El gobierno vasco, del PNV y encabezado por el lehendakari Iñigo Urkullu, exigió inmediatamente una «rectificación pública» de los organizadores del certamen de Eurovisión. A esa exigencia se unió el ministro de Asuntos Exteriores del gobierno español, José Manuel García Margallo.
Por encima de diferencias ideológicas o políticas, al margen de si hemos nacido en Donosti o en Badajoz, todos los ciudadanos españoles nos hemos indignado por igual cuando Eurovisión ha insultado y denigrado a la ikurriña.
Apoyamos la defensa de la ikurriña, la bandera constitucional de Euskadi, que todos los españoles sentimos también como propia, porque la pluralidad y diversidad nos fortalece y refuerza nuestra unidad.
Las autoridades europeas que no entienden esto, y por eso han prohibido la exhibición de la ikurriña en Eurovisión, no tienen ni idea de lo que es España, que no existiría sin Euskadi.