Zapatero alerta de nuevas turbulencias

«No dibujó un horizonte halagüeño, admitió que tiene puestas «todas las alertas» ante posibles nuevas sacudidas en los mercados y se comprometió a mantener su impulso reformista hasta el último minuto de la legislatura, cruzada a la que invitó a sumarse al lí­der del PP, Mariano Rajoy. A la vuelta de las vacaciones navideñas, José Luis Rodrí­guez Zapatero comparecerá en el Congreso para detallar la agenda social del Gobierno».

A Esaña le esperan, añadió, cinco años de reformas sobre las que es necesario "mirar a largo plazo". Son reformas de calado que comportan coste político. De hecho, el presidente admitió que "el Gobierno se la juega", al tiempo que subrayó "toda la determinación" para llevarlas a buen puerto. Preguntado si España se ha librado de acudir al fondo de rescate, el presidente habló de un país "fuerte y solvente" pero, a renglón seguido, confesó que el Gobierno "tiene todas las alertas puestas porque no han desaparecido las tensiones financieras en los mercados de deuda" y es necesario cumplir a rajatabla con la consolidación fiscal (CINCO DÍAS) EL PAÍS.- Para las economías de millones de hogares, 2011 no será un año más. Ni siquiera un mal año. Será un ejercicio todavía más difícil. Nunca en la historia reciente habían coincidido tal cúmulo de noticias negativas para el consumidor y el contribuyente medio. Subidas de tarifas generalizadas y por encima de la inflación (ahora en el 2,3%) de servicios esenciales como la luz o el transporte, se verán acompañadas de recortes sociales y fiscales en un marco de crisis general, con salarios y pensiones congelados o a la baja, y siempre la amenaza del paro. EL CONFIDENCIAL.- Mind the gap. El célebre mensaje que se escucha en el tube londinense y que alerta del escalón que separan los vagones del andén del metropolitano de la capital británica ilustra a la perfección la brecha, cada vez más suturada, que existe entre las potencias industrializadas y los más poderosos mercados emergentes del planeta. Cuidado con la distancia. Porque el decoupling o desprendimiento en los ritmos de crecimiento entre ambos mundos económicos no sólo ha sido uno de los grandes fenómenos del inicio de la crisis financiera global, sino que se ha acentuado en 2010, y amenaza con perpetuarse en el futuro irremediablemente. Tanto en la esfera económica, como financiera y, por ende, en el tablero geoestratégico mundial. Economía. Cinco Días Zapatero alerta de nuevas turbulencias financieras El presidente del Gobierno coronó este jueves el balance de 2010 con el rostro serio y sin tan siquiera desear feliz 2011 a los periodistas convocados a La Moncloa. No dibujó un horizonte halagüeño, admitió que tiene puestas "todas las alertas" ante posibles nuevas sacudidas en los mercados y se comprometió a mantener su impulso reformista hasta el último minuto de la legislatura, cruzada a la que invitó a sumarse al líder del PP, Mariano Rajoy. A la vuelta de las vacaciones navideñas, José Luis Rodríguez Zapatero comparecerá en el Congreso para detallar la agenda social del Gobierno. Es el contrapeso a los sacrificios que ha pedido a los ciudadanos para sacar adelante sus reformas, una secuencia que se mantendrá a lo largo de 2011, año en el que el objetivo principal será la creación de empleo neto, dijo el presidente. El Consejo de Ministros de este jueves ha aportado a esta agenda dos medidas que ya estaban descontadas: el aumento del 1,3 % en todas las pensiones como consecuencia de la desviación al alza del IPC, con un incremento añadido de un punto para las prestaciones mínimas, y la elevación en el mismo porcentaje que la inflación del salario mínimo interprofesional para el año que viene, que pasará de los 633,3 euros al mes a 641,4. El impulso reformista se mantendrá "hasta el último minuto de la legislatura". Advertencia, por tanto, al PP de que no habrá adelanto electoral, ni siquiera en el supuesto de que los comicios municipales y autonómicos de mayo supongan una debacle para el PSOE. El presidente dice sentirse con fuerzas y "sentido de la responsabilidad" para coronar la reforma de las