Tras décadas donde el establishment político regional ha establecido la dirección en la Universidad pública, una alternativa independiente se ha abierto paso. Ganó de forma inesperada, porque no se podía vislumbrar que un candidato aparecido de la nada, refiriéndonos a la escena política, sin apoyo mediático ni apoyo oficial, pudiera abrirse paso en tan solo unas semanas frente a otros candidatos que tenían cobertura de la prensa y el favor del poder regional.
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Pero el proyecto de Orihuela ha sabido despertar la energía de todos los sectores, que desde distintos puestos y con diferentes sensibilidades, están en desacuerdo con los recortes y el desguace de la Universidad pública. Se puede decir que la campaña de Orihuela ha sido una campaña hecha por la base.
Tras una reñida segunda vuelta entre Pepe Orihuela Calatayud y Juan María Vázquez Rojas, Catedrático de Cirugía Animal, más cercano al PP, Orihuela se imponía por 4.753 votos frente a 3.092. Los cuales, por ser ponderados, equivalen al 50,16% del peso electoral frente al 49,84%.
Pero ¿en que se basa la línea propuesta por Orihuela?
Algunas de las medidas más sonadas son llevar a los tribunales a la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia si se vuelven a retrasar o incumplir los salarios de los trabajadores de la Universidad, o recuperar paulatinamente los presupuestos recortados.
Pero más allá de un enfrentamiento frontal a los recortes hay una línea de construcción de la Universidad al servicio del desarrollo social. Esto se plasma en los principios del programa de este nuevo equipo.«El nuevo grupo rector llama a construir una universidad como motor y canalizador de los cambios sociales necesarios para salir de actual crisis»
En primer lugar el nuevo grupo rector llama a construir una Universidad como motor y canalizador de los cambios sociales necesarios para salir de actual crisis.
Rechaza la política la política del Ministerio de Economía y Competitividad que apaga y frena los proyectos de Investigación. Busca llevar la Investigación al campo de la excelencia.
El nuevo equipo denuncia el continuo deterioro de la Universidad y propone una actitud crítica ante la aplicación del plan Bolonia.
Llama a la democratización y transparencia de las decisiones y de la administración interna de la Universidad. A la ampliación de la participación real de los estudiantes.
Pero la piedra angular sobre la que el nuevo Rector se puede plantear todo esto es su grado de independencia del poder político establecido en la Comunidad Autónoma de Murcia y su grado de independencia del Ministerio. Independencia que ha querido plasmar con el compromiso de no aceptar ningún cargo político.
Es una buena noticia para el movimiento ciudadano que una institución tan importante para el desarrollo social, científico, artístico y cultural como la Universidad de Murcia vaya a estar dirigida durante los próximos años por un equipo independiente al bipartidismo y con un programa en lo fundamental enfrentado a los recortes en Educación e Investigación.