Bajo el lema «Hay que parar la guerra. Ni terrorismo, ni genocidio», el manifiesto del mundo de la cultura impulsado por Recortes Cero para poner fin a la guerra en Oriente Próximo denuncia, una vez más, los crímenes de guerra cometidos por Israel, el genocidio en Gaza, la invasión de Líbano y la escalada incendiaria en Oriente Medio, que Israel está perpetrando gracias al apoyo político, diplomático y militar de EEUU… al mismo tiempo que traza una nítida línea de demarcación condenando los actos terroristas del pasado 7 de octubre, y exige la inmediata liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamás.
A la interminable lista de ataques genocidas y crímenes de guerra y de lesa humanidad que el ejército israelí ha cometido este año en la Franja de Gaza -que ha provocado cerca de 50.000 palestinos asesinados y más de 95.000 heridos, la inmensa mayoría mujeres y niños; que ha bombardeado hospitales, escuelas y campos de refugiados, lanzando sobre este estrecho territorio 80.000 toneladas de explosivos (el equivalente a cuatro bombas atómicas)- se suma ahora la invasión de Líbano, el bombardeo de sus principales ciudades, como Beirut, y la escalada militar que ha lanzado Israel en la región, con la protección de EEUU.
«Están poniendo en peligro la paz en el mundo, con ataques terroristas, bombardeos sobre la población civil e invadiendo el Líbano, un país soberano. Es prioritario y urgente parar la guerra», recoge el manifiesto.
El manifiesto subraya el «amparo político, diplomático, económico y militar de EEUU», tan responsable como el Estado hebreo de 75 años de guerra, genocidio y apartheid en Palestina. Crímenes de lesa humanidad que violan la Convención de Ginebra y la Carta de Derechos Humanos.
En el texto, los firmantes reivindican más que nunca la urgencia de un alto al fuego definitivo, el fin de la ocupación israelí, el cumplimiento del derecho internacional y la habilitación de un corredor humanitario seguro. Incluye además un llamamiento a la comunidad internacional para trabajar por un acuerdo de paz basado en las resoluciones de la ONU y la UE, reconociendo el derecho a la existencia de los dos Estados.
«Nuestro lugar está con la justa causa del pueblo palestino por la libre determinación, incluido el derecho a un Estado palestino independiente. Pero también con el pueblo libanés. Por ello, nos unimos al movimiento mundial de repulsa de la guerra», continua el escrito. «Llamamos a todas las personas demócratas a unirse para reclamar a los gobiernos e instituciones de nuestros países, a la Unión Europea y a la comunidad internacional que no ahorren esfuerzos hasta parar la guerra. No nos vamos a acostumbrar a las bombas. Insistiremos», sentencia.
Entre anteriores firmantes del manifiesto, que superan ya los 14.000, se incluyen periodistas como Jordi Évole, Antón Losada, Gonzo, Rosa María Calaf, Jesús Maraña, Fran Sevilla. También personalidades de la cultura como los directores Pedro Almodóvar, Fernando Colomo, Daniel Calparsoro, Gonzalo Suárez, actores y actrices como Luis Tosar, Marisa Paredes, Juan Echanove, Carlos Hipólito, Clara Lago, Fernando Cayo y María Botto; escritores como Juan José Millás, Rosa Montero o Benjamín Prado, la ilustradora Flavita Banana o músicos y grupos como Miguel Ríos, Rozalén, Natalia Lacunza, Rayden, Carlos Tarque, Love of Lesbian, Chambao. Figuran asimismo los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, economistas como Julen Bollaín, o juristas como José Antonio Martín Pallín, magistrado emérito Tribunal Supremo
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Texto del Manifiesto
Ni terrorismo, ni genocidio. Hace un año nos manifestamos en contra del terrorismo de Hamás, de los crímenes de guerra de Israel y del genocidio en Gaza. Hoy ya son casi 50 mil palestinos asesinados, la mitad de ellos niños, dos millones de desplazados, y la negación diaria a la población de todo aquello que hace posible la vida.
A todo estos crímenes, se suma que el estado de Israel ha lanzado una escalada militar en la región con la protección de EEUU. Están poniendo en peligro la paz en el mundo, con ataques terroristas, bombardeos sobre la población civil e invadiendo el Líbano, un país soberano.
Es prioritario y urgente parar la guerra.
El Estado de Israel, bajo el amparo político, diplomático, económico y militar de EEUU, es el responsable de 75 años de guerra, genocidio y apartheid en Palestina. Ahora, el gobierno de Netanyahu está cometiendo en Gaza crímenes de lesa humanidad que violan la Convención de Ginebra y la Carta de Derechos Humanos.
Nuestro lugar está con la justa causa del pueblo palestino por “la libre determinación, incluido el derecho a un Estado palestino independiente” tal y como reconoce la ONU. Pero también con el pueblo libanés. Los bombardeos y la invasión del Líbano por parte de Israel suponen una violación de la legalidad internacional.
Nos unimos al movimiento mundial de repulsa de la guerra, incluyendo las crecientes manifestaciones de comunidades judías en muchos países, y de israelíes que se oponen a su gobierno.
Todas las personas amantes de la Paz, independientemente de nuestras creencias, culturas políticas y sin menoscabo de poder apoyar otras medidas, debemos unirnos en torno a las siguientes exigencias básicas:
1º.- Israel debe detener los bombardeos y la invasión de inmediato, cumplir el derecho internacional, retirarse de Gaza y del Líbano, y habilitar un corredor humanitario.
2º.- Irán debe desistir de cualquier ataque sobre Israel, y el resto países de la región, contribuir a parar la guerra. Hezbolá y Hamás deben también detener sus ataques, y este último liberar de forma incondicional a los rehenes.
3º.- Incrementar la presión internacional para conseguir un Alto el Fuego inmediato, al tiempo que se trabaja por un Acuerdo de Paz justo basado en la legalidad internacional y en las resoluciones de la ONU y de la UE, reconociendo el derecho a la existencia de los dos Estados, el palestino y el israelí. La ONU debe mediar como fuerza de paz sobre el terreno.
Las personas y organizaciones firmantes llamamos a la movilización activa por la paz, tanto en las calles, como en todos los ámbitos posibles a los que seamos capaces de llegar, colectiva e individualmente. Y llamamos a todas las personas demócratas a unirnos para reclamar a los gobiernos e instituciones de nuestros países, a la Unión Europea y a la comunidad internacional que no ahorren esfuerzos hasta parar la guerra.