España? Su jefe lo ha manifestado con toda claridad. Cambia de despacho. Pero sin retorno. No como en otros casos que utilizan la excedencia para ir y venir del despacho público al privado y viceversa. Se queda en la parte más caliente del mismo “edificio”.

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