Coincidiendo con el foro económico de Davos (Suiza) la ONG Oxfam Intermón ha presentado su informe “Una economía para el 99%” en el que pone de manifiesto cómo “la concentración de la riqueza en el mundo se ha agudizado en el último año, amenazando la estabilidad y el crecimiento mundial».El 1% de los más ricos del mundo acumula tanta riqueza como el 99% de la población mundial.
Según el informe el crecimiento económico solo ha beneficiado a los que más tienen. Así los 1.810 milmillonarios de la lista Forbes poseen 6,5 billones de dólares, la misma riqueza que el 70% de la población mundial más pobre. Solo los ocho hombres más ricos del mundo poseen tanta riqueza como 3.600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad.
En los últimos 25 años el 1% más rico obtuvo más ingresos que el 50% más pobre. Y la riqueza de este 1% creció un promedio del 11% anual desde 2009, en los años de la crisis.
A nivel de grandes empresas, en 2015 las diez mayores compañías del mundo obtuvieron una facturación superior al total de ingresos públicos de 180 países. Entre otras causas, porque los grandes monopolios y multinacionales planetarias defraudaron en paraísos fiscales más de 100.000 millones de euros/año a los países en desarrollo.
El informe de Oxfam Intermón pone, entre otros, dos ejemplos significativos.
En Estados Unidos los ingresos del 50% más pobre están congelados desde hace 30 años. Mientras el 1% más rico ha aumenado su riqueza un 300%.
En el otro extremo, los salarios anuales de 10.000 trabajadores de las fábricas textiles de Bangladesh -uno de los centros donde fabrican las grandes cadenas de moda y distribución textil mundiales- equivalen al sueldo de un alto ejecutivo de cualquier empresa incluida en el FTSE100, el índice de referencia de la Bolsa de Londres.
En España, según el informe de Oxfam Intermón, la desigualdad, lejos de resolverse, se “cronifica e intensifica”. Somos e segundo país de la UE -después de Chipre- con más desigualdad. Desigualdad que se ha acentuado con la crisis, durante la que ha aumentado la concentración de la riqueza en menos manos, mientras se deterioraba la situación de la mayoría de la población.
En 2016 en España hay 7.000 ricos más, mientras el 30% de la población ha visto reducido su patrimonio un 33%. Sólo las tres personas más ricas del país, vincualdas a Inditex y Mercadona, poseen un patrimonio de 86.600 millones de euros, tanto como 14,2 millones de españoles. El 1% de ultraprivilegiados concentra tanta riqueza como 35 millones de españoles, el 80% de la población del país.
Por la redistribución de la riqueza
Oxfam denuncia el aumento de la “desigualdad”. ¿Pero qué hay debajo de esos números?
La desigualdad no es más que el resultado de la explotación capitalista que multiplica la expropiación de una parte sustancial de los salarios y rentas de millones de trabajadores y personas en todo el planeta que participan en la creación social de la riqueza mundial.
3.600 millones de personas tienen que vivir con menos de 2 dólares al día para que ese 1% pueda acumular un 11% más de riqueza. O más de 14 millones de españoles ver cómo sus salarios se ha devaluado un 25%, y otros 21 millones han perdido hasta un 30% de sus rentas para que ese 1% de españoles más ricos haya multiplicado su riqueza incluso en los años más duros de la crisis.
La alternativa no puede estar en “humanizar el capitalismo”, sino en acabar con la explotación. Denuncia Oxfam como las grandes compañías sólo buscan el “máximo beneficio”. Pero eso no se puede “humanizar” porque es una de las leyes fundamentales del capitalismo que funciona por leyes objetivas, independientemente de la voluntad de los propios capitalistas.
Es necesario un programa de Redistribución de la Riqueza capaz de aplicar medidas para “expropiar a los expropiadores”, medidas para que bancos, monopolios y grandes fortunas devuelvan, al menos una parte sustancial de la riqueza y rentas expropiadas a los salarios, pensiones y rentas de otros sectores del pueblo trabajador. Y detener la sangría del gigantesco trasvase de la riqueza nacional al capital extranjero.
Y como primera medida, frente a los “expropiadores de salarios, pensiones y rentas” hay que empezar por redistribuir la riqueza ya. Subir salarios y pensiones para que nadie cobre menos de 1.000 euros al mes.
Este es el camino para acabar con las desigualdades, ir a la raíz, atacar la explotación y hacer frente a las imposiciones de las grandes burguesías monopolistas nacionales y a los principales explotadores del mundo.