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Tenemos que convertir la huelga general del 29-M en un éxito, porque es mucho lo que nos jugamos. Y todavía más lo que podemos ganar. Pero hacer de la huelga general un gran éxito para los intereses del 90% de la población exige, antes que nada, tener claridad y conciencia de a quién nos enfrentamos y por qué objetivo hemos de luchar. Y sacar la discusión del engaño en que quieren meternos. ¿El objetivo de la huelga debe ser obligar a Rajoy a sentarse a negociar una reforma que sea menos agresiva para los trabajadores? ¿O por el contrario la huelga general debe ser el inicio de una ofensiva por nuestra parte? Después de más tres años de crisis y de un ataque incesante contra nuestros intereses, ha llegado el momento de plantar cara a esta gente, de que millones de personas demos un puñetazo en la mesa y digamos que ya está bien, que sí que hay otro camino, otra alternativa para salir de la crisis en beneficio de la mayoría. Y que estamos dispuestos a luchar por hacerla realidad. La experiencia de estos tres años nos ha demostrado sobradamente que colocarnos a la defensiva, que aspirar únicamente a que no nos machaquen tanto sólo conduce a que ellos se envalentonen, se crezcan cada vez más y ahora vengan a sacarnos hasta las entrañas. Cuanto más retrocedemos nosotros, más voraces se muestran ellos. Y se atreven a cuestionarlo todo: los salarios de los que viven nuestras familias, las pensiones de nuestros mayores, la educación de nuestros hijos, nuestra salud y nuestra vida, el techo bajo el que vivimos,… ¡Ya está bien! Es el momento de hacerles frente, de plantarles cara, de dar una respuesta a la altura del saqueo al que nos están sometiendo. Mientras más nos acobardemos nosotros, más se crecerán ellos. Y al contrario, cuanto más decidida y contundente, más sin miedo y a la ofensiva sea nuestra respuesta más retrocederán ellos. Porque son ellos, y no nosotros, los que más tienen que perder.
¿Reforma o saqueo?
La realidad a la que nos enfrentamos es que el 90% de la población estamos sufriendo un auténtico saqueo en nuestros salarios y condiciones de vida para que un puñado de bancos y multinacionales concentren en su manos cada vez mas riqueza a costa de nuestro empobrecimiento. Saqueo que viene impuesto desde el exterior, desde Washington y Berlín, a través de las recetas del FMI y Bruselas, y del que la reforma laboral es sólo un capítulo más. «Contra los recortes del FMI y Bruselas… ¡Sí hay otro camino! ¡Redistribución de la riqueza para acabar con el paro!»
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Nunca como hasta ahora las filiales en España de las grandes multinacionales habían obtenido tantos beneficios. Cuanto más bajan los salarios aquí, más ganan ellas por la venta de sus mercancías en el extranjero donde destinan el 80 o el 90% de su producción. Mientras para la inmensa mayoría de pequeñas y medianas empresas –que tienen en el mercado interno su única fuente de ventas e ingresos–, la rebaja del poder adquisitivo de la mayoría y la caída del consumo sólo va a suponer más ruina y nuevos cierres.
Nunca como hasta ahora los gigantescos fondos de inversión norteamericanos –Chase Nominees, Blackrock, Capital Group, State Street Bank, Fidelity,…– habían encontrado mayores facilidades para ampliar su grado de participación y control sobre las grandes empresas españolas, hasta el punto de que ya poseen alrededor del 45% de las acciones del Ibex-35, se calcula que controlan entre el 25 y el 40% de las acciones del Banco Santander y del BBVA y hasta se han convertido en los mayores dueños del negocio de una sanidad cada vez mas privatizada gracias a los recortes.
Ellos son los que, en nombre de que hemos vivido todos estos años por encima de nuestras posibilidades, imponen rebajas salariales, recortes sociales y reformas laborales para seguir acumulando beneficios y riqueza a nuestra costa.
