Un autor israelí, que está nominado al Oscar por denunciar la dictadura militar que su país ejerce sobre los países vecinos desde hace décadas. A lo inaudito de la situación se suma el lenguaje que utiliza, un documental realizado con innovadoras técnicas de animación, que va mucho más allá de los tradicionales «dibujos animados».
El filme, que se estrena el róximo día 20, recupera los acontecimientos ocurridos el 16 de septiembre de 1982, cuando tropas falangistas cristianas, ayudadas por el ejército israelí, penetraron en Sabra y Chatila y asesinaron a unos 3.000 civiles palestinos, aunque todavía hoy las cifras exactas de la masacre continúan siendo motivo de controversia. El autor retrata en su cinta, nominada a mejor película en lengua no inglesa, la experiencia autobiográfica de su participación en esa incursión. Como militar reservista, algo a lo que están obligados todos los israelíes hasta los 50 años, participó en varias de esas incursiones, y ejerce una profunda autocrítica sobre algo que no le parece heroico en absoluto. Según sus propias declaraciones, Folman pretendía llenar con este trabajo “todos esos agujeros negros que tenía en la memoria”. El resultado es el primer documental de animación de la historia del cine, en el que los elementos oníricos y del subconsciente se mezclan con los testimonios y vivencias reales tanto de Folman como de sus antiguos compañeros del ejército, quienes le ayudan a recuperar las vivencias de la traumática experiencia. La cinta ha sido todo un éxito en Israel, demostrando así el interés que la mayoría de sus ciudadanos tienen por conocer la verdad, al margen de los discursos políticos y las acciones de fe a las que les incitan sus dirigentes. En la película se culpabiliza directamente al entonces ministro de defensa Ariel Sharon, y también ha cosechado un notable éxito en el Líbano. “No creo que las películas puedan cambiar el mundo, pero sí que pueden construir puentes de entendimiento”, apunta Folman, quien, entre otros reconocimientos, ha recibido el Globo de Oro en esta última edición de los premios. En cualquier caso, los valiosos testimonios de los israelíes que se rebelan contra el dogma de su gobierno, y extienden al mundo su experiencia, son el mejor elemento del que disponemos para conocer una verdad desnuda, que habla por si sola.