Sí hay esperanza frente a una sanidad al servicio de los grandes capitales farmacéuticos, fondos de inversión y aseguradoras que hacen de la sanidad un negocio milmillonario a costa de nuestra salud; una sanidad al servicio del pueblo.
Detener los recortes y la privatización
1.- Aumentar la inversión pública en sanidad y dependencia hasta la media de la eurozona (7,4% del PIB) mediante la redistribución de la riqueza que acaparan una minoría. Sólo acabando con el fraude fiscal se podrían obtener recursos para revertir los recortes e invertir en mejorar la sanidad.
2.- Anular el copago farmacéutico y hospitalario y de la exclusión de medicamentos e insumos básicos de la Seguridad Social.
3.- Reintegrar de los inmigrantes sin papeles en el sistema público gratuito de salud.
4.- Paralización y reversión de la privatización sanitaria, tanto directa como indirecta, empezando por las leyes que la han permitido, como la Ley 15/97.
Avanzar en una sanidad al servicio del pueblo
De acuerdo a la orientación general de una sanidad para prevenir, curar, ahorrar y mejorar el nivel de vida al servicio del pueblo, los ejes de las principales medidas son:
1.- Asegurar la cobertura del conjunto de la población española:a) Aumentar el personal sanitario b) Poner la Asistencia Primaria en el centroc) Reducir drásticamente las listas de espera
2.- Desarrollar todas las capacidades productivas y científicas autóctonasa) Crear un tejido farmacéutico españolb) Por la base desarrollar la I+d+i c) Crear una Central de Compras que abarate el gasto farmacéutico
3.- Desarrollar la democracia sanitariaa) La gestión en manos de los profesionales y el tejido civilb) Una Ley contra el delito a la salud que endurezca el castigoc) Una Agencia de Evaluación independiente sobre eficacia y seguridad
Una sanidad preventiva y más eficaz que cualquier aseguradora y empresa sanitaria, porque se adecuan recursos y horarios a prevenir la enfermedad y acabar con las listas de espera.
a) Aumentar las plazas de personal sanitario hasta cubrir la proporción por habitante que reclaman las sociedades científicas, potenciando con ayudas especificas que los jóvenes de familias con rentas bajas con vocación y voluntad puedan formarse con los mejores y recuperando la figura del médico de cabecera.
b) Poner la Asistencia Primaria en el puesto de mando de la Sanidad Pública, favoreciendo la integración socio-sanitaria. Aumentar el número de centros, el tiempo de visita mínimo y la implicación de médicos en tareas preventivas y educativas como es la educación alimentaria, sexual, etc.
c) Desarrollar la medicina especializada al servicio de prevenir y curar las patologías más graves, y de rebajar las listas de espera al nivel óptimo fijado por las sociedades científicas; abriendo los quirófanos, camas, pruebas; y ampliando el personal y los horarios de actividad (p.ej los fines de semana) tanto como sea necesario para cumplir dicho objetivo.
Una sanidad que produzca fármacos y tecnología que compitan con las grandes farmacéuticas y tecnológicas.
a) Crear un tejido productivo farmacéutico (genéricos, p.ej) y tecnológico autóctono que transforme en patentes y producción material todos los avances realizados en nuestro país; que permita mejorar la accesibilidad a los tratamientos y reinvertir los beneficios en el desarrollo y mejora de la sanidad popular.
b) Desarrollar la Investigación e innovación desde el ámbito universitario y científico públicos, tanto en campos de alta tecnología (desde la nanotecnología a las células madre) como en campos que rinden terapias de coste mínimo, invirtiendo un porcentaje a la investigación de enfermedades huérfanas, raras u olvidadas (en definitiva, no rentables para los grandes capitales farmacéuticos) y fortaleciendo las líneas de cooperación con nuestras áreas de desarrollo natural, Hispanoamérica, norte de África, países árabes y otras zonas emergentes del planeta.
c) Rebajar el gasto farmacéutico, mediante una central de compra estatal que diversifique sus pedidos a países como Brasil, India o Sudáfrica, que venden sus genéricos hasta un 90% más baratos que las grandes multinacionales farmacéuticas.
Una sanidad más democrática, que ponga la gestión sanitaria y financiera en manos de los profesionales y las asociaciones civiles, no de los capitales financieros y fondos de inversión.
a) Poner la gestión sanitaria y financiera en manos de los profesionales y asociaciones civiles.
b) Endurecer el castigo a los delitos contra la salud colectiva con una ley que a su vez reconozca, atienda y proteja activamente a las víctimas, como son las víctimas de la Talidomida, y tantas otras que esperan justicia en nuestro país. Que proteja a la población, por el principio de precaución, con moratorias como la de la vacuna contra el virus del papiloma reclamada por miles de profesionales o frente a los campos electromagnéticos. Evitando la prescripción de los delitos contra la salud pública y contemplando la suspensión o expropiación de patentes de productos sanitarios si estos no son accesibles, como pasó con los enfermos de Hepatitis C.
c) Crear una agencia independiente de evaluación de las terapias, tanto farmacológicas como tradicionales, de su eficacia y seguridad. Hoy en día, la acupuntura, la reflexopodia podal o incluso la homeopatía se contemplan dentro de la cobertura médica en varios países occidentales.