El 28-A no estamos condenados a tener que elegir, de forma pasiva, entre “el bloque de derechas” y el “bloque de izquierdas”. Ni a decidir nuestro voto solo bajo el argumento de “evitar un gobierno de la derecha”.
Lo que de verdad necesitamos, para evitar que quienes pretenden imponer más recortes y menos derechos acaben saliéndose con la suya, es que avance otra línea en la izquierda, que de verdad represente los intereses de la mayoría progresista.
Esa “otra izquierda” ya existe. Recortes Cero-Grupo Verde va a presentarse, al Congreso y al Senado, en las 52 provincias. Con más fuerza y más apoyos. Con una candidatura plural que defiende desde la izquierda la redistribución de la riqueza para acabar con los recortes y la unidad del pueblo trabajador español frente a quienes siembran la división.
Hay que redistribuir la riqueza
Desde estas páginas hemos apoyado la subida del salario mínimo o las mejoras sociales aprobadas o propuestas por el actual gobierno. Pero eso no es revertir los recortes, sino solo paliar sus efectos.
En España existen suficientes recursos para darle la vuelta al saqueo que hemos sufrido, y continuamos sufriendo, el 90% de la población. Lo que necesitamos es una auténtica política de redistribución de la riqueza.
Tienen razón los medios que afirman que estamos saliendo de la crisis. Desde 2013 el PIB no solo no decrece sino que aumenta, y supera ya los 1,2 billones de euros. El problema que se oculta es quién se está quedando los frutos de ese crecimiento.
El Banco de Santander cerró el pasado año con unos beneficios de casi 8.000 millones, Iberdrola o Telefónica con más de 3.000 millones. Sus ganancias han subido a un ritmo que, en el caso del banco de Ana Patricia Botín, llega al 18%.
Mientras tanto, el 47% de los trabajadores cobra menos de 1.000 euros mensuales, los pensionistas han visto recortado su poder adquisitivo, y seguimos, diez años después, por debajo de la inversión pública en sanidad o educación que se destinaba en 2009.
El crecimiento no llega a la mayoría de la población. Y la causa de ello es que un ínfimo puñado de bancos y monopolios nacionales y el capital extranjero se apropian del 77% de la riqueza producida en España.
Esto es lo que tiene que cambiar. Hay que redistribuir la riqueza. Imponer que una parte de las enormes ganancias de bancos y monopolios, o del capital extranjero, se destinen a crear empleo, a subir salarios y pensiones, a mejorar la sanidad y la educación públicas…
Recortes Cero-Grupo Verde es la única candidatura que en estas elecciones generales va a proponer un verdadero programa de redistribución de la riqueza.
Encabezado por la exigencia de que las pensiones se blinden en la Constitución. Esta es la primera medida de redistribución de la riqueza.
Asistimos a una ofensiva donde grandes fondos nacionales y extranjeros quieren apoderarse del “nicho de negocio” que suponen las pensiones públicas. Y para ello imponen su degradación.
La única forma de proteger de verdad las pensiones públicas es que la Constitución las reconozca como un derecho fundamental. Y que un artículo prohíba expresamente que cualquier gobierno, presente o futuro, pueda recortarlas o privatizarlas total o parcialmente.
Recortes Cero-Grupo Verde defiende una redistribución salarial con dos medidas claras: nadie por debajo de 1.000 euros al mes, y nadie por encima de 10.000. Para garantizar que ningún trabajador perciba un salario menor que el de un mileurista establecer un “salario máximo” que limite los multimillonarios sueldazos de una minoría.
El programa de Recortes Cero es el único que exige la devolución del dinero público empleado en el rescate bancario, o evitar la privatización de Bankia. Para crear una gran banca pública e invertir ese dinero en crear un millón de empleos fijos y productivos, vinculados a la reindustrialización del país.
Y, en las elecciones del 28-A, Recortes Cero-Grupo Verde va a explicar como sí es posible revertir todos los recortes en sanidad, educación, ciencia o cultura. Llevando adelante una reforma fiscal progresiva que suba del 25% al 50% el Impuesto de Sociedades que pagan bancos y monopolios por sus beneficios, o elevando hasta el 75% el IRPF para las grandes fortunas.
El 28-A necesitamos una izquierda que plantee una verdadera política de redistribución de la riqueza en beneficio de la mayoría.
Defender la libre unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España es progresista
¡Ya está bien de que nos dividan y enfrenten! La izquierda siempre ha estado en contra de la división y a favor de la unidad.
Recortes Cero-Grupo Verde, desde la mejor tradición de izquierdas y progresista, dice alto y claro que defender la libre unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España es progresista.
La pluralidad es una riqueza que en España afortunadamente podemos disfrutar en mayor medida que en otros países. Quien niega o incluso quiere recortar la pluralidad está atacando la unidad.
Pero sobre todo, desde la libertad y la diversidad, necesitamos unidad. Solo unidos podremos avanzar en un camino de redistribución de la riqueza o ampliar derechos y libertades. Tenemos los mismos intereses, en Cataluña y en Madrid, nos enfrentamos a los mismos problemas, en Euskadi y en Andalucía, compartimos deseos y anhelos, en Galicia y en Castilla.
Quien siembra división y enfrentamiento lo hace para dominarnos mejor, para imponer más recortes o limitar derechos.
En Cataluña, Puigdemont y Torra representan una élite reaccionaria que ejecuta recortes sociales, saquea los fondos públicos con la corrupción del 3% y busca imponer de forma antidemocrática la independencia a la mayoría de catalanes que la rechaza. Son lo más retrógrado y opuesto al progreso.
Recortes Cero-Grupo Verde se ha movilizado activamente contra estos intentos de división, encabezando en Cataluña la izquierda que dice no a la independencia.
Ya en 2014 Recortes Cero impulsó el manifiesto “¡Decidamos. No a la independencia!”. Apoyado por más de 300 personalidades, sindicalistas, activistas sociales… En 2017, ante el desafío del procés, Recortes Cero impulsó la publicación de tres manifiestos, denunciando el 1-O y la DUI como una “estafa y una imposición antidemocrática”, con más de 5.000 firmantes y 60 organizaciones políticas y sociales haciendo aflorar una izquierda que no acepta que “se utilice nuestro rechazo a las políticas de Rajoy” para tratar de imponer los planes independentistas de Mas, Puigdemont, Torra y Junqueras.
El 28-A necesitamos una izquierda que defienda la unidad y se enfrente a quienes quieren dividirnos.