La formación de la MERP hace ahora 5 meses y las iniciativas llevadas a acabo en este tiempo han sacado al escenario político el tema de las pensiones. Y al hacerlo, ha puesto de manifiesto el gran rechazo social que su reforma provoca y la capacidad potencial que tenemos en esta batalla de unir al 90% de la población y a un amplísimo conjunto de fuerzas, de lo social a lo político y de la derecha a la izquierda.
Ellos son conscientes del aislamiento en que se encuentran. Y por eso están barajando suavizar su contenido y retrasar la aplicación de las recomendaciones más duras del “comité de expertos” –que dejarían convertidas en el plazo de unos años las pensiones publicas en poco más que unas pensiones asistenciales– previsiblemente hasta 2019, buscando una coyuntura más favorable. Y ello a pesar que de acuerdo con los planes de Washington y Berlín, expresados reiteradamente por el FMI y Bruselas, el inicio del nuevo curso político debía estar marcado por la aprobación ineludible antes del final de año de la ley de Sostenibilidad del Sistema de Pensiones. «Cuando el gobierno vacila, nuestra respuesta no puede ser otra que redoblar la campaña» Sin embargo, la impopularidad y el rechazo unánime que, a derecha e izquierda, provoca la reforma de las pensiones parece haber aconsejado al gobierno a dilatar en el tiempo su aplicación. Aunque aún esta por verse la reacción del FMI y Berlín ante esta aparente marcha atrás del gobierno. Ya han demostrado en otras ocasiones –como ocurrió con la subida estratosférica de la prima de riesgo para forzar el rescate bancario– la capacidad de presión, chantaje y desestabilización de la que son capaces para conseguir sus objetivos.La implacable pérdida de votos del bipartidismo, la inestabilidad provocada por el caso Bárcenas y la incertidumbre de los giros que todavía pueda dar, la erosión política y electoral del gobierno cuando aún no ha llegado a la mitad de su mandato, la inminencia de las elecciones europeas en mayo de 2014 están en la base de que Rajoy trate de evitar el estallido de un nuevo frente de lucha que, además, en el caso de las pensiones, tiene tal potencial de convertirse en catalizador de una amplia unidad. Saben que, de aplicar ya la reforma en los términos exigidos por el FMI y Berlín, CCOO y UGT se verían sometidos a una gran presión y, pese a todas las campañas de desprestigio y demonización a que están siendo sometidos por el asunto de los ERE de Andalucía, posiblemente se verían arrastrados a encabezar una gran contestación social. Precisamente por ello, ahora, cuando el gobierno vacila, nuestra respuesta no puede ser otra que redoblar la campaña. No dejar pasar un sólo día sin que nuevas organizaciones se sumen a la MERP, sin que nuevas personalidades le den su apoyo, sin que miles de personas la conozcan y den su firma, sin que llegue a nuevas localidades.En apenas tres meses de existencia, la MERP ha conseguido recoger más de 200.000 firmas, ampliarse a 58 organizaciones, publicar un manifiesto de dos páginas en El País firmado y apoyado por un centenar de personalidades y varios cientos de firmas más. En los tres próximos meses, partiendo de la rica experiencia y el trabajo acumulado, tenemos que ser capaces de hacer dar otro salto cualitativo a la campaña. Ellos la temen porque son conscientes del aislamiento que tienen en este asunto. Nosotros, ahora que la reforma de las pensiones va a ponerse en primer plano con su discusión parlamentaria, debemos redoblar nuestro trabajo para unir al 90% de la población y acumular fuerzas en el seno del pueblo, golpeándoles en el punto donde son más débiles y están más aislados.