pensiones, en la que legislará para aumentar la edad legal de jubilación a los 67 años de forma gradual y flexible, para culminar la reforma del sistema financiero, en la que impondrá "una transparencia permanente" a las cajas de ahorro "sobre todos sus activos", y para desarrollar la reforma laboral, haya o no acuerdo con empresarios y sindicatos. A España le esperan, añadió, cinco años de reformas sobre las que es necesario "mirar a largo plazo" y que tendrán que contar, abundó, con el concurso del PP. Zapatero pidió a Mariano Rajoy que "se moje", al menos en lo que afecta al futuro de las pensiones y del sistema financiero. "Espero que esté a la altura de las circunstancias", comentó. Son reformas de calado que comportan coste político. De hecho, el presidente admitió que "el Gobierno se la juega", al tiempo que subrayó "toda la determinación" para llevarlas a buen puerto. El guión que se ha marcado Zapatero no es ajeno a la necesidad de transmitir confianza a los mercados. Preguntado si España se ha librado de acudir al fondo de rescate, el presidente habló de un país "fuerte y solvente" pero, a renglón seguido, confesó que el Gobierno "tiene todas las alertas puestas porque no han desaparecido las tensiones financieras en los mercados de deuda" y es necesario cumplir a rajatabla con la consolidación fiscal. Tres últimas confesiones: nunca ha pensado en dimitir, en la tormenta financiera de mayo fue cuando peor lo pasó y no piensa prorrogar el estado de alarma porque considera que el conflicto con los controladores está en vías de solución. Rajoy ayudará a que 2011 "no sea un año perdido" El espíritu navideño parece que sigue impregnando, de momento, el discurso del líder del PP, Mariano Rajoy. En un balance de 2010 realizado desde la sede central de su partido casi a la misma hora en que Zapatero comparecía en La Moncloa, Rajoy subrayó este jueves su voluntad de respaldar al Gobierno "en todo lo que sea bueno para el interés general de los españoles" ya que, en su opinión, "España no se puede permitir que 2011 sea otra vez un año perdido". El PP, añadió, "estará a la altura de las circunstancias". Esta voluntad de acuerdo no invalida la opinión del líder del PP de que lo que España necesita, en realidad, es "un cambio profundo" después de "muchos años de inacción" o de "ir en direcciones equivocadas". A juicio de Mariano Rajoy "no hay confianza posible cuando la crisis no se explica" y se "reacciona con medidas inconcretas o atropelladas o impuestas desde fuera", informa Efe. Rajoy emplazó al Ejecutivo a presentar "un plan global de política económica" que contenga medidas claras y que "generen certidumbre". CINCO DÍAS. 31-12-2010 Economía. El País Subida de tarifas y congelación de rentas para un año más difícil R. Muñoz / V. G. Gómez Para las economías de millones de hogares, 2011 no será un año más. Ni siquiera un mal año. Será un ejercicio todavía más difícil. Nunca en la historia reciente habían coincidido tal cúmulo de noticias negativas para el consumidor y el contribuyente medio. Subidas de tarifas generalizadas y por encima de la inflación (ahora en el 2,3%) de servicios esenciales como la luz o el transporte, se verán acompañadas de recortes sociales y fiscales en un marco de crisis general, con salarios y pensiones congelados o a la baja, y siempre la amenaza del paro. Para quien tome decisiones tan esenciales como comprarse un piso o tener un hijo, el castigo será mayor. La eliminación de la desgravación de la vivienda para los ingresos medios, vigente desde hace décadas -desde la introducción del IRPF-, y la supresión del cheque-bebé -con tan solo tres años de vida- les privarán de hasta 4.000 euros al año. No le irá mejor a los más desfavorecidos. La congelación de la mayor parte de las pensiones y la subida real del 1% para las más bajas supone un riesgo serio de que se deteriore el poder adquisitivo de los jubilados con menos ingresos. Peor aún les irá a los parados que hayan agotado su prestación, que no tendrán ya la ayuda de 426 euros de la que disfrutaban en 2010, en un horizonte en el que hasta el mismo Gobierno reconoce que la creación