Según la encuesta que hoy publica El Mundo sobre intención de voto para las europeas del 7 de junio, el PP será el claro ganador de estas elecciones. Con una intención de voto del 41,2% supera por 4,4 puntos al PSOE, que experimenta una bajada de 5,6 puntos en relación con las europeas de 2004.
Para el eriódico, la desastrosa gestión de la grave crisis económica sería la razón principal de la gran factura que los electores pueden pasarle a Zapatero en las europeas, en beneficio del PP de Mariano Rajoy, cuya tendencia al alza, según El Mundo, es indiscutible. Sin embargo, tampoco Rajoy tiene muchos motivos para lanzar al aire las campanas. Pues, pese al hundimiento de Zapatero en los sondeos, el PP sólo obtendría un crecimiento del 1,1% respecto a las anteriores europeas, perdiendo incluso entre 1 y 2 escaños por la reducción en el número de diputados españoles en la eurocámara. La gran triunfadora, de acuerdo a la encuesta, sería, por tercera elección consecutiva, la UPyD de Rosa Díez, a quien el sondeo otorga la posibilidad de obtener de hasta dos escaños y que está ya en camino de disputarle a IU la condición de tercera fuerza política, con un 4,4% de intención de voto. Unos resultados que, de confirmarse, como valora el periódico, serían todo un cambio de tendencia en la política española. Editorial. El Mundo CASTIGO PARA ZAPATERO, PREMIO PARA EL PP Y ASCENSO DE UPyD TAL DIA COMO HOY hace un año, Zapatero tomó posesión ante el Rey de su cargo como presidente del Gobierno, tras haber ganado las elecciones por segunda vez. Ni en sus peores pesadillas pudo imaginar el líder socialista que este primer aniversario iba a ser políticamente tan amargo como lo está siendo. No sólo sus meritorios esfuerzos en política internacional han sido arrumbados por una atropellada crisis de Gobierno, sino que ni siquiera los cambios están sirviendo para dar un aire fresco al gabinete, objetivo último de toda remodelación. Con un voluntarismo que trata de compensar los tropezones de los últimos meses y seguramente para dar contenido al objetivo impuesto por Zapatero de imprimir «un cambio de ritmo», el Gobierno ha introducido una novedad en la acción política: las reuniones bilaterales entre los miembros del Gabinete. La nueva vicepresidenta segunda está recibiendo, uno por uno, a todos los ministros para coordinar las actuaciones contra la crisis. El flamante ministro de Fomento no ha parado un momento desde que tomó posesión y Trinidad Jiménez aprovechó el Sábado de Gloria para su primer contacto con las políticas sociales. Esta hiperactividad ministerial en los días centrales de las vacaciones de Semana Santa hace aún más evidente que el momento elegido para la crisis no ha sido precisamente un acierto. Es posible que esta laboriosidad de los nuevos ministros sea bien vista por los españoles que estén pendientes de la política a pesar de las vacaciones, pero mucho más van a tener que trabajar para fortalecer al PSOE, que atraviesa por uno de sus momentos de mayor debilidad desde que Zapatero llegó al Gobierno en 2004. Así lo confirma la encuesta que hoy publicamos sobre intención de voto para las europeas del 7 de junio. Según el sondeo, el PP ganará con claridad estas elecciones y con un porcentaje del 41,2% se sitúa a una distancia de 4,4 puntos del PSOE, que experimenta una bajada de 5,6 puntos en relación con las europeas de 2004. Ello supondría una pérdida de entre cuatro o cinco escaños para los socialistas. El PP también perdería uno o dos por la disminución del número de eurodiputados que corresponden a nuestro país. La desastrosa gestión de la grave crisis económica es el motivo de la gran factura que pueden pasarle los electores a Zapatero en la cita de junio, en beneficio del PP de Mariano Rajoy, cuya tendencia al alza es indiscutible, como demostraron las autonómicas gallegas del 1 de marzo. Los resultados se ajustan a la lógica de unas elecciones como las europeas, en las que los votantes aprovechan la ocasión fundamentalmente para castigar a los gobiernos nacionales. Los socialistas tienen motivos para la inquietud, aunque tampoco el PP debe pecar de triunfalismo, ya que el sondeo sólo le atribuye un crecimiento del 1,1% respecto a las anteriores europeas. A estos efectos, hay un dato en el sondeo muy relevante: el ascenso de UPyD. El partido de Rosa Díez -con un proyecto nacional muy claro- está en condiciones de lograr hasta dos escaños y disputa a IU la condición de tercera fuerza política con un 4,4% de intención de voto. De confirmarse este pronóstico el 7 de junio, supondría, desde luego, todo un cambio de tendencia en la política española. En este caso, para bien EL MUNDO. 12-4-2009 Prensa Digital. El Confidencial ¿SE AVECINA OTRO DRAMA EN BOLSA? E. Segovia El fuerte rebote de la bolsa en las últimas semanas ha anestesiado a los medios de comunicación y parece que lo peor ha pasado. Pero, debajo de la superficie, las cosas son muy distintas. Numerosos inversores españoles se están apuntando a una práctica de alto riesgo para intentar recuperar las fortísimas pérdidas sufridas hasta ahora y que, si les sale mal, puede provocar un nuevo drama todavía peor que el sufrido hasta marzo. Lo que están haciendo es comprar con un fortísimo apalancamiento (endeudamiento), normalmente a través de CFDs, lo que puede generar pérdidas tremendas si el mercado se vuelve a venir abajo. Que es precisamente lo que están pronosticando cada vez más analistas. La historia es muy común. Un inversor que tiene acciones en