La Comisión Europea insta a expulsar de Europa a un millón de inmigrantes «ilegales» justo cuando en las elecciones en Holanda, Francia y Alemania la cuestión migratoria se ha convertido en el centro de la lucha electoral.
Sorprendiendo a propios y extraños (y coincidiendo, además, con la crítica generalizada a la la Comisión Europea instaba el pasado 1 de marzo a todos sus estados miembros a expulsar de forma masiva a los inmigrantes «irregulares», política migratoria de Trump). Según cálculos de la propia Comisión, Europa debería proceder de inmediato a expulsar a un millón de personas.
Aunque esta política de expulsiones es la «oficial» de la UE (hace tiempo que se olvidó la propuesta de «repartirse los inmigrantes por cuotas», tras la negativa de varios países), no deja de ser «chocante» que Bruselas alce de pronto la voz con tanta energía y decisión ante una cuestión, cuando lo normal en Europa es que los problemas se pudren sin que nadie levante si quiera una ceja. ¿Qué mosca les ha picado a los burócratas de Bruselas para ser ahora tan tajantes, además con una exigencia que, paradójicamente, debía «sonrojarles», pues no hace ni unas semanas que todos ellos han expresado públicamente su condena a la política migratoria de Trump, que se basa precisamente en los mismos dos pilares que la UE quiere ahora reforzar: las expulsiones y el freno a las llegadas? ¿Qué mosca les ha picado?
Evidentemente, grave tiene que ser el asunto para una movilización de este tipo y para salir en público ahora con este tipo de demandas. Y grave es, en efecto, la causa, que no es otra que le inminencia de tres procesos electorales consecutivos, en Holanda, Francia y Alemania, cuyo desenlace podría acarrear el fin de la UE. Así de grave es el asunto.
En estos tres países el debate está centrado ahora mismo en la cuestión de la inmigración y en los tres países pujantes fuerzas xenófobas amenazan, o bien con desplazar del poder a los tradicionales partidos proeuropeístas (de izquierda o derecha) o bien alcanzar un resultado que podría condicionar seriamente la gobernabilidad del país. En Holanda, el llamado Partido de la Libertad, xenófobo y antieuropeísta, va de momento en cabeza en los sondeos de opinión. En caso de ganar, es bien probable que planteara la realización de un referéndum para la salida de Hollande de la UE, en línea con el Brexit y con las simpatías del nuevo inquilino de la Casa Blanca, que en varias ocasiones ha pronosticado ya que «otros países europeos seguirán el camino de los británicos». En Francia, la situación es muy compleja y fluida, y a menos de 50 días de las elecciones del 25 de abril, el Frente Nacional se mantiene como el partido previsiblemente más votado en la primera vuelta. De ganar la presidencia, el FN ya ha anunciado que sacará a Francia de la UE, abandonará el euro y deportará a millones de inmigrantes. Y en Alemania, aunque el riesgo de que el partido Alternativa por Alemania obtenga el triunfo ni siquiera se contempla de momento, el simple hecho de que aparezca como segunda o tercera fuera política de Alemania sería un seísmo de tales dimensiones que ya nada seguiría igual.«La causa no es otra que le inminencia de tres procesos electorales consecutivos, en Holanda, Francia y Alemania, cuyo desenlace podría acarrear el fin de la UE»
En este contexto, de riesgo extremo (riesgo agravado por la más que previsible intervención en los comicios electorales de EEUU… e incluso de Rusia, en pro de un descarrilamiento de la UE), Bruselas ha decidido echar un capote a los partidos proeuropeístas, para protegerlos de las fieras acometidas de las fuerzas xenófobas,… ¡¡¡pidiendo que los Estados lleven a cabo precisamente la política que propugnan las fuerzas que aspiran a liquidar Europa!!!
¿O no es esta «expulsión masiva de inmigrantes» lo que ha dado vigor, votos y fuerza electoral a partidos como el PVV de Geert Wilders, el FN de Marine Le Pen o Alternativa por Alemania (AfD)? ¿No ha sido esa una de sus principales demandas? ¿No es con esa consigna con la que llevan años martilleando al electorado y agrupando a todo tipo de descontentos?
¿Qué pretende la UE adueñándose de pronto de la principal demanda de quienes quieren acabar con ella? ¿Creen que enarbolando su bandera le van a quitar apoyo electoral? ¿No se dan cuenta de que al hacer lo que esos partidos piden … les están dando la razón? ¿Que los están legitimando y están legitimando su alternativa y sus exigencias?
