Fijadas las nuevas normas fiscales europeas

Vuelve la austeridad

Las clases dominantes de la zona euro -especialmente una burguesía monopolista alemana ansiosa por descargar en otros países de Europa su propia recesión- han decidido dar por liquidado el periodo de "gracia" de aplicación a rajatabla de las medidas de "disciplina fiscal" tras la pandemia. Vuelven la austeridad, los recortes y los ajustes que tanto empobrecieron a los países del sur de Europa, y tanto beneficiaron a los halcones del norte.

La norma es la austeridad. La Pandemia permitió un paréntesis, una excepción, deteniendo los recortes sociales y aumentando el gasto, para evitar el colapso económico y social. Una vez superada, vuelve a imponerse el ritmo con el que bancos y monopolios se apropian de la riqueza socialmente generada: La inflación disparada garantizó los beneficios de los monopolios y el BCE elevó los tipos de interés hasta siete veces blindando las ganancias de los bancos.

Ahora, los gobiernos europeos, bajo presión germana, han decidido mantener los intereses elevados, retomar los límites de gasto público, y acelerar la devolución de la Deuda Pública. Vuelven los recortes.

En la última reunión del año, los ministros de Economía de la UE han aceptado volver al corsé anterior a la Pandemia. Como de costumbre, fue en un pacto aparte entre los ministros de Finanzas de Francia y Alemania donde éstos sellaron los detalles finales del acuerdo.

Falta el trámite de la votación en el Parlamento Europeo; pero poco se espera que varíe.

Las causas del déficit público

Cada año algunas naciones tienen mayores gastos que ingresos, y acumulan un déficit en sus presupuestos que cubren recurriendo a préstamos. Las naciones emiten títulos de Deuda Pública para obtener el dinero que les falta anualmente, y su Deuda crece.

¿Es que a los gobernantes de las naciones nunca les salen las cuentas? ¿Siempre calculan mal? Que va, la cosa es peor, los presupuestos ya se aprueban aceptando que serán deficitarios. No es que un imprevisto reduzca la recaudación o dispare el gasto, es que los cálculos ya aceptan de antemano que van a gastar más de lo que ingresan.

Evidentemente esto no obedece a unos políticos torpes sino al interés de quien manda en los estados: las oligarquías financieras son las encargadas de realizar los empréstitos al Estado y salen ganando con el cobro de los correspondientes intereses. Si las cuentas cuadrasen dejarían de acceder a esas ganancias.

Y por otro lado los Gobiernos afrontan los presupuestos sin atreverse a gravar las ganancias de monopolios y financieros, cuya recaudación haría innecesarios los préstamos.

Detrás de la imposición de rígidas reglas fiscales, siempre han estado los intereses de las principales burguesías monopolistas europeas

Los acuerdos de la UE no hacen más que fijar por ley el límite del robo a los diferentes estados, para que la ambición no mate la gallina de los huevos de oro.

Pero en ningún caso se discute el derecho a ese expolio, al contrario se establece que las naciones cubran el agujero con recortes en el gasto social.

Antes de la Pandemia el máximo déficit anual permitido era de un 3%. Y ahora se vuelve a ese tope. Así, los países con mayor déficit público deberán recortarlo a un ritmo del 0,4% anual, lo que para España (tomando los datos de 2022) supondrá otros 5.250 millones de euros menos en el presupuesto anual hasta 2032. Alemania exigió que las naciones que tengan más de un 1,5% del déficit también estarán obligadas a reducirlo aunque a menor ritmo.

La aceleración de los pagos a la Banca

La otra norma acordada es que los Estados deben devolver a mayor velocidad la Deuda Pública contraída. Deben detraer de los presupuestos públicos más dinero para reintegrar antes los préstamos bancarios. Aquellos cuya Deuda Pública supere el 60% del PIB deberán amortizar un 0,5% más anualmente. Y Alemania impuso en la reunión una mayor tortura para los más endeudados, que deberán devolver el 1% anual cuando la deuda supere el 90% del PIB. Esto traducido a euros para España, por ejemplo, supone que el próximo año, además de los 40.000 millones que ya tendremos que pagar en concepto de intereses y amortización de los vencimientos de la Deuda Pública, tendremos que pagar otros 15.240 millones para rebajarla al ritmo del paso de la oca que exige Berlín.

De esta manera la amortización de la Deuda absorberá el equivalente a todo el presupuesto anual de Cataluña.

Más dinero y entrando más rápido en las arcas de la banca (nacional y extranjera) prestamista.

La guinda del pastel es que la UE ha anunciado otra medida que supondrá más recortes. Dejará de comprar Deuda de los países europeos por valor de 7.500 millones mensuales, lo que dejara a los Estados emisores a los pies de los caballos (en este caso la Banca privada), pues esto sin duda encarecerá los intereses a pagarles. Y ojo, que hay a la vista una enorme cuenta a abonar: Porque la mitad de las ayudas que están llegando a España en forma de fondos Next Generation han de devolverse. Y son unos 170.000 millones…

Vuelve la austeridad, volverán los recortes.