de empleo será mínima. Los 2,6 millones de trabajadores al servicio de las distintas Administraciones públicas sufrirán el mayor recorte de su poder de compra. A la rebaja del 5% en sus salarios que se les aplicó en junio pasado, se sumará la congelación para este año. – Salario mínimo. El Consejo de Ministros sorprendió ayer decretando una subida del salario mínimo (SMI) del 1,3%, tres décimas más de lo que el Ministerio de Trabajo había avanzado. Con este aumento el SMI queda en 641,4 euros mensuales. A falta de poco más de un año para acabar la legislatura, se antoja imposible que el Gobierno pueda cumplir la promesa electoral de llegar a 800 euros en 2012. La corrección al alza del Gobierno no contentó a los sindicatos. Ellos habían reclamado por carta que el aumento fuera del 8% para que el Ejecutivo pudiera cumplir su promesa electoral. Para CC OO, tanto la subida del SMI como la de las pensiones mínimas (1%) "son una mera coartada para ajustar simbólicamente ambas prestaciones y tratar de confundir, sin conseguirlo, a la ciudadanía". Por su parte, UGT atacó con dureza al definir la subida como "injusta e insuficiente". No obstante, esta subida del SMI está en línea con la marcada por los convenios hasta el pasado noviembre, último con datos conocidos. Hasta el pasado mes la media pactada era del 1,29%. La debilidad que los precios mostraron en 2009 y a comienzos de año tiró a la baja de los salarios, que hasta bien entrada la crisis han sorprendido por la fuerza con la que crecían. Los funcionarios, por su parte, no verán este año aumentar sus salarios, pese al recorte del 5% del pasado junio. De esta forma, los funcionarios perderán poder adquisitivo por partida doble: primero con el recorte y segundo con la congelación. Por lo que respecta al indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM), un índice utilizado para determinar el acceso a las ayudas sociales, prestaciones, subsidios y becas, ha quedado congelado en 532,5 euros mensuales. – Pensiones. En 2011, la mayoría de los 8,7 millones de pensionistas que hay en España tendrán congelada su renta. No así las mínimas que subirán apenas un 1%. Pueden llevar a confusión las palabras del presidente del Gobierno ayer en las que afirmaba que la mayoría de pensiones se revalorizaban un 1,3% y que los más de tres millones de perceptores de pensiones mínimas verían subir su paga en un 2,3%. En realidad, Zapatero hablaba del mecanismo que dicta la ley para impedir que los pensionistas pierdan poder adquisitivo. En 2010 la subida de las pensiones fue de un 1%. Pero en noviembre, mes utilizado de referencia, la inflación se situó en el 2,3%. Eso obligó a la Seguridad Social a revisar y compensar el aumento decretado de comienzos de año. Así, en enero todos los pensionistas recibirán una paga que Zapatero cifró en una media de unos 120 euros y verán como la diferencia de 1,3 puntos se consolida en 2011. De ahí que Zapatero puediera hablar ayer de revalorización, pero no de aumento. En conclusión, las pensiones de 2010 mantienen el poder adquisitivo al subir en línea con la inflación y la mayoría de las de 2011 se congelan. El presidente anunció la congelación el pasado mayo, cuando detalló el ajuste fiscal, pero es ahora cuando entra en vigor. La medida de ajuste, la más dura junto con el recorte medio de un 5% del salario de los funcionarios, le ha costado al Gobierno la reprimenda del Pacto de Toledo en una de las recomendaciones que esta comisión ha aprobado para la futura reforma del sistema de pensiones. – Ayuda a los parados. A partir de febrero, los parados que pierdan la prestación o el subsidio dejarán de tener derecho a cobrar una paga mensual de 426 euros que se disfrutaba durante medio año. Tras casi dos meses jugando al gato y al ratón entre los Ministerios de Economía y Trabajo con el futuro del llamado oficialmente Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción, a comienzos de diciembre el propio Zapatero anunció su final. El Ministerio de Trabajo ha afirmado que llegado el momento sustituirá este subsidio por otro, pero todavía no ha concretado los detalles. Desde agosto