Los grandes medios nos presentan una “guerra entre Israel y Hamás”. Es mentira. Con esta fake new ocultan el genocidio contra el pueblo palestino y lo justifican bajo la bandera de “la lucha contra el terrorismo”.
Cuando se nos presenta “la resistencia palestina”, se suele a Hamás o la Yihad Islámica, identificándola con el islamismo y el terrorismo. Es absolutamente falso.
La sociedad palestina ha sido y es una de las más avanzadas, laicas y progresistas de la región. Y la columna vertebral de su lucha no ha sido el islamismo, sino corrientes revolucionarias.
Hoy en Palestina existe una amplia red de organizaciones de lucha, desde partidos a sindicatos o movimientos de mujeres, que no se guían por el islamismo y están enfrentados a Hamás.
En condiciones de extrema dificultad, con la ocupación israelí y el exilio, a partir de los años sesenta se crean las organizaciones que hoy siguen siendo la columna vertebral de la lucha en Palestina.
Durante este periodo decisivo, el islamismo no existe como actor político, Hamás no nacerá hasta 1987.
Quien sí ocupa un lugar central es el naserismo, una burguesía nacional antimperialista que se enfrenta al dominio norteamericano. Y la influencia del comunismo es profunda en todas las organizaciones de lucha palestinas. Surgiendo partidos marxistas-leninistas y pensamiento Mao Tse Tung que juegan un importante papel.
Frente a la mentira de presentarnos una Palestina donde sólo existe Hamás, vamos a descubrir cómo en Gaza y Cisjordania existe un alto grado de organización revolucionaria.
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Desde partidos de izquierdas y revolucionarios…
En 1964 se crea en Jerusalén la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Un frente donde conviven nacionalistas árabes progresistas, socialistas y comunistas, y ni una sola organización islamista.
La principal fuerza política de la OLP es el partido Fatah. En uno de sus carteles, fechado en 1970, puede leerse “La lucha no es contra el pueblo judío. La lucha es contra el imperialismo”, ahí se sintetiza una línea revolucionaria bajo la influencia del marxismo.
Fatah ha denunciado los asesinatos de civiles y el secuestro de rehenes por parte de Hamás, contraponiendo una línea que pasa “por la lucha política, diplomática y social, por las movilizaciones de nuestro pueblo”.
A finales de los años sesenta surgen nuevos partidos comunistas que juegan un importante papel.
La segunda mayor organización de la OLP es el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), que tiene como base ideológica el marxismo-leninismo.
Y otro partido palestino histórico, el Frente Democrático por la Liberación de Palestina, que también forma parte de la OLP, es una organización de tendencia “maoísta”.
Además, en Palestina existen otros partidos de izquierda. Entre ellos Iniciativa Nacional Palestina, que considera a Hamás “extremista y fundamentalista”, y defiende “la unidad de la lucha de los palestinos contra la ocupación y por la justicia social, en particular la igualdad entre hombres y mujeres, así como el combate a la corrupción”.
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… a sindicatos y organizaciones feministas
Más de un centenar de sindicatos impulsan movilizaciones en Palestina. Contra la ocupación israelí, y frente a la híper-explotación a la que se somete a los trabajadores palestinos.
Ante el actual genocidio ejecutado por Israel, una coalición de 30 sindicatos palestinos ha impulsado un manifiesto llamando a los trabajadores de todo el mundo. Planteando que “la lucha por la justicia y la liberación palestinas es una plataforma para la liberación de todos los pueblos desposeídos y explotados del mundo”.
Y centenares de organizaciones feministas se enfrentan al invasor israelí, que reprime cada año las manifestaciones del 8 de marzo en las ciudades palestinas. Llevando también una intensa lucha por la igualdad de la mujer y frente a la violencia machista.
La organización feminista Tal’at impulsó una manifestación bajo el lema “No hay patria liberada sin la liberación de las mujeres”. Y decenas de organizaciones han impulsado el manifiesto “Poner fin al #GenocidioenGaza es una cuestión feminista”.
Lo que la realidad palestina nos presenta es un caudal de lucha impulsado por organizaciones populares, progresistas y revolucionarias. Antagónica, en su carácter y en sus principios, con lo que Hamás representa.