Algo que obviamente tiene consecuencias directas en el empleo: la hostelería ha perdido un 13,3% de sus puestos de trabajo, incluidos fijos y temporales. Todas las ramas de actividad que componen el sector servicios cerraron el año con caídas, aunque algunas más acusadas como en las agencias de viajes y operadores turísticos, cuyas ventas se hundieron un 75%, y los servicios de alojamiento, con caídas del 68%.
Ante esta crítica situación, las plataformas de la hostelería llevan meses exigiendo ayudas directas y exenciones fiscales. España se ha convertido en el único país europeo sin ayudas directas del gobierno central a la hostelería. Las únicas ayudas -que van de lo insuficiente a lo raquítico- son las de algunas comunidades autónomas y ayuntamientos.
Nuestro país se precia de sus bares, sus restaurantes, su ocio y su hostelería. Por eso, la ausencia de ayudas directas a este sector es aún más escandaloso… si lo comparamos con los países europeos.
Solo las subvenciones al sector en seis países europeos superan los 40.000 millones de euros. Desde finales de 2020, los gobiernos de Alemania, Francia e Italia tomaron medidas para sostener a bares y restaurantes, justo cuando se endurecían las restricciones con el empeoramiento de la tercera ola.
El gobierno holandés ha sido el más generoso con las ayudas directas: 15.000 millones en total, con aportaciones a fondo perdido que superan los 2.500 euros por establecimiento y mes. La segunda en el ranking es Alemania, que ha destinado 10.000 millones en ayudas hasta junio de 2021. Dependiendo del tamaño de la empresa, se puede conseguir hasta 200.000 euros de subvención y hasta el 90% de los costes fijos. Francia otorga a sus bares y restaurantes ayudas de hasta 10.000 euros al mes. Italia abona a sus hosteleros un 20% de los ingresos perdidos.
Y aquí, en el país de los bares, cuando el sector de la hostelería exige ayudas directas para resistir las necesarias medidas sanitarias, cuando se manifiestan con consignas como «antes de cerrar, las ayudas deben llegar»… parece que están pidiendo la luna. ¿Un sector que representa el 6,5% del PIB no merece 9.000 millones en ayudas directas -el mismo porcentaje- de los 140.000 millones de los fondos que han de llegar de la UE? ¿Por qué en Europa sí y en España no?