de 2009, los parados que pierden la prestación o el subsidio tenían derecho a 426 euros. El Gobierno prorrogó este programa, que finaliza en febrero, dos veces más. El fin del derecho no implica que quien lo esté cobrando en ese momento deje de cobrarlo. Lo percibirá hasta que consuma los seis meses previstos. Lo que implica es que quienes en febrero ya no puedan cobrar el paro, no podrán solicitar los 426 euros. – ‘Cheque-bebé’. Los niños que hayan nacido a partir de las cero horas del 1 de enero vendrán con 2.500 euros menos bajo el brazo. Desaparece una de las medidas estrella de la última campaña electoral de Rodríguez Zapatero. Tres años y siete meses después de su aprobación, el Gobierno ha eliminado el cheque-bebé, la prestación de 2.500 euros por nacimiento o adopción que se otorga a todas las familias españolas o con residencia legal en España. EL PAÍS. 31-12-2010 Opinión. El Confidencial Loa grandes mercados emergentes se hacen un hueco en la aristocracia mundial Ignacio J. Domingo Mind the gap. El célebre mensaje que se escucha en el tube londinense y que alerta del escalón que separan los vagones del andén del metropolitano de la capital británica ilustra a la perfección la brecha, cada vez más suturada, que existe entre las potencias industrializadas y los más poderosos mercados emergentes del planeta. Cuidado con la distancia. Porque el decoupling o desprendimiento en los ritmos de crecimiento entre ambos mundos económicos no sólo ha sido uno de los grandes fenómenos del inicio de la crisis financiera global, sino que se ha acentuado en 2010, y amenaza con perpetuarse en el futuro irremediablemente. Tanto en la esfera económica, como financiera y, por ende, en el tablero geoestratégico mundial. El análisis del decoupling -nunca visto en la historia económica reciente, cuyos ciclos de negocios oscilaban al son de Estados Unidos, esencialmente, y de Europa o Japón, en menor medida- sigue en las mesas de debate de las altas finanzas internacionales. Aunque, quizás, la conclusión más aceptada sea la que ha sintetizado un Premio Nóbel como Joseph Stiglitz, para quien “el mundo ya se ha desacoplado, en parte, de forma definitiva” por los tres años de “bajo nivel de crecimiento” de los países avanzados -en los que Estados Unidos se ha enfrentado a su mayor recesión en siete décadas-, frente a las “altas tasas” de dinamismo de las economías en desarrollo, especialmente, los conocidos como BRIC (Brasil, Rusia, India y China), término acuñado por Jim O’Neill, economista jefe de Goldman Sachs en 2001. Los botones de muestra son elocuentes. A toda máquina Los mercados emergentes ya totalizan el 40% del PIB global y aportarán más del 50% del dinamismo en los próximos años, cuando al comienzo de esta década apenas contribuían con el 25%. Además, los BRIC -que se instalarán entre 2011 y 2012 entre las ocho mayores potencias del planeta, estatus que ya ostentan China y Brasil-, han alcanzado la categoría de potencias comerciales -sus ventas al exterior representan el 20% de su PIB total-, con una baja dependencia del mercado estadounidense, al que sólo envían el 5% de sus exportaciones. Mientras, las áreas emergentes han sido capaces de captar el 37% de los flujos de inversión mundiales en 2009 -algo más de 354.000 millones de dólares-, frente al 22% de 2002, según datos de la agencia de inversiones multilaterales MIGA, dependiente del Banco Mundial, cuyos expertos auguran a los países en desarrollo un incremento del 17% para el conjunto de este ejercicio. Año en el que, para más inri, la Inversión Extranjera Directa (IED) global seguirá un 51% por debajo de los niveles máximos de 2007 por la debilidad de las economías industrializadas. Este cambio panorámico deja una serie de interrogantes abiertos. Entre otros, si los centros financieros actuales conseguirán mantener su estatus preferencial. O si, por ejemplo, el éxito reciente de las potencias emergentes será flor de una década o, en caso contrario, lograrán encaramarse a la aristocracia económica mundial. Rescate en el ‘tsunami’ financiero Un reciente estudio del Banco Mundial, que sintetiza las deliberaciones