A pesar de que Capriles no ha reconocido su derrota y ha exigido que se recuenten los votos uno a uno «algo sin la menor importancia, pues todo el mundo sabe que el sistema de recuento electoral electrónico venezolano es uno de los más seguros y fiables del mundo», la victoria del PSUV, aunque mínima en comparación con anteriores resultados, es clara y dará a la revolución bolivariana otros 6 años al frente de la presidencia del país.
Que Maduro haya perdido votos con respecto a los conseguidos por Chávez en las elecciones de hace seis meses entra dentro de la lógica. No se construye un liderazgo en sólo unas semanas. Y menos para sustituir a alguien con el bien ganado prestigio, la popularidad y el carisma de Hugo Chávez. «El pueblo venezolano ha sabido infringir una nueva derrota al imperio y sus fuerzas títeres» Y a eso apunta con toda probabilidad la maniobra de Capriles al no reconocer la victoria de Maduro. Bajo directrices precisas de Washington, la oposición venezolana va a tratar en los próximos meses de impedir a toda costa que se afiance un nuevo liderazgo –ya sea personal o colectivo– de la revolución bolivariana. Buscarán atacar y desprestigiar a Maduro, enfrentarlo con otros sectores o dirigentes revolucionarios, de mostrar su supuesta incapacidad como gobernante,… Los ajustados resultados no van a hacer más que multiplicar la ansiedad de EEUU por deshacerse de una revolución bolivariana que se ha convertido en 14 años en el principal enemigo a batir para recuperar el dominio e influencia perdidas en Iberoamérica.Sin embargo, en esta primera batalla, y aunque sea por la mínima, el pueblo venezolano ha sabido infringir una nueva derrota al imperio y sus fuerzas títeres y avanzar un paso más en su camino revolucionario. Razones de sobra para enviarle nuestra más calurosa felicitación.