Yuan-dólar, un ajuste de repercusiones duraderas

«La meta fundamental de China ha sido apuntalar los sectores público y privado; no «manipular» una moneda o exportar el problema a sus socios comerciales. Sin embargo, dado su destacado volumen, las exportaciones siguen siendo cruciales para la economí­a china. Cualquier incremento sorpresivo y significativo del Renminbi erosionará la competitividad de las exportaciones de China, afectando el sustento de decenas de millones de trabajadores.»

La naturaleza del desequilibrio comercial entre China y EEUU es en gran arte estructural. Entre 2005 y junio de 2008, el Renminbi se ha apreciado en aproximadamente 21 por ciento contra el dólar. Con todo, el déficit comercial de EEUU con China ha crecido en $104.000 millones de 2004 a 2008. Aunque informes de prensa con trasfondo político hayan influido en la decisión de los votantes estadounidenses de favorecer una revaluación del Renminbi, pensando que la misma generará empleos, lo cierto es que el flujo de mercancías importadas baratas hacia EEUU obedece a la demanda de sus consumidores. Un Renminbi más fuerte no hará otra cosa que desviar esa demanda hacia México, la India, Vietnam o quienquiera que produzca mercancías más baratas. (DIARIO DEL PUEBLO) DEUTSCHE WELLE.- Según datos de las cadenas de televisión públicas, el opositor Partido Socialdemócrata (SPD) aventaja ligeramente o iguala en porcentaje a la Unión Democristiana de Merkel (cerca de 34 por ciento). Los Verdes se ubicaban en el 12,4 por ciento. Por primera vez consiguió entrar al Parlamento de Düsseldorf el Partido de La Izquierda, con entre 5,5 y seis por ciento. La CDU de Merkel perdió casi diez puntos respecto a 2005 y obtuvo el peor resultado hasta ahora. Su socio de gobierno regional y nacional, el Partido Liberal (FDP), se mantuvo estable alrededor del 6,5 por ciento. Al perder Renania del Norte-Westfalia, Merkel y su gobierno ya no tendrían la mayoría en la Cámara Alta (Bundesrat), que en el sistema federativo alemán representa los intereses de los estados regionales y es una cámara decisiva para la aprobación de muchas leyes China. Diario del Pueblo Yuan inflado, un ajuste de repercusiones duraderas La apreciación del Renminbi no ha podido, y no podrá, reducir el déficit comercial de EEUU con China. A pesar de que la Casa Blanca finalmente ha reconocido que los compromisos con respecto al tipo de cambio de China son más productivos que la coerción, como bien indicó la sorpresiva visita a China el mes pasado del secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, una tasa más alta del Renminbi dista con mucho de ser la solución única para los embrollos económicos que sufre EEUU. Aunque la administración de Obama pospuso un informe que definiría a China como nación manipuladora de su divisa, el camino de la recuperación para EEUU será largo y arduo, y se ve obstaculizado por la excesiva pujanza de sus consumidores. Ahora que se aproximan las elecciones intermedias en EEUU, no es difícil entender porqué los legisladores en el Capitolio necesitaban desesperadamente de un chivo expiatorio – entiéndase China – para encauzar el descontento de su público hacia otros objetivos. Y aunque la presencia del presidente Hu Jintao en la reciente Cumbre sobre Seguridad Nuclear en Washington fue una señal positiva, no cabe duda de que EEUU sigue metido hasta el cuello en una tembladera de problemas económicos. Lo cierto es que la Reserva Federal y el departamento de Hacienda han detenido en un esfuerzo conjunto la extensión del crédito y han logrado mantener los precios de los activos para los ricos y han conservado los empleos de las élites de Wall Street. Pero la mayoría de los estadounidenses continúan sumidos en las consecuencias de la crisis económica. El índice de desempleo más reciente de EEUU se situó en un abrumador 9,7 por ciento. El gasto de consumidor se mantiene inactivo y los mercados inmobiliarios siguen sumergidos en aguas tormentosas. Por otra parte, continúan en ascenso los déficits a niveles de estado y federal, a la par que aumenta la carga sobre la Seguridad Social. La polémica reforma médica ya ha costado a la administración de Obama muchas pérdidas en el Congreso. Desde que el columnista Paul Krugman enfiló sus cañones contra el Renminbi, pidiendo su apreciación en diciembre pasado, el tema ha captado la atención de políticos locales como el senador demócrata Charles Schumer. EEUU mantiene déficits comerciales multilaterales con más de 90 países y la posibilidad de que tales desbalances disminuyan a partir de la nueva evaluación de una sola moneda, el Renminbi, resultan cuestionables. La naturaleza del desequilibrio comercial entre China y EEUU es en gran parte estructural. Entre 2005 y junio de 2008, el Renminbi se ha apreciado en aproximadamente 21 por ciento contra el dólar. Con todo, el déficit comercial de EEUU con China ha crecido en $104.000 millones de 2004 a 2008. Aunque informes de prensa con trasfondo político hayan influido en la decisión de los votantes estadounidenses de favorecer una revaluación del Renminbi, pensando que la misma generará empleos, lo cierto es que el flujo de mercancías importadas baratas hacia EEUU obedece a la demanda de sus consumidores. Un Renminbi más fuerte no hará otra cosa que desviar esa demanda hacia México, la India, Vietnam o quienquiera que produzca mercancías más baratas. El déficit estadounidense de marzo, ascendente a $7.200 millones, demuestra claramente que la economía china no se asienta en las exportaciones. El desequilibrio comercial