135 millones de euros nos hacen mirar en dos direcciones concretas desde el uerto Asturiano del Musel. Puerto mercantil que históricamente se ha nutrido de la industria cercana, acometía hace algún tiempo unas obras de ampliación que comenzaron a sobrepasar los costes iniciales, dando lugar a un entramado de líneas de financiación en las que no estaba nada claro quién se haría cargo de estos 135 millones de euros, a los que se les ponían diferentes dificultades desde la UE, y los Gobiernos central y Regional. Hace tan solo unos días una noticia nos daba un dato que enlazaba dos situaciones, el descenso de producción y portes de Acerlor-Mital hundía el puerto del Musel. Durante años, esta gran industria del acero, había nutrido de portes y trabajo al puerto del Musel. Los expedientes de regulación de empleo realizados por Acerlor-Mital y el descenso de la producción, dejaban mermada en dos terceras partes la cantidad de materia prima que pasaban por el puerto del Musel. Significaba un hundimiento importante en la actividad portuaria registrada en el Musel. Sin embargo, el ladrillo parece ser el que sigue mandando. Si con esta noticia las prioridades debían estar meridianamente claras, parece que mientras no se da ninguna alternativa que impulse y fortalezca la actividad productiva de Acerlor en beneficio de la producción y los puestos de trabajo, la financiación del puerto ya está resuelta. Estos 135 millones de euros ya tienen padrino, los pondrá según ha declarado El consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras, Francisco González Buendía “el principio de autofinanciación de Puertos del Estado. Dicha afirmación implica que será dentro del sistema portuario donde se resolverá el problema, si la Comisión Europea niega definitivamente más ayudas y para ello tiene un instrumento que ya utiliza, como es el Fondo de Compensación Interportuario, del que el puerto gijonés es histórico acreedor, es decir, que aportó siempre mucho más de lo que de él recibe”. Pero ¿Cuáles deben ser las preferencias? Desde luego que la inversión de 135 millones de euros en un puerto en el que la actividad ha mermado en dos terceras partes no parece lo más indicado, mientras se financia ladrillo y hormigón, la industria del metal y la actividad portuaria se hunden dadas de la mano. Un destino responsable de esta cantidad de millones de euros debe ser una exigencia de peso, y asegurar la producción, actividad y puestos de trabajo es el punto cero que se debe asegurar en primer lugar. Invertir para sacar adelante la industria del acero, reinvirtiendo beneficios y asegurando la riqueza y el empleo desde los cuales y solo desde ellos es posible plantearse una ampliación del puerto y los servicios portuarios que en este momento permanecen de brazos cruzados por la falta de trabajo.