Un bombardeo israelí en una escuela masacra a más de 100 personas, la mayoría mujeres y niños

Verano de récord sangriento en Gaza

Israel ha batido un nuevo récord en su genocidio, masacrando a más de 100 palestinos en el bombardeo sobre la escuela Al Tabaín en Gaza. Los misiles 'made in USA' forman parte del lote que EEUU ha entregado a Israel para su "autodefensa"

Cuando se cumplen diez meses del inicio de la ofensiva, Israel se empeña en demostrar que siempre puede ir un poco más lejos en su voluntad genocida, demostrando quién tiene la medalla de oro en atrocidad y crímenes de guerra.

Un bombardeo israelí sobre la escuela Al Tabaín, ubicada en el barrio de Al Daraj de la Ciudad de Gaza, al norte de la Franja, que servía como refugio para desplazados por la guerra, ha causado un nuevo récord en la masacre, asesinando con un proyectil a más de 100 personas, la mayoría de ellos mujeres y niños.

La escuela Al Tabaín, reducida a escombros

Unas 250 personas -civiles que habían llegado a la ciudad de Gaza huyendo de otras zonas de la Franja especialmente castigadas- estaban rezando alba en la sala de oración de la planta baja de la escuela cuando cayeron los misiles, desatando un infierno de fuego y metralla

Las imágenes (cadáveres despedazados, un Corán ensangrentado, padres gritando, sosteniendo en brazos a sus hijos hijos sin vida…) son especialmente dantescas, no aptas para los estómagos sensibles. Y demuestran que no hay un metro cuadrado seguro en la Franja de Gaza.

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Misiles ‘made in USA‘.

Omar Al Abdallat (Jordania)

La matanza ha sido tan atroz que ha desatado las críticas internacionales, incluso de unos gobiernos occidentales que ya intentan mirar hacia otro lado. La respuesta de las Fuerzas de Defensa Israelíes -autoproclamado, literalmente, «el ejército más moral del mundo»- ha batido un nuevo récord de cinismo, asegurando que fue “preciso” atacando un “escondite de Hamás”.

Batiendo otro récord de hipocresía, la Casa Blanca de Biden se ha mostrado «profundamente preocupado» por el «horrible incidente» en la escuela Al Tabin, al tiempo que han condenado «cualquier intento de los terroristas de esconderse entre civiles en instalaciones protegidas o bajo ellas». El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, ha recordado que EEUU apoya «el derecho de Israel a defenderse».

Los misiles que impactan sobre escuelas y hospitales en Gaza son de fabricación norteamericana, y no sólo no dejan de llegar desde EEUU, sino que el flujo no ha dejado de incrementarse desde el 7 de octubre. A principios de mayo, en medio del desacuerdo por los bombardeos de Rafah, la administración Biden anunció que pausaba el envío de armas a Israel.

La «pausa» y el “desacuerdo” duró… una semana. El 15 de mayo la Casa Blanca anunciaba un nuevo envío de armas a Israel de más de 1.000 millones de dólares, incluyendo miles de toneladas en munición para tanques, morteros y vehículos. Ahora, en mitad de agosto, EEUU ha anunciado que entregará a Israel otros 3.500 millones de dólares en ayuda militar, lo que es sólo una parte de los 14.000 millones de dólares que acordó enviar desde abril.

Pero para más inri, apenas unos días después de la masacre de la escuela Al Tabain, el Departamento de Estado de Estados Unidos aprobaba la venta de más de 20.000 millones de dólares en armas a Israel, incluidos aviones F-15, misiles y cartuchos para tanques y morteros. EEUU no es cómplice de los crímenes de Israel. Son coautores de sus matanzas.

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Un crimen de guerra tan sangriento… como insoportablemente cotidiano

Quien piense que al bombardear escuelas, Israel ha cruzado un nuevo umbral o una inédita línea roja, es que no conoce la hemeroteca. Es un crimen de guerra tan habitual que se ha convertido en parte del paisaje de este abyecto genocidio.

La ONU ha denunciado que, sólo en el último mese Israel ha bombardeado 20 escuelas donde se refugiaban miles de palestinos. En estos diez meses de ofensiva, Israel ha realizado 476 ataques contra colegios e instalaciones educativas. Una semana antes de la masacre de Al Tabaín, dos bombardeos sobre otras dos escuelas en Gaza en las que se refugiaban centenares de desplazados causaban 30 muertos, de nuevo la mayoría niños.

No, no podemos acostumbrarnos a esta barbarie. No podemos acostumbrarnos a las bombas, a la masacre de civiles, a esta guerra genocida.