Habrá riesgos y dificultades, pero se abre un nuevo tiempo político donde hay mejores condiciones para poder avanzar hacia el camino de progreso que la mayoría demanda, basado en la regeneración democrática, la redistribución de la riqueza y la defensa de la unidad.
Lo que parecía imposible hace unos pocos días ha sucedido. El gobierno del PP ya es historia. La moción de censura presentada por Pedro Sánchez ha triunfado con 180 votos a favor. Rajoy dejará la Moncloa. Y el líder del PSOE se convertirá en el séptimo presidente de la democracia.
Esta es una excelente noticia. Saludamos y felicitamos al nuevo gobierno de Pedro Sánchez. Y celebramos que hoy se nos presenta una nueva oportunidad para llevar adelante los cambios que la mayoría social demanda. «Nada está decidido. Pero hoy existen mejores condiciones para la defensa de los intereses de la mayoría. Debemos celebrarlo, y sobre todo trabajar por aprovecharlas»
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Por qué ahora ha sucedido lo que no fue posible en 2016?
Ha influido la demoledora sentencia del caso Gúrtel pero también, y sobre todo, la presión de una mayoría de progreso. El PP ha pasado de ser garante de la estabilidad a factor de inestabilidad, dado el creciente rechazo que sus políticas provocan. Y cabe recordar que Pedro Sánchez debe su puesto a la movilización de las bases socialistas contrarias al golpe interno ejecutado para facilitar la llegada de Rajoy a la Moncloa.
Los grandes bancos norteamericanos, y la oligarquía española, con la presidenta del Santander, Ana Patricia Botín, a la cabeza han reaccionado… con preocupación. Manifestando que “no se deben revertir las reformas que han permitido la recuperación económica”. Saben que un nuevo gobierno presidido por Pedro Sánchez va a alentar las exigencias por desmontar parte de las medidas y leyes más reaccionarias aprobadas por los gobiernos del PP.
Se abre un nuevo tiempo político. Y en él hay mejores condiciones para el pueblo. No todo será fácil, habrá dificultades y problemas. Pedro Sánchez ya ha anticipado que va a respetar las exigencias de la UE, con la contención del gasto público que comporta. Por eso -y no solo por contentar al PNV- va a respetar los presupuestos presentados por el PP. Pero el movimiento popular, desde el que defiende las pensiones públicas al que reclama una auténtica regeneración democrática, va a salir fortalecido. Jugando un papel político que los grandes centros de poder temen, incluso en su versión más moderada. Esa es sin duda una buena noticia.
El apoyo de las fuerzas independentistas, decisivo para que la moción de censura haya triunfado, tiene un aspecto malo, sería insensato negarlo, pero también otro bueno que pocos mencionan. Frente a la “caverna de Berlín” han triunfado los “pragmáticos”. Puigdemont parecía querer votar No, bajo el argumento de que “contra Rajoy vivimos mejor”, tenemos garantizado una mayor tensión con España. Pero quienes han impuesto el Si son los círculos del PDeCAT que priorizan la formación de un govern factible, lo que exige posponer tentaciones unilateralistas.
Tenemos una oportunidad y debemos aprovecharla. No es verdad que el único destino del nuevo gobierno de Sánchez sea el de la debilidad de sus 84 diputados, sometiéndose “al chantaje de nacionalistas e independentistas”. Sigue existiendo en el parlamento una mayoría de progreso que puede dar estabilidad al nuevo gobierno. No es una buena noticia el agrio enfrentamiento entre Sánchez y Rivera durante la discusión de la moción de censura. Pero hay que exigir que, por encima de rivalidades, primen los puntos de unidad. Y es posible acordar un programa común, compartido desde el PSOE a Unidos Podemos y Compromís o Ciudadanos, basado en la regeneración democrática, medidas de redistribución de la riqueza y la defensa de la unidad frente a políticas xenófobas que nos dividan.
Nada está decidido. Las presiones sobre el nuevo gobierno van a arreciar. Pero hoy existen mejores condiciones para la defensa de los intereses de la mayoría que hace unas semanas. Debemos celebrarlo, y sobre todo trabajar por aprovecharlas.