Cándida Barroso – Candy – es portavoz de la Coordinadora feminista de Valencia. Candy estudió enfermería y opositó a la Policía Local de Valencia en la primera promoción que admite mujeres en el cuerpo. En 1981 ya era delegada de personal y en el 2000 es nombrada Jefa de Policía Local en Llíria. En el sindicato llegó a ser Secretaria General de CCOO en el ayuntamiento, al cargo de la negociación de varios convenios colectivos. En 2009 es elegida Secretaria de la Mujer de CCOO en la Comunidad Valenciana, hasta el 2017.
.
¿Cómo valoráis desde la Coordinadora el resultado de la manifestación del 8M en Valencia?
La convocatoria, bajo el lema “Justicia, igualdad y derechos para las mujeres” ha sido un éxito, con una Coordinadora mucho más amplia de lo que es habitual. La respuesta se puede valorar como masiva. Vimos alguna información de la delegación del gobierno sorprendente, porque después de una hora de llegar a la Plaza de la Reina todavía había gente en la Puerta del Mar. No queremos llegar a una guerra de cifras, pero las calles estuvieron más de dos horas llenas de gente.
Desde semanas antes del 8M hemos estado viendo división y enfrentamiento, y parece que los hechos han demostrado que no solo lo más importante es la unidad, sino que la gente lo tiene claro.
Hay una unidad total respecto a los ejes que, hoy por hoy, debe tener la agenda feminista, tanto para la vida política, como laboral y social. Hay una gran sensibilidad de la población, mayoritariamente de las mujeres, a las que nos aprieta más el machismo, la sociedad patriarcal y capitalista, pero cada vez son más los hombres que salen a la calle con un compromiso continuado para eliminar todas estas desigualdades. No es todo tan banal como se intenta vender en el 8M. No es algo comercial y exclusivamente festivo.
El 8M es una fecha en la que recordamos a las obreras que rompieron una lanza y lucharon por mejorar sus condiciones laborales. Es un compromisos mundial de entidades económicas y sociales que evidencian las desigualdades y retrocesos que también estamos sufriendo.
“Las calles estuvieron más de dos horas llenas de gente”
Aunque cada mujer asesinada pesa demasiado, somos uno de los países de nuestro entorno con mejores resultados en la lucha contra la violencia machista, y eso ha ido en paralelo al crecimiento y organización del movimiento feminista. ¿Crees que hay una relación directa, es decir, a más organización feminista más retrocede la violencia machista?
Esto es así. Evidentemente, cuanta mayor protección jurídica mejor, y hay que recordar que la mayor actuación de los poderes públicos en materia preventiva fue fruto de una movilización del 7N. Los avances nunca vienen regalados, a la sociedad en general y a las mujeres en particular. Recordemos que teníamos una ley integral pero que no se atajaba el machismo.
¿Esto quiere decir que después del Pacto de Estado y del desarrollo y mantenimiento presupuestario estamos consiguiendo que ninguna mujer sea asesinada o violada?, desgraciadamente no.
Pero que estamos en mejores condiciones, sí. Si no miremos el caso del futbolista del Barcelona. Fue la misma discoteca la que puso en marcha un protocolo de protección a la víctima. Esto hace cinco años era impensable.
La presión es imprescindible para mantener los ejes importantes de la agenda feminista, y que esté presente hace que avancemos, aunque desgraciadamente las cifras son muy dolorosas. Este año son 14 las mujeres asesinadas. Con que solo hubiera una hay que cuestionarlo todo. Además las agresiones sexuales no cesan.
“Esto hace cinco años era impensable”
Desde el movimiento feminista decimos que hay elementos que socavan los avances. El patriarcado es muy hábil, porque ante las propuestas de avance se reinventa. Ahora tenemos que ante las agresiones físicas aparece el negacionismo, el cuestionar que son denuncias falsas, o que cale en la población joven que la violencia de genero es un invento. Son rearmes patriarcales.
Respecto al tema de la violencia sexual los jóvenes están teniendo una escuela brutal de desigualdad como es la pornografía. En época de pandemia liberaron el pago de las paginas de porno, no las de libros online. Hay estudios, y es un clamor, que dicen que criaturas de 8 años tienen acceso a pornografía, a una sociedad sexualizada con relaciones desiguales. Esto es el capital que se rearma para comercializar los cuerpos, cosificando y mercantilizando los cuerpos con la prostitución, los vientres de alquiler y el consumo de porno. Somos meros objetos y no sujetos de derechos.
La legislación es clave, pero una base fundamental es la inversión de más recursos. Si no hay dinero no es posible prevenir o educar, pero también formar a los profesionales, o una cuestión tan básica como asegurar un piso e independencia económica a la víctima para que se pueda alejar de su agresor y rehacer su vida.
Está todo íntimamente relacionado. Era necesario que en cuanto hay una mujer que puede denunciar porque esta siendo victima de malos tratos, tenga mecanismos públicos que garanticen sus derechos de ciudadana. Pero la intervención en asistencia a mujeres que son víctimas de violencia de género no es barata. La protección social implica tener buenas inversiones, servicios públicos, que esto es otra cuestión que denunciamos, servicios de gestión directa públicos y de calidad, para atender la necesidades de mujeres en situación de vulnerabilidad. No hay dos casos iguales.
“El capital que se rearma para comercializar los cuerpos”
En casos de violencia de género nunca se ha invertido lo suficiente. Esto está en oposición frontal a quienes quieren privatizar o minimizar los recursos del estado, quienes ridiculizan los servicios en materia de igualdad, que es una espada de Damocles, y quienes piensan que los impuestos no se tienen que pagar. Cuando un estado es corresponsable hay una tributación acorde a los ingresos de cada uno, una política diseñada de protección a la ciudadana en estado de vulnerabilidad en general, pero a las mujeres en particular, porque somos la mitad de la población que seguinos soportando mayores exclusiones y violencia.
Esto una amenaza permanente. Los servicios de protección a las mujeres tienen una debilidad terrible en municipios, ciudades o autonomías dependiendo de quien gobierne. Mira lo que está pasando en Andalucía y Castilla-León. Están despareciendo recursos a marcha galopante muy necesarios.
Como decía Simone de Beauvoir, vendrá una crisis social, política, económica y sanitaria, y los derechos de las mujeres estarán en riesgo de retroceder. Esto nos pasa permanentemente a las mujeres.
Con la igualdad salarial ocurre lo mismo. Necesitamos medidas que sean decisivas y rechazar el negacionismo.
La ignorancia es muy atrevida y temeraria. O es maldad, claro. Si es ignorancia pues instrúyanse, y si es maldad tenemos un problema. El acceso de las mujeres al mundo del trabajo nadie lo cuestiona, entre comillas, porque cuántas mujeres están con trabajos precarios. También los hombres, pero mayoritariamente las mujeres. El 17% de trabajadores están a tiempo parcial, pero las mujeres, el 75%, y es por ese “suelo pegajoso” que decimos desde el feminismo.
“Cuando te haces mayor esta brecha de género se agudiza”
Esa visión de que son las mujeres las que tienen que realizar las tareas de cuidado de hijos e hijas, y de la gente mayor. Tienen acceso a trabajos más precarios, con jornadas reducidas que no son las que una querría, carreras profesionales interrumpidas. Y luego las pensiones, con una brecha del 30%. Como decimos, la precariedad y la pobreza tienen rostro de mujer, y cuando te haces mayor esta brecha se agudiza.