La pasada jornada del 12m fue ejemplo de la continuidad de la protesta popular. Una vez más y por iniciativa de 15m, se organizaron manifestaciones en la mayor parte del territorio español.
Con un seguimiento masivo y un ámbito popular que abarca desde los estudiantes a jubilados, de parados a mileuristas así como representantes de la pequeña burguesía española, todos ellos enmarcados a la cabeza con “nosotros el pueblo, el 99%”. Tanto los recorridos como el horario acordado por gobernación, no dieron cabida a la magnitud de la protesta. Y pusieron una vez más de manifiesto el incontrolable aumento de rechazo en el pueblo.
«“mediamerkel nos controla, -yo no soy tonto”»
Las continuas consignas en ataque a los abusos de la banca, así como a la ineptitud de nuestros gobernantes no fueron la única tónica de la protesta. Ahora sin duda se pone en la palestra la intervención extranjera en nuestros órganos de gobierno “mediamerkel nos controla, -yo no soy tonto”. También se remarcaron consignas como “no es nuestra, esa deuda, con la que jugáis”, o “PIIGS del mundo, unámonos”No podemos hablar del mismo movimiento popular de hace un año, que toda aquella creatividad artística puso de manifiesto en sus protestas. Sino más bién, de un movimiento que consume sus esfuerzos en indagar e incentivar alternativas de lo más diversas. No lima la superficie económica del país, sino que denuncia las raíces y propone nuevas metas. En definitiva, un movimiento más radicalizado de hecho y no en apariencia.Ahora más que nunca el pueblo demanda unidad. Ya no son solo ataques a los parados, a los trabajadores o a los pensionistas. Es un ataque al 99% que todos rechazan en conjunto. Ya no es solo Camps o la F1, ahora es el deutsche bank y Merkel, ahora son los monopolios Yankis y Obama.La pelota esta en juego y una buena organización, unión y conciencia del pueblo, dará el golpe definitivo para ganar el partido. Por eso las protestas del pasado sábado fueron ejemplo y cancha para en esperado cambio. Es hora de pasar entonces de la cohesión a la organización, que nos dotará de la suficiente fuerza.