No es, como quieren hacernos creer, que la crisis nos ha hecho mas pobres y por eso hay que aceptar todo tipo de rebajas y recortes. En España existe mucha riqueza, ¿por qué si no iba a comprar la banca deuda pública española, los fondos de inversión hacerse con el Ibex-35 o las multinacionales aumentar sus inversiones en España? Todo el problema que tenemos es cómo está distribuida esa riqueza y quién se la está quedando.
Sí hay otro camino
Nuestro objetivo el 29-M no puede ser otro que avanzar en que se abra paso otra alternativa para acabar con el paro y salir de la crisis en beneficio de la mayoría. Y claro que aplicando una política de redistribución de la riqueza podemos hacerlo.
Sólo negociar, como han hecho desde Argentina hasta Islandia, una quita del 70% de los intereses de la deuda pública en los próximos 4 años, significa disponer de más de 70.000 millones de euros para invertir en creación de riqueza y empleo.» Trabajadores y autónomos, parados y funcionarios, estudiantes y pensionistas… ¡Todos sufrimos los recortes! ¡Todos unidos en la huelga!»
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Sólo exigir a la banca la devolución del dinero del rescate bancario, ahora que el Banco Central Europeo les permite recibir todo el dinero que quieran a un 1% de interés, supone disponer de otros 100.000 millones de euros.
Un total de 340.000 millones de euros que son mas que suficientes para crear 5 millones de puestos de trabajo en los próximos 4 años. Y aún sobran 140.000 millones para mejorar (y mucho) la sanidad y la educación, aumentar (y mucho) las pensiones, ayudar (y mucho) a los dependientes o multiplicar (y mucho) la inversión en I+D+i.
¿Quién ha dicho que no hay otra salida a la crisis que rebajar salarios y recortar gastos sociales?
Evidentemente, los que se están enriqueciendo quedándose con el dinero de las rebajas y recortes.
Ante todo, la unidad
Nada más conocerse la convocatoria de la huelga, ha empezado una salvaje campaña contra ella. Lo cual no es más una prueba de que les puede hacer daño, mucho daño, si nosotros sabemos organizarla.
Y sabemos dirigir su filo principal no contra “un gobierno de derechas”, ni siquiera contra “la voracidad de la patronal”, sino contra el saqueo y las imposiciones del FMI y de Bruselas, de Washington y Berlín.
Imposiciones que afectan por igual a trabajadores y pymes, a parados y funcionarios, a pensionistas y estudiantes, a pacientes y médicos, a hipotecados y a familias al borde del desahucio…
Hay que hacer que en el 29-M confluyan y se unan también las movilizaciones de los estudiantes, las luchas por la defensa de la sanidad pública, la de las familias contra los desahucios, el 15-M,…
En nuestras manos está que el 29-M sea un éxito, participando en organizar la huelga general en los centros de trabajo y estudio, en los barrios y pueblos desde ya mismo. No apoyarla bajo el pretexto de estar en contra de las cúpulas sindicales o debilitar su unidad convocando movilizaciones al margen, es contrario a los intereses populares.
El 29-M no es el final de nada, pero podemos y debemos convertirlo en el principio de todo si nos la planteamos como el inicio de una ofensiva general y sirve para elevar nuestro nivel de organización, avanzando hacia la formación de un Frente Amplio que una al 90%.
Por eso, en el tiempo que queda hasta el 29-M:
Madre/padre de familia: acude al AMPA de tu colegio para que hacer que se sume a la huelga porque es la educación de tus hijos lo que está en juego.
Pensionista: moviliza a tu centro o asociación que hay que participar en el 29-M porque es con tu salud y con tu vida con lo que están jugando.
Autónomo, comerciante, pequeño o mediano empresario: difunde entre tus compañeros y clientes por qué hay que ir a la huelga para que el dinero del rescate bancario se convierta en financiación para autónomos y pymes.
Estudiante: agrupa a tus compañeros de instituto o facultad para que participen en la huelga general porque es tu futuro lo que están robándote.
Trabajador: organiza la huelga en tu empresa porque es tu salario y el bienestar de tu familia lo que te están quitando.
Si nos unimos todos, ¡claro que sí podemos convertir el 29-M en un gran éxito y hacerles retroceder! ¡Tenemos todo por ganar!