chino-estadounidense empeoró por la negativa del Gobierno de EEUU a exportar alta tecnología a China. EEUU ha tenido éxito en impulsar su economía con industrias de alta tecnología en décadas recientes, algo que no parece todavía dispuesto a compartir con China, uno de sus mayores socios comerciales. China tiene sus propios planes respecto al manejo del Renminbi, profundamente vinculados a la estabilidad económica. Como bien apuntó el presidente Hu en el primer día de la Cumbre sobre Seguridad Nuclear, cualquier acción debe responder a los propios pasos de China para desarrollar la economía. La tasa de cambio contra el dólar en 6,83 Renminbi, fue sólo una de las varias medidas de China para hacer frente a la crisis económica global. La meta fundamental de China ha sido apuntalar los sectores público y privado; no “manipular” una moneda o exportar el problema a sus socios comerciales. Sin embargo, dado su destacado volumen, las exportaciones siguen siendo cruciales para la economía china. Cualquier incremento sorpresivo y significativo del Renminbi erosionará la competitividad de las exportaciones de China, afectando el sustento de decenas de millones de trabajadores. Cualquier cambio en la política monetaria china debe por fuerza coadyuvar al crecimiento del PIB que se ha propuesto el Gobierno, a un ritmo del 8 por ciento anual, y servir de impulso asimismo a la determinación de la nación de contener el índice de precios al consumo. El paquete de estímulo ha impulsado con éxito la economía china. Sin embargo, en medio de la incertidumbre que hoy marca a la economía global, el Gobierno chino no debe ralentizar el motor económico ni dejar que las presiones inflacionistas amenacen el sustento de la población. Las demandas de materias primas, acompañadas por la ampliación del crédito ha estimulado el índice de precios al consumo. El Gobierno central tiene que ajustar con sumo cuidado su política monetaria para hacer frente al exceso de liquidez. Si bien la elevación gradual de los tipos de interés y las restricciones a la tasa de reserva bancaria ayudan a enfriar la economía hasta cierto punto, todavía hay un importante volumen de dinero circulante excesivo gravitando sobre los mercados de valores e inmobiliarios. Los precios al consumo subieron en un 2,7 por ciento interanual en febrero, lo que constituye un alza significativa con respecto al 1,5 por ciento de enero. Un Renminbi levemente más fuerte podría hacer disminuir algunas de las presiones inflacionarias para beneficio de la economía como un todo, opción que no ha pasado inadvertida a los ojos del Gobierno. Pero eso dependería en gran parte de analizar hasta qué punto quedarían compensadas las pérdidas de los exportadores con un impulso al gasto de consumidor nacional, con la esperanza de minimizar el impacto sobre la sociedad. China procura evitar la lección dolorosa que dejó la apreciación del yen japonés en los años 80. Si el Gobierno central cambia su política monetaria, podría asmismo permitir una flotación limitada del Renminbi contra el dólar, o apreciar la moneda a un ritmo razonable que no exceda el 5 por ciento contra el dólar en el plazo de los próximos 12 meses. Por supuesto, todo dependerá de la evaluación que hagan las autoridades sobre la capacidad del país de absorber a las pérdidas en exportaciones, por un lado, y el posible contrapeso que ejerza un incremento en la capacidad de consumo de la población. DIARIO DEL PUEBLO. 6-5-2010 Alemania. Deutsche Welle La coalición de Merkel pierde la mayoría en el land mas poblado de Alemania Los comicios en el estado más populoso de Alemania son la primera prueba que enfrenta la alianza de democristianos y liberales encabezada por Merkel desde que asumió en octubre pasado el gobierno de Berlín. Según datos de las cadenas de televisión públicas, el opositor Partido Socialdemócrata (SPD) aventaja ligeramente o iguala en porcentaje a la Unión Democristiana de Merkel (cerca de 34 por ciento). Los Verdes se ubicaban en el 12,4 por ciento. Por primera vez consiguió entrar al Parlamento de Düsseldorf el Partido de La Izquierda, con entre 5,5 y seis por ciento. La CDU de Merkel perdió casi diez puntos respecto a 2005 y obtuvo el peor resultado hasta ahora. Su socio de gobierno regional y nacional, el Partido Liberal (FDP), se mantuvo estable alrededor del 6,5 por ciento. Más de 13 millones de habitantes, un 22 por ciento del electorado alemán, fueron llamados a las urnas en el estado más populoso del país para elegir un nuevo parlamento regional. Trascendencia nacional Tradicionalmente, en este estado se refleja a menor escala la tendencia política a nivel nacional y tiene una marcada influencia para Berlín. En los comicios de 2005, la CDU de Merkel consiguió arrebatar a los socialdemócratas el estado tras 39 años. El revés histórico para los socialdemócratas llevó al entonces canciller Gerhard Schröder a convocar elecciones adelantadas que catapultaron a Merkel a la jefatura del gobierno nacional. Pese a que la campaña electoral estuvo dominada por temas regionales como la política educativa y los problemas financieros de los municipios, los temores por la estabilidad del euro y el rescate financiero de Grecia, impopular en Alemania, dejaron su fuerte impronta en los electores. Al perder Renania del Norte-Westfalia, Merkel y su gobierno ya no tendrían la mayoría en la Cámara Alta (Bundesrat), que en el sistema federativo alemán representa los intereses de los estados regionales y es una cámara decisiva para la aprobación de muchas leyes. DEUTSCHE WELLE. 9-5-2010