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Sin embargo en la prensa también se puede leer: «Uno de cada cuatro trabajadores canarios cobra menos de 1.000 euros al mes» (agencia EFE, citando un estudio de UGT) o «Casi la mitad de los españoles son mileuristas… o menos» (www.20minutos.es). ¿En qué quedamos?
El asunto es que las cifras del INE se refieren a salarios brutos. Y en neto, sí, seguimos siendo mileuristas, pues el salario más frecuente en España se traduce realmente en 14 pagas de unos 990 euros.
Diferencia de clases
Afirma el INE que «la ocupación es una de las variables que más influyen en el nivel salarial. El salario medio del grupo de directores y gerentes, fue un 115% superior a la media».
Cobran más los que se dedican al sector energético seguidos de Actividades financieras y seguros. También cobran por encima de la media los técnicos y profesionales, científicos e intelectuales. Los trabajadores industriales (salvo algunos del sector energético) van después, y a la cola los trabajadores no cualificados en el sector servicios, hostelería y comercio, servicios de salud y el cuidado de personas.
Hay otro estrato que aún gana menos, con un marcado color de clase. Según esta encuesta: «Todos los grupos con nacionalidad distinta a la española presentaron un sueldo inferior al salario medio».
Otro problema añadido es que quienes cobran aún salarios inferiores a 900 euros, en este caso por trabajar a tiempo parcial, en su mayoría lo hacen porque no encuentran a jornada completa, como realmente buscan.
También los trabajadores de las zonas rurales obtienen ingresos inferiores entre un 20 y un 25% respecto a las zonas industriales y más urbanas.
La juventud trabajadora sale penalizada por partida doble: Cobra menos por su menor experiencia; y porque trabajan con más precariedad, contratos parciales y de menos duración.
Los trabajadores con un contrato temporal tuvieron un salario medio inferior en un 32% al de los indefinidos.
Diferencia de sexos
Sigue habiendo una injusta brecha, pues lo que ganaron ellas equivale al 78% de lo que ganaron ellos. Como aclara el INE, si algo marca el sueldo inferior de mujeres respecto a hombres vuelve a ser el sesgo de clase, pues advierte que esa menor remuneración responde a que las mujeres se emplean en sectores con peores sueldos y con más trabajo a tiempo parcial y contratos temporales. Es decir, que «esta diferencia entre la remuneración de hombres y mujeres se reduce si se consideran puestos de trabajo similares».
Sí hay dinero
Y aunque el INE certifica que en términos absolutos suben los salarios para todas las clases, esta estadística hay que someterla al coste de la vida. Porque como evidencia otro estudio de 2019 de las escuelas de negocios Eada e ICSA, hay un estancamiento en el poder adquisitivo de los empleados. Tras cuatro años de crecimiento económico el salario de los trabajadores solo ha subido 310 euros, por 2.454 euros el de los directivos, ocho veces más. Los trabajadores han perdido en una década realmente un 0,3 % teniendo en cuenta la subida de precios del consumo.
Así que las reivindicaciones básicas de «A igual trabajo, igual salario» y de «Una escala salarial que no deje a nadie por debajo de 1.100 euros», sigue siendo una reivindicación justa, que es además posible matemáticamente si no se disparan sueldazos de más de 10.000, como ocurre ahora.