de 40 economistas especializados en mercados en desarrollo bajo el elocuente título de El día después de mañana, asegura que estos países “no sólo se han desacoplado” de las naciones de altos niveles de renta, sino que “se han desconectado” de ellas para convertirse -al menos, los grandes mercados emergentes- en locomotoras de la economía mundial y en rescatadoras de las potencias industrializadas, en alusión a su condición de financieras de sus altos niveles de deuda. Otaviano Canuto, coordinador de este análisis, justifica este diagnóstico, entre otras razones, “por el creciente intercambio de comercio entre países en desarrollo, el súbito aumento de su clase media y el encarecimiento de las materias primas” que, en la mayoría de los casos, aunque con excepciones tan notables como China e India -importadores de energía y alimentos-, revierten en mayores ingresos a las arcas de estos Estados. Es como si los emergentes tuvieran la pólvora relativamente seca para utilizarla aún de manera contra cíclica si así lo demanda la crisis actual. Así, la situación de la deuda pública de los BRIC es la más cómoda del panorama mundial, con el 40% de su PIB conjunto, frente a la cota del 62% a la que se ha catapultado la de los países industrializados y el 57% del resto de naciones en desarrollo, señala Dominic Wilson, economista de Goldman Sachs. Wilson resalta “las correcciones fastuosas” que han protagonizado en el último lustro tanto Rusia -que asumió la estratosférica deuda heredada de la Unión Soviética- como Brasil, surgida de la hiperinflación de comienzos de la década de los noventa. China y Rusia mantienen sus niveles por debajo del 20% del PIB y Brasil e India -la más endeudada-, en torno al 70%. Pero todos, los cuatro BRIC, han combinado ajustes fiscales con programas de estímulo para minimizar los efectos de la turbulencia actual. Centros financieros Las consecuencias de este nuevo cuadro de mando macroeconómico también se vislumbran en el orden financiero. Steffen Kern, del servicio de estudios de Deutsche Bank, anticipa que la etapa dorada de Nueva York, Londres, Hong Kong, Singapur, Tokio, Francfort o Zúrich, como indiscutibles centros financieros o, incluso, de Chicago como gran enclave del tráfico comercial, “variará en los próximos años”. En beneficio de plazas como Pekín, Sanghai, Shenzhen, Sao Paulo, Mumbai, Nueva Delhi, Seúl o Moscú. Su diagnóstico parte de que, a lo largo de este año, la negociación asociada a los mercados de capitales históricos en el volumen bursátil mundial apenas supera el 50%, frente al 78% de 2001, al tiempo que el crecimiento de las bolsas de valores emergentes rebasa el 40%. “El impacto de la crisis mantiene un alto grado de incertidumbre” lo que, unido a la “regulación financiera internacional” acordada en el G-20, ha abierto el abanico de opciones a ciertos centros emergentes en su desafío de desplazar a “alguno de los top-ten” del momento. A su juicio, “las ambiciones globales” de cada uno de estos aspirantes, su capacidad para captar “ahorros regionales y domésticos”, los “niveles de competitividad” que puedan adquirir o su facilidad para adaptarse a “cambios normativos” -entre los que cita el arbitraje internacional, las evasiones fiscales o actividades ilícitas como el blanqueo de capitales– serán factores determinantes para encumbrar a unos y enterrar a otros. Salto económico y geoestratégico Esta súbita irrupción de los mercados emergentes en la elite mundial ya se aprecia en el terreno económico y geoestratégico. En el primero, con su mayor peso adquirido en la nueva y reciente renovación de cuotas de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) -institución que ha cambiado su esquema de aportaciones y, por ende, los poderes de voto de sus 185 socios dos veces en tres años, después de décadas enteras sin revisión- para acomodar a los nuevos ricos. En este caso, se duplicaron las cuotas, hasta alcanzar los 755.700 millones de dólares para, en palabras del propio Dominique Strauss-Kahn, su director gerente, agrandar el músculo de los “dinámicos mercados emergentes”. De forma que los diez mayores