«Es necesaria e imprescindible la coordinación entre los centros de Atención Primaria, hospitales y geriátricos ya que sería la solución para muchos de los problemas del sistema sanitario como la saturación de las urgencias y las listas de espera». Dr. Alberto López Rocha, Vocal de Titulares y Rurales del Colegio de Médicos de Madrid
Los exertos del Colegio de Médicos de Madrid señalan que los geriátricos deberían ocupar un nivel intermedio entre la Primaria y los hospitales. En relación con las urgencias, esta medida evitaría ingresos innecesarios y reduciría las estancias, ya que para casos como seguimiento de medicación, esperas previas a las pruebas diagnósticas, etc. podrían estar en el centro geriátrico. Respecto a Atención Primaria, los profesionales sanitarios del centro geriátrico podrían atender a los ancianos que viven cerca del centro contribuyendo así a reducir la saturación que actualmente existe en los centros de salud. Para ello, habría que dotar al geriátrico de más recursos materiales y humanos. Hay que tener en cuenta que los centros geriátricos atienden en la Comunidad de Madrid cerca de 43.000 personas mayores de 65 años y las demandas socio-asistenciales de sus familiares. En palabras del Dr. López Rocha, “la única vía para muchos ancianos es que los atiendan en las urgencias extra e intrahospitalarias, ya que los centros de atención primaria están saturados y esto también ocurre con los centros geriátricos, al no tener vía de acceso fácil a pruebas diagnósticas por lo que se ven obligados a derivar al anciano al hospital”. La coordinación entre hospitales y geriátricos se podría propiciar con la creación de la figura del coordinador hospitalario que actuaría como enlace entre hospital y centro geriátrico con el objetivo de agilizar la permanencia de ancianos en las urgencias hospitalarias para que puedan volver lo antes posible a los centros geriátricos. Esta medida ya se ha implementado de forma pionera en el Hospital 12 de octubre de Madrid que cuenta con una unidad de pluripatología, desde la que da servicio a los centros geriátricos que dependen de este hospital, para poder confirmar diagnóstico cuando tienen una urgencia. De esta manera se consigue que el paciente pueda volver a su centro habitual sin que sea necesario el ingreso en el hospital y contribuye a desatascar las urgencias. La aplicación de todas estas actuaciones reduciría también el gasto sanitario ya que el coste de una cama/día en hospital puede llegar a ser hasta 5 veces mayor que el coste en un centro geriátrico (unos 500 euros frente a 110). Según el Dr. López Rocha “muchas personas que viven en un geriátrico no tendrían que ingresar en un hospital si se resolvieran las trabas burocráticas que llevan a que el anciano esté ingresado hasta que le hagan una prueba rutinaria”. Por otra parte, desde el Colegio de Médicos de Madrid se reclama una integración del médico de residencias, tanto de centros geriátricos como de discapacitados, en la Consejería de Sanidad para equipararlo al resto de profesionales sanitarios que trabajan dentro del servicio madrileño de salud. Según el Dr. López Rocha "el médico de residencias se podría coordinar, por ejemplo, con el médico de primaria para elaborar la baremación del grado de incapacidad de los ancianos dependientes que solicitan dicha evaluación y así eliminar parte de su carga burocrática, que en muchos casos se realiza incorrectamente. Primaria no puede resolver en siete minutos un trámite que precisa como mínimo una hora y media". Según él, el tribunal evaluador responsable de determinar el grado de dependencia del enfermo está compuesto por trabajadores sociales y, en algún caso, por personal de enfermería. "Se prescinde siempre en este proceso del médico de residencias, que es quien maneja y asume hasta un 70 por ciento de enfermos con un alto grado de dependencia. Y se deja en manos de primaria la cumplimentación del formulario de nuevos dependientes que posteriormente debe revisar el tribunal evaluador". Por otra parte, el Colegio de Médicos de Madrid reivindica la gestión por parte de la Consejería de Sanidad de los centros de rehabilitación, personas con discapacidad psíquica-físico y centros geriátricos (que actualmente gestiona Asuntos Sociales) ya que actualmente se encuentran infrautilizados. De esta manera, se podría dar una mejor cobertura a los hospitales, centros de salud y unidades rehabilitadoras y serviría para reducir las listas de espera. Para ello, habría que dotar a estas unidades de unos recursos adecuados para recibir pacientes hospitalarios que requieran unos cuidados mínimos que no se les pueden proporcionar en el domicilio pero sí en este tipo de centros, evitando así estancias excesivamente prolongadas en los hospitales así como la sobrecarga de los centros de salud. En palabras del Dr. López Rocha “todo esto se traduciría en una mayor agilidad, mejor calidad asistencial y aprovechamiento de los recursos existentes”.