Una operación antiterrorista de la policía italiana contra la extrema derecha ha acabado descubriendo un auténtico arsenal de guerra en Turín que incluye un misil en perfecto estado de funcionamiento, rifles de asalto de última generación, municiones y propaganda neonazi.
La noticia aumenta la preocupación por la radicalización de la ultraderecha en Europa tras lo ocurrido en Alemania el pasado 2 de junio, con el asesinato de Walter Lübcke, un alcalde del partido de Ángela Merkel, por un neonazi.
La operación se ha desarrollado en varias ciudades del norte de Italia: Turín, Milán, Varesse, Pavía, Novara y Fortí, dirigida por la fiscalía de Turín que investigaba, desde hace un año, a ciudadanos italianos cercanos a la extrema derecha que habrían luchado como mercenarios en la región uncraniana de Donbass junto a los prorusos en el conflicto que llevó a la anexión de Crimea por Rusia.
Lo que de verdad enciende todas las señales de alerta no es tanto que la ultraderecha sea xenófoba y eurófoba, sino que sean una fuerza de choque en la calle con acceso a este tipo de arsenales
Según declaraciones del jefe de la policía de Turín, recogidas por el periódico italiano La Stampa, “el material incautado merece la máxima atención” ya que incluye armas de guerra sofisticadas, 26 de rifles de asalto automáticos de última generación y 306 pistolas, con visores de rifle y silenciadores, abundante munición de diferentes calibres y hasta un misil aire-aire Matra, de fabricación francesa, “en perfecto estado de funcionamiento”, como los utilizados por el ejército de Qatar. Junto con material de propaganda neonazi.
Hasta el momento han sido detenidas tres personas. Fabio Del Bergiolo, 60 años, un exguardia de aduana, excandidato al Senado del partido neofascista Forza Nuova, conocido por sus ataques a los inmigrantes a los que llama “monos”, “negros” e “invasores de Europa”, en cuya casa se encontró parte del arsenal; junto a otro italiano y un suizo acusados de intentar vender el misil que escondían en un hangar del aeropuerto.
La sombra del terrorismo negro en Italia
La alarma por “la sombra del terrorismo negro en italia”, como titulaba el diario digital italiano, “wired.it”, se ha visto reforzada por otro hecho paralelo relacionado con Forza Nuova. El mismo día que se descubría el arsenal de guerra, la segunda sección penal de Roma sentenciaba a otros cuatro miembros del partido neofascista, entre ellos el líder romano de Forza Nuova, condenado a 4 años por violencia, lesiones y resistencia a un funcionario público, que en 2017 impidieron el acceso a una vivienda de alojamiento popular de una familia de origen italiano y eritrea, lanzándoles adoquines y otros objetos al grito de: “Tu esposa es negra, vete, no te dejaremos vivir aquí”.
Estos hechos explican, insiste “wired.it”, “la naturaleza de Forza Nuova: un partido fascista, un escuadrón, que hace de la violencia y la intimidación su pan de cada día… En 24 horas, en resumen, tuvimos la confirmación total del peligro de Forza Nuova y el extremismo de derecha…, porque nos recuerdan, si lo hubiéramos olvidado, que el neofascismo no solo es una leyenda urbana, sino una realidad en posesión de misiles…”
Preguntas inquietantes: ¿por qué y para qué tienen este tipo de armas? ¿Cómo acceden a ellas? ¿Quién o quiénes facilitan su acceso a ellas y con qué oscuros intereses?
No conocemos la intrahistoria del misil, pero como dice el digital italiano no hay que olvidar. Sabemos que las tramas de la ultradrecha no son “cuatro flipados” que campan por el mercado negro de armas, y en particular en Italia sabemos el papel que los grupos de la ultraderecha italiana jugaron en la década de los 70 y siguientes, conocidos como “los años de plomo”, su conexión con la estrategia de guerra sucia (como la infiltración y las operaciones de falsa bandera) de la Red Gladio creada por Estados Unidos (por la CIA) en Europa y que en Italia tenía como uno de sus objetivos centrales, reconocido en un informe presentado en el parlamento italiano en el año 2000, impedir al entonces poderoso Partido Comunista Italiano acceder al poder ejecutivo.
Para no olvidar
El debate abierto estos días en Italia, especialmente en las redes de internet, ha conectado con el que sacudió Alemania a principios de junio, tras el asesinato por un neonazi del alcalde “amigo de los inmigrantes” y conocerse el informe del ministerio del Interior alemán que estima que hay 12.700 radicales de extrema derecha dispuestos a protagonizar actos violentos. “Hay que recordar lo que surgió este mes de las investigaciones contra el terrorismo en las redes neonazis en Alemania”, esta referencia del chat del diario La Stampa una de las que aparecen en los debates de Internet.
En los dos países se destaca como preocupante el nuevo contexto en el que proliferan los grupos neonazis/neofascistas con la llegada a los parlamentos de los partidos de extrema derecha como Alternativa por Alemania y La Liga de Matteo Salvini que legitiman las ideas de los grupos ultras radicalizados de la calle.
Pero lo que de verdad enciende todas las señales de alerta no es tanto que la ultraderecha sea radiclamente xenófoba y eurófoba, sino que sean una fuerza de choque en la calle con acceso a este tipo de arsenales de armas de guerra, como ha revelado el arsenal descubierto por la policía italiana. Junto con la conexión histórica de estos grupos con las cloacas más sórdidas de oscuros servicios de inteligencia.
Alertas que inevitablemente llevan a hacerse preguntas inquietantes. ¿En qué medida el arsenal descubierto en Turin da la medida del agujero negro de la ultraderecha que no se destapa? ¿Por qué y para qué tienen este tipo de armas? ¿Cómo acceden a ellas? ¿Quién o quiénes facilitan su acceso a ellas y, sobre todo, con qué oscuros intereses? ¿Hay conexiones entre los grupos neonazis/neofascitas de diferentes países de Europa?
No conocemos mucho de la respuesta a cada una de estas preguntas, razón más que suficiente para mantener abiertas todas las alertas.