En realidad, hace mucho tiempo que Europa, los gobiernos y los partidos europeístas, han perdido la batalla de la opinión pública sobre el tema de la inmigración. Hace tiempo que todos ellos han aceptado (por interés) la premisa de que la inmigración es uno de los principales problemas de Europa, si no directamente el problema principal. Hace tiempo que han permitido que se inocule a la población con el virus de que los musulmanes (así, sin ningún matiz) son «peligrosos» y que hay un lazo de unión entre inmigración, islam y terrorismo. ¡¡¡Justo lo que la extrema derecha europea necesita para crecer y legitimarse!!!
Durante mucho tiempo, a las burguesías monopolistas europeas les ha venido bien que la gente identificara la causa de sus males (laborales, económicos, sociales) con la presencia masiva de inmigrantes, y no con sus políticas de saqueo y ruina. A la banca y a los monopolios les viene de perlas que la gente piense que no tiene trabajo, que gana poco o que puede perder su empleo… por culpa de los inmigrantes, y no de las políticas que ellos dictan a gobiernos e instituciones.
Hace tiempo, pues, que muchos sacan rédito de propiciar esa distorsión y ese engaño: las oligarquías financieras se libran de la presión popular y los partidos xenófobos engordan su base electoral. Unos y otros han ido de la mano (aunque a la postre puedan llegar a tener intereses opuestos) a la hora de fabricar y agitar el fantoche del peligro de la inmigración.«Bruselas pide que los Estados lleven a cabo precisamente la política que propugan las fuerzas que aspiran a liquidar Europa»
Fantoche, sí, y gran falacia. Porque eso es lo que es realmente. Y hay numerosos hechos y datos, revelados estas últimas semanas, que lo ponen en evidencia.
Por ejemplo: una reciente encuesta hecha en varios países europeos ponía en evidencia el engaño en que vive una parte enorme de la población europea sobre estos problemas. En particular, un dato era espectacular y estremecedor. En Francia, por ejemplo, a la pregunta de cuál cree que es el porcentaje de musulmanes que hay en el país, la media de resultados ofrecía nada menos que ¡¡¡el treinta por ciento!!! Para una mayoría de franceses, ¡¡¡uno de cada tres habitantes de Francia es musulmán!!! La realidad es que solo un 5% lo es. La distorsión lleva, por tanto, a que se vean ¡¡¡seis veces más!!! de los que hay. Esto no es obra solo del FN. Aquí hay muchos más cómplices.
Otra investigación (también en Francia) ha hecho caer hace unos días otro mito antiinmigración: la de que quienes emigran a Europa son los sectores «más bajos», «iletrados» y «peligrosos» de los países de origen. El estudio llegaba a la sorprendente conclusión de que la media de los inmigrantes de la mayoría de los países que nutren la inmigración francesa ¡¡tenían un nivel educativo superior a la media de los franceses!! Si en Francia hay un 17% de población con formación universitaria, los inmigrantes polacos o senegaleses alcanzaban cotas de más del 20%. ¡¡¡Buena parte de los inmigrantes a la UE son puro talento!!! Otro mito que se ha explotado hasta la extenuación ha sido el del carácter delincuente de los inmigrantes, que es además uno de los argumentos favoritos de la extrema derecha xenófoba. Pues bien, un reciente informe de la Fiscalía alemana daba cuenta de que en el año 2016 se habían producido en el país ¡¡¡3.500 ataques contra los inmigrantes en Alemania!!! Desde palizas y agresiones físicas a directamente quemar los refugios y albergues… a veces con los inmigrantes dentro. La pregunta que suscita este informe es muy sencilla: ¿quiénes son realmente un peligro? ¿Quiénes son los verdugos y quiénes las víctimas?«La Comisión Europea instaba el pasado 1 de marzo a todos sus estados miembros a expulsar de forma masiva a los inmigrantes «irregulares» «
Las burguesías monopolistas europeas, sus gobiernos y sus partidos, sus medios de comunicación y sus aparatos de Estado, han estado jugando estos años pasados a un juego muy peligroso. Pensaban que dejando que los inmigrantes cargaran con la culpa de muchos males, ellos saldrían indemnes. Algo parecido les pasó a esas mismas burguesías en los años 30 del siglo XX: pensaron que no importaba que Hitler creciera siempre que fuera para acabar con el bolchevismo. Cuando Hitler atacó a Francia y Gran Bretaña se hicieron conscientes de su inmenso error. Ahora han dejado crecer de nuevo fuerzas que pueden ser la tumba de todo el proyecto europeo. Y en vez de intentar deshacer malentendidos, mentiras, falacias y engaños… deciden expulsar un millón de inmigrantes, dando la razón a las fuerzas xenófobas… y previsiblemente incrementando su credibilidad.
No quepa duda de que de estos polvos vendrán los lodos que ya amenazan en el horizonte.