su cartera ha perdido entre el 50% y el 70% de su patrimonio en la tendencia bajista; o incluso más si invertía en valores de alto riesgo -por ejemplo, bancos- o bien si lo hacía apalancado, es decir, financiando las compras a crédito. Una práctica que ha sido extraordinariamente habitual en la banca privada española en los últimos años y explica en parte la gravísima crisis que atraviesa el sector en la actualidad. Pues bien, este inversor ve ahora cómo el mercado rebota con fuerza (un 27% desde mínimo a máximo, hasta ahora, en el caso del Ibex) y ve la oportunidad para recuperar sus pérdidas, aunque sea parcialmente. Pero claro, tiene un problema: no tiene liquidez para invertir. ¿Qué hacer entonces? Pues no le queda más remedio que apalancarse otra vez, y para ello la forma más fácil son los CFDs. Precisamente, la fuerte promoción de los CFDs (contratos por diferencias) en la pasada edición de Bolsalia resultaba muy sorprendente, al igual que el hecho de que todas las firmas especializadas en este producto aseguren que les va muy bien y que el volumen de negocio no para de crecer. (…) Los CFDs consisten en un contrato entre el inversor y una entidad financiera por la que ésta compra los títulos en bolsa y financia la adquisición, de modo que el inversor sólo tiene que poner una pequeña parte de la inversión total (de ahí viene el apalancamiento). Este contrato se liquida cuando desee el cliente, que gana la diferencia entre el precio de compra y el de venta, como si hubiera comprado directamente las acciones. Ahora bien, esta estrategia es arriesgadísima porque, si el mercado se vuelve a dar la vuelta y empieza a caer, las pérdidas pueden ser de tal calibre que dejen pequeñas a las sufridas hasta ahora por el efecto del apalancamiento, que multiplica las ganancias pero también las pérdidas. Y ese escenario no es tan difícil de imaginar: de hecho, la mayoría de los analistas cree que estamos en un rally de mercado bajista, es decir, en un rebote dentro de la tendencia bajista principal que se retomará cuando esta subida llegue a su fin. Algo que muchos creen que está cerca a la vista de la incapacidad de los índices para superar las primeras resistencias serias en los últimos días y de que la economía sigue muy lejos de recuperarse en todo el mundo. De hecho, este viernes Nouriel Roubini, el gurú de la crisis subprime, insistía en que la tendencia bajista no ha terminado y lo justificaba porque "las noticias macroeconómicas, los resultados empresariales y las conmociones financieras están empeorando y, por eso, creo que esto todavía es un rebote" (…) "Creo que se avecina otro drama", opina un experto del mercado. "La gente que más ha perdido y que es la que ha entrado en este juego puede sufrir una catástrofe si el mercado se le pone en contra otra vez y no es capaz de salirse a tiempo", añade (…) EL CONFIDENCIAL. 12-4-2009 Editorial. El País LA ECONOMÍA CHINA ES CRUCIAL Para la recuperación de la economía global, el final de la muy pronunciada desaceleración de la economía china es una de las piezas esenciales. Que ello tenga lugar en el contexto del esquema de coordinación multilateral, sin acentuar las tensiones proteccionistas subyacentes, es crucial. China necesita al resto del mundo para garantizar la continuidad de la transformación emprendida hace dos décadas, pero el resto del mundo precisa de una China menos volcada hacia las exportaciones. Uno de los elementos que amparaban hasta hace pocos meses la esperanza de que la crisis financiera no derivara en una recesión mundial era la posibilidad de que algunas economías consideradas emergentes compensaran el desplome en la demanda de las economías avanzadas. Los BRIC, y de forma destacada China, habían sido tractores del crecimiento mundial en los últimos cinco años y bien podrían contribuir a esa diferenciación de ritmos de crecimiento. No ha sido así. China no volverá a crecer a tasas algo superiores al 10% anual como lo ha estado haciendo en la última década. En la segunda mitad del pasado año inició una acusada contracción en la expansión de su producción, según los indicadores parciales disponibles. Aun cuando se frenara ese desplome y se estabilizara la demanda exterior, decisiva para el crecimiento chino, no se alcanzarían los objetivos de las autoridades de mantener un ritmo de crecimiento en el entorno del 8% en este año. Las previsiones sitúan esa tasa en el entorno del 6%, sin que puedan descartarse niveles inferiores, frente al 9% registrado el año pasado. Un comportamiento tal puede generar tensiones sociales en aquel país, de trascendencia desconocida, que lleguen a condicionar los grandes avances registrados en los últimos años (…) Una tasa de ahorro relativamente elevada, reducido endeudamiento, capacidad de atracción de inversión extranjera y un excepcional volumen de reservas internacionales constituyen ventajas diferenciales frente a otras economías enfrentadas a un similar empeño estimulador (…) (…) Que esos estímulos se coordinen con los adoptados por las demás economías presentes en el G-20 es una de las condiciones para favorecer una salida conjunta de la recesión global. La otra, sin temor a ser reiterativos, es la incorporación de ese país a todas las instancias de gobierno global, incluido el selectivo G-7, con el fin de exorcizar la hoy más inquietante de las amenazas proteccionistas, sin duda el peor de los obstáculos a la prosperidad global. Nunca ha sido más crucial la integración completa de China. EL PAÍS. 12-4-2009