100 personas, entre ellas tres bebés, se han ahogado tras el naufragio de su patera, mientras el único barco especializado en la zona, el Open Arms, ha sido ignorado por las autoridades libias e italianas en las labores de rescate.
La ONG Proactiva Open Arms denuncia que recibió el aviso de emergencia y que no se les dejó acudir al rescate. Según Óscar Camps, presidente de la ONG española Proactiva Open Arms, uno de sus barcos de rescate recibió el aviso de esta emergencia. Sin embargo, como viene siendo habitual en las últimas semanas, al Open Arms no se le permitió acudir a este rescate, pese a estar a pocas millas de la tragedia. Más de 1.000 personas han muerto en el Mediterráneo en lo que va de año, según la OIM.
Libia se ha convertido en la principal vía de paso hacia Europa, ante las dificultades que supone el paso desde Turquía a Grecia, o por Marruecos a España. Los migrantes que se concentran en este país, esperando una embarcación pueden ser entre 700.000 y 1 millón. En esta situación extrema, han emergido mafias de trata de esclavos, tráfico de personas, torturas, violaciones, un horror diario muy alejado de la “primavera árabe” que nos vendían en Occidente nuestros gobiernos.