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Blackstone se impone a Goldman en su última batalla por ser el casero de España

El duelo que lidian Blackstone y Goldman Sachs por convertirse en los caseros de España llega a extremos insospechados, hasta el punto de regatearse en una operación por apenas un millón de euros. Así ha ocurrido, sin ir más lejos, en el último proceso en el que han competido para hacerse con una promoción de viviendas en régimen de alquiler propiedad de la constructora FCC en la madrileña localidad de Tres Cantos.

El jueves pasado, la cotizada de Esther Koplowitz resolvió la venta en favor de Blackstone por la diferencia mínima de un millón de euros. Más allá del importe final pagado para hacerse con las 420 viviendas en venta, esa diferencia mínima demuestra hasta qué punto llega la rivalidad entre los fondos inmobiliarios de ambas gestoras, para quienes el dinero no es un problema, sino encontrar activos realmente atractivos y ajustados en precio.

Dentro de su radar de prioridades, parece que España reúne en cantidades ingentes esa tipología de activos. Sólo en Madrid, tanto Goldman Sachs como Blackstone mantienen vivos distintos frentes. Uno de ellos tiene que ver con el segundo lote de activos que la Comunidad de Madrid ha puesto a la venta. En esta ocasión, la cartera está compuesta por 1.458 viviendas y 1.588 garajes y su proceso de adjudicación comenzará esta misma semana.

En realidad, esta disputa viene repitiéndose en todos los procesos concurridos organizados por vendedores públicos o privados. Hace apenas tres meses, en pleno mes de agosto, el resultado de su disputa fue justo el contrario del más reciente. En esa ocasión fue Goldman, aliado con Azora, quien se adjudicó un lote de 3.000 pisos del Plan Joven del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), por 201 millones de euros, tras pagar un 20% más que Blackstone.El ‘toma y daca’ es constante. Un mes antes, de nuevo Blackstone, asesorado por el equipo español de Magic Real Estate, se hizo con 1.860 pisos en alquiler repartidos en 18 promociones de la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo de Madrid (EMVS) por 128,5 millones. La operación dejó ver cómo se negocia hasta el último euro, ya que incluía tres millones por la comprar todos los locales comerciales (25), trasteros (2) y plazas de aparcamiento (51) no vinculados a las viviendas.

Próxima batalla… Realia

Escarmentado por el episodio en agosto, Blackstone jugó sus cartas hasta el último momento en la subasta de FCC, una compra de cifras muy inferiores (la operación de Tres Cantos oscilaría entre 25 y 30 millones de euros), pero el hecho de haberla peleado hasta el final refleja el grado de competencia que existe actualmente por hacerse con el mayor número de activos posible, restos de la burbuja inmobiliario.

Esta actitud permite suponer el interés que generará en el mercado la venta Realia, la filial inmobiliaria del grupo controlado por Esther Koplowitz. FCC prevé tomarse las uvas habiendo cerrado la venta de la inmobiliaria que comparte con Bankia, una auténtica perita en dulce por la cual están pujando todos los grandes fondos internacionales presentes en las subastas del ladrillo español.

La capitalización la compañía presidida por Ignacio Bayón asciende a 245 millones de euros, tras haberse revalorizado casi un 20% en lo que va de año. Su venta viene precedida de un ejercicio de saneamiento por parte de los accionistas de referencia, ya que la entidad dirigida por José Ignacio Goirigolzarri aprovechó la inyección de 22.000 millones de euros para limpiar toda su cartera de participadas; mientras que la constructora también ha dado pasos para poner a cero el contador.

Este ejercicio de saneamiento permite tomar como referencia de precio el que marcan los inversores en el parqué, aderezado por el hecho de que Realia sea una de las compañías que mejor está consiguiendo solventar la crisis, a pesar de la mella que ésta ha hecho en sus resultados, como en todo el sector inmobiliario. De hecho, en el primer semestre del ejercicio, la inmobiliaria tuvo unas pérdidas de 19,5 millones de euros.

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