La muerte de Carlos Pérez Siquier supone despedir a un pionero de la vanguardia fotográfica en España. La fundación del grupo AFAL y su mítica “La Chanca” revolucionan la fotografía. Empieza a documentar el barrio de La Chanca en 1956. El más pobre y desfavorecido de Almería. El resultado de su serie fotográfica se opone al retrato oficial, a la censura franquista, a las postales favorecedoras. Retrata sus calles, sus gentes, sus casas, sus paisajes y paredes de cal, su anonimato, su desamparo, su dureza. Pérez Siquer rompe la España de tiempos de silencio.
De ese kilómetro cuadrado de La Chanca, su cámara recoge el pulso de la vida a ras de suelo. Ensalza a esos personajes humildes y su dignidad. Sin artificios. Primero en blanco y negro. Lo hace en días festivos, aún es oficinista. De 1960 a 1965 continúa sus imágenes del barrio en color. Es el primero en abandonar el blanco y negro. En la fotografía de autor estaba mal visto usar color. Plasma una sucesión incomparable de rincones de La Chanca y de una sensibilidad única. Es reconocido como el pionero del color en Europa.
“La Chanca” le dio a conocer como fotógrafo. Ese mismo año “iniciático” de 1956, funda con José Mª Artero la revista y grupo AFAL (Agrupación Fotográfica Almeriense). Ambos buscan un nuevo horizonte para la fotografía más allá del desierto cultural de la España de posguerra. Lanzan la revista con un manifiesto por una fotografía libre. Convencidos de la necesidad de la fuerza del colectivo. Desde Almería, en esa apuesta se gesta el motor renovador de la fotografía española. La independencia de sus planteamientos y su tono audaz atraen de inmediato a jóvenes dispersos por la península. Carlos Pérez Siquier, y Artero, reclutan un grupo muy diverso. Les une la conjura por abrir camino a una nueva forma de retratar. El otro objetivo es mostrar la fotografía española internacionalmente.
¡Fotografía, despierta!
El grupo AFAL renueva el arte de la imagen en España y cambia para siempre su historia. Retratan por la calle o los caminos, documentan pueblos y ciudades, las fiestas, lo cotidiano y lo extraño. Muestran sin alardes el abandono y la dureza de su época. Sin filtros. Hacen de sus imágenes el diario de un ruta libre de prejuicios. Mezclan en una visión poética de nuestra geografía la experimentación, el reportaje y el ensayo.
Pérez Siquier es otra forma de mirar España como nunca se había hecho.
Forjan en vivo, cámara al hombro, la mirada de un país como nadie lo había hecho nunca. Autenticidad antes que estética. El espectador y la imagen como expresión del mundo, nunca de uno mismo. Retratan la sociedad que les toca vivir y rompen por completo con las fórmulas académicas. Con el foco en el compromiso social. El grupo AFAL expuso en varias ciudades europeas. La revista tuvo edición bilingüe (francés) con divulgadores y corresponsales en París, Milán, Bruselas y Londres. Pese a los problemas con la censura franquista, ya que el contenido pasaba por el Ministerio de Información de Almería y Madrid.
La carne de un fotógrafo
La trayectoria de Pérez Siquier traza una constelación en nuestra cultura visual. No hay un genio individual. Agrupa a fotógrafos como Masats, Terré, Cualladó, Ontañón, Pomés, Miserachs, Paco Gómez, Colom, Schommer o Maspons… Encabeza una generación de púgiles salvajes lanzada en tromba contra el silencio censor de un país con grandes problemas. Es otra forma de mirar España. El colectivo AFAL es de los más destacados a nivel mundial en la segunda mitad del siglo XX.
«Publicamos un manifiesto, su “arte” a nosotros no nos representaba»
Pérez Siquier nace en Almería en 1930. Niño fascinado por la fotografía en el pequeño taller de su padre: la buhardilla de la casa familiar. Rozando la mayoría de edad, cae en sus manos la revista francesa Cine-Photo Magazine. Le marca profundamente esa fotografía humanista y poética comprometida con la realidad. En 1950 finaliza los estudios de fotografía en la Escuela de Arte de Almería. Sin abandonar su característico purismo técnico da el paso al color. Un cambio profundo y diferenciador respecto a sus coetáneos.
Por series como “La playa” es uno de los grandes pioneros a nivel internacional. Años 70, fotografías donde el color explota y los encuadres se aprietan. Incorpora algunas influencias como el pop art y usará una magistral ironía en sus retratos ante la moderna sociedad de consumo capitalista. La mayoría de fotógrafos centran su visión en el paso del tiempo. Para él, el centro de gravedad está en nuestro paso por el tiempo. En usar la fotografía como herramienta cultural de comunicación. Premio Nacional de Fotografía en 2003. En 2013, recibió del festival PHotoEspaña el premio Bartolomé Ros a su trayectoria. El Centro Pérez Siquier, en Olula del Río (Almería), es el primer museo en España dedicado a la obra de un fotógrafo nacional. Imprescindible: centroperezsiquier.org