contribuyentes -o, dicho de otra forma, los más poderosos dentro del Comité Ejecutivo- pasan a ser Estados Unidos, Japón, las cuatro mayores economías europeas (Alemania, Reino Unido, Francia e Italia) y los cuatro BRIC. Relegando de este selecto club a viejas glorias económicas como Holanda, Bélgica, Suecia o Suiza, herederas de la aristocracia nacida en Bretton Woods inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. El salto de calidad en la esfera económica, rubricada en la emblemática cita del G-20 en Seúl –capital de Corea del Sur, el otro gran mercado emergente- del pasado mes de noviembre, también tiene su traslación en el ámbito político. Los BRIC se reúnen de forma periódica para intercambiar posturas en su cometido común de acabar con el papel hegemónico de Estados Unidos como superpotencia global e instaurar un nuevo orden multilateral. En sus encuentros, ya institucionalizados y a los que tratan de incorporar próximamente a otros mercados emergentes como Sudáfrica -considerada la voz más autorizada de las economías en desarrollo- o Arabia Saudí -en su condición de primer productor de petróleo-, se hablan indistintamente de la política de controles del régimen de Pekín a su divisa, el rinminbi, como de las negociaciones de desarme entre Washington y Moscú, de las nuevas reservas de crudo de Brasil o de la renovada capacidad comercial e innovadora de Nueva Delhi. Esta entente cordiale podría ejercer su influencia a la hora de impulsar la anquilosada reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sugiere Álvaro de Vasconcelos en un reciente estudio del Instituto Europeo de Estudios para la Seguridad. India parece ser el aspirante mejor posicionado para erigirse en nuevo miembro permanente, ya que Rusia y China ya son poseedores del derecho a veto. Paulo Wrobel, del mismo think tank pancomunitario con sede en París, precisa que “los líderes de los BRIC se toman muy en serio sus retos comunes”, en una fase que coincide con “la relativa pérdida de peso de Europa, Estados Unidos y Japón como naciones dominantes” en el escenario geoestratégico, lo que obligará a la tradicional Trilateral, a encontrar nuevos rumbos, además de en el orden político, en materia de seguridad, energía y comercio. Ocaso de los dioses La crisis financiera, además, amenaza con acentuar la debilidad económica de las potencias industrializadas. Ethan Harris, economista del Bank of America Merrill Lynch, no tiene reparos en afirmar, en las proyecciones del equipo de análisis global de esta firma para 2011, que este ejercicio será un nuevo duelo entre mercados avanzados y emergentes en el que germinarán nuevos desequilibrios o se ahondarán en algunos ya existentes. En su opinión, el dinamismo será una constante en la mayor parte de países en desarrollo, mientras las crisis bancaria e inmobiliaria seguirán pasado factura a los industrializados. Con ciertas variantes. Una tasa de crecimiento global del 4,2%, siete décimas menor que en 2010, “por el riesgo de sobrecalentamiento de algunos emergentes”, y mayores diferenciales inflacionistas -con altas tensiones de precios en éstos frente al peligro de deflación en el G-3 (Estados Unidos, Europa y Japón)- de tipos de interés -políticas laxas en las economías de rentas altas que contrastarán con movimientos alcistas en los emergentes- e inversor, ya que los BRIC seguirán captando flujos de capital, incluso a expensas de que surjan burbujas bursátiles en sus centros financieros. El equipo de Bank of America Merrill Lynch describe, además, de manera muy gráfica la coyuntura en el primer mundo económico. Con “tiempo tormentoso” en Estados Unidos que podría tornarse en huracanado “si no se retiran en el momento preciso los programas de estímulo fiscal y monetario”. Europa en “plena encrucijada” para definir sus estrategias económicas, monetarias e impositivas comunes en “plena escalada de preocupación por los socios periféricos”. Y Japón continuando con su juego de prueba y error en su sempiterna táctica de mantener una política monetaria y fiscal neutra que no acaba de espantar el fantasma de la deflación. EL CONFIDENCIAL. 31-12-2010