he New York Times describió a Steve Jarding como la persona que «gana las elecciones que no se pueden ganar». Ése es el escenario al que se enfrenta Mariano Rajoy tras tres años que resume como de incumplimiento de promesas, recortes y ascenso de una formación como Podemos. En este clima, quien ha educado a los asesores de Rajoy y ha tenido clientes en el gobierno de España asegura que fenómenos como el de Podemos no son una sorpresa y que pueden haber roto el panorama político en España. «A día de hoy la gente tiene menos miedo al cambio que a la falta de cambio», defiende un estratrega que sólo ve una táctica viable para el PP: sembrar el miedo a la alternativa.
Vozpópuli: ¿Cómo ve la situación política en España? ¿Qué le parece la emergencia de Podemos y la caída de las fuerzas tradicionales?
Steve Jarding: El respeto por los políticos y las instituciones políticas está en su punto más bajo de la historia en las llamadas “democracias representativas”. Fenómenos como el de Podemos se veían venir desde hace tiempo porque el público es más receptivo a “echar a los bastardos” del poder de lo que han sido nunca. Y el mundo entero está atento a lo que pasa en España. Si los titulares son que Podemos gana, el mundo va a aprender muy deprisa y va a decir: “¡Mierda! ¿Qué ha pasado? Lo que ha pasado allí puede pasar aquí”. Si ganan, y creo que los dados ya están echados, mucha gente en el mundo se va a sentir envalentonada por esa victoria. Si pierden, el mundo todavía pensará que lo han hecho bien y que han quedado cerca del poder. Así que incluso si pierden, no sé si realmente perderán. Podemos ha ganado ya.
VP: ¿Y qué pasará a largo plazo? ¿Es un cambio permanente del panorama político o tras Podemos habrá una decepción?
S.J: Me temo que el control y el secuestro del gobierno en la actualidad es el mayor que hemos vivido en la historia. Por eso, incluso si Podemos gana las elecciones, hay demasiadas variables que el gobierno español no controla, desde la UE hasta la economía pasando por múltiples instituciones. Así que las posibilidades de que cumplan son escasas.
Dicho eso, si uno echa un vistazo al por qué hay tal rechazo a la política, la respuesta es porque no funciona: hay una creciente desigualdad de rentas hay políticas medioambientales equivocadas, falta de inversión en educación e infraestructuras. Si Podemos triunfa y siente que ha recibido un mandato y está a la altura de su programa y la redistribución de la riqueza, el mundo entero estará mirando y pueden convertirse en un ejemplo internacional. A día de hoy, la gente tiene menos miedo al cambio que a la falta de cambio. ¿Por qué pensaron los políticos que la gente no iba a decir en ningún momento “basta”?
VP: Como alguien que ha participado en las campañas de los grandes partidos con Hillary Clinton, Al Gore, Tom Daschle o John Edwards ¿Le ha sorprendido la emergencia de fuerzas minoritarias como Podemos?
S.J: Me temo que no. El fenómeno ha estado hirviendo desde hace mucho tiempo. Cuando las leyes, la política fiscal, la política monetaria permiten la globalización de la desigualdad, ocurren estas cosas. Esto no debería sorprender a nadie. Se ha gestado durante generaciones. Los sueldos medios en América son más bajos hoy que hace 30 años y se han perdido las protecciones sociales y las coberturas sanitarias en un sándwich que explica qué está pasando. Así que lo que ocurre no debería sorprender a nadie.
VP: Usted ha sido definido como el estratega que gana las elecciones que no se pueden ganar. Así le describen alumnos suyos que a día de hoy son los asesores de Rajoy ¿Qué estrategia les recomendaría?
S.J: A Rajoy sólo le queda la estrategia del miedo. El reto para Rajoy es asustar lo suficiente a los electores para que no voten a otras opciones, como hizo Obama. Rajoy tiene que convencer a la gente de que la alternativa es peor que sus incumplimientos. Y eso es difícil si tienes enfrente un movimiento como Podemos que promete inversión en la población. Si me pidieran consejo, yo convencería a los españoles de que la otra opción es peligrosa y de que no quieren correr riesgos. Porque el debate de fondo sobre la clase media o la recuperación es una receta para el desastre.
VP: Eso es lo que ya se está haciendo. ¿Cree que Rajoy puede ganar las elecciones?
Lo tiene muy difícil. Tiene que darle a la gente una razón para reelegirle y si tras su primer mandato el paro sigue en el 25%, si la subida de impuestos en total sigue ahí, si se sigue recortando el gasto y si ese sigue siendo el mensaje será imposible ganar. Si yo estuviera en el campo de Rajoy, lo que más me preocuparía es que el 60% de sus votantes confiesen que no le quieren volver a votar. Incluso siendo una pregunta en vacío y que algunos regresarán, es un resultado que sugiere que su cuesta arriba es más bien una escalada.
VP: Más allá de lo que digan las encuestas, tácticamente ¿cómo se jugarán las elecciones? ¿Quién contará con ventaja?
S.J: Es demasiado pronto para ser categórico. Pese a la fuerza de Podemos hay muchas dudas abiertas ante los ojos del mundo sobre si tienen la capacidad organizativa y la consistencia o si pueden colapsar. Hasta el momento, nadie los ha definido. Pero dicho eso, se puede argumentar que el candidato y el partido que define el terreno antes, gana la carrera. Ahora mismo, Podemos ha hecho mejor trabajo definiendo los asuntos de debate público. Si son capaces de sostener eso, será difícil vencerles. El PP tiene que cambiar el mensaje con el argumento de que son peligrosos y que la gente debe tener miedo pero la cuesta arriba para el PP es muy cuesta arriba.
VP: Por último, al margen de la estrategia de los políticos, ¿espera un cambio de la política? ¿Es usted optimista sobre el futuro?
S.J: En algún momento, la gente se va a levantar y va a decir: “Hemos tolerado lo suficiente. No vamos a soportar esto más”. Tengo un amigo economista en Harvard con el que bromeo: “¿Cuándo vamos a comenzar a vender antorchas y horquillas a la gente?” Y, la pregunta en serio, es ¿cuándo se devuelve el poder a la gente?” En algún momento, la clase media se levantará para decir: “oiga, esto no está funcionando. Y ya llegan tarde”.