Todo en el libro de Zapatero es mentira. Comenzando por su mismo título, «El dilema». El ex presidente quiere convencernos de que «enfrentó un doloroso dilema» Y que al final la fuerza de los hechos le obligó a aplicar los recortes. No es verdad. La realidad es que Obama le llamó de madrugada. Y al día siguiente ya estaba en el parlamento recitando las medidas que le habían ordenado. Zapatero no es el «señor Dilema», sino el «Señor, sí Señor».
Las memorias de Zapatero arrancan el 12 de mayo de 2010, cuando compareció en el Congreso y, en dos minutos y medio y con 270 palabras, presentó un giro de 180 grados en su política.
Anunciando, entre otros recortes, la bajada de sueldo de los funcionarios, la congelación de las pensiones o la entonces nueva reforma laboral.
Apenas 12 horas antes, en plena madrugada española, Zapatero recibió en Moncloa una llamada de Washington. Obama en persona le ordenaba presentar al día siguiente en el parlamento español el mayor programa de recortes de la historia reciente.
Entonces, Zapatero no tuvo ningún “dilema”. Obedeció las órdenes como un disciplinado subalterno. Incluso llegó a decir que las aplicaría “me cueste lo que me cueste”.
Salvando las distancias, Berlanga habría hecho una extraordinaria película sobre Zapatero.
En “Bienvenido Mr Marshall” retrató con hiriente verdad la sumisión del franquismo ante los nuevos amos yanquis.
En 2010, apenas bastó una llamada telefónica para que el presidente español se cuadrara y obedeciera las órdenes… Aunque eso supusiera hacer exactamente lo contrario de lo que había dicho hasta entonces.
Todavía hoy, muchos se empeñan en decir que el principal error de Zapatero fue “el retraso en admitir y usar la palabra crisis para referirse a la situación económica”, ofreciéndonos a cambio unos inexistentes “brotes verdes”.
Aunque es cierto, esta es sólo una parte, y la menos importante, de la verdad.
Eso sería solo un “error de apreciación”. El pecado de Zapatero fue mucho más grave.
Plegándose a ejecutar, a pies juntillas, las medidas que ordenaban el FMI o Merkel. Aunque eso supusiera entregarle la mayoría absoluta a Rajoy.
Zapatero incluso se ha atrevido a desvelar la famosa carta del Banco Central Europeo, donde le ordenaba, a instancias de Merkel, reformar la Constitución para proteger los intereses de los grandes bancos europeos y norteamericanos
Cuando Washington y Berlín dictaron sus órdenes, Zapatero no dudó en rubricarlas. Sabiendo que eso implicaba salvajes recortes, por muchos años, para la sociedad española.
Por publicar sus “memorias”, Zapatero ha cobrado 700.000 euros. En algo hemos avanzado. Judas solo cobró 35 monedas.