Ante el manifiesto “Formar gobiernos de progreso y en defensa de la democracia”

Una nueva izquierda se abre paso

Desde hace tiempo, especialmente en los últimos ciclos electorales -2015/2015 y 2018/2019- se está abriendo camino en España una alternativa que parte de señalar los blancos políticos que concentran la posición de los verdaderos enemigos del pueblo y del país, que propone como alternativa la redistribución de la riqueza y la defensa de la unidad y como línea de actuación una política de frente amplio de unidad de todas las fuerzas de progreso y regeneración democrática.

Esta alternativa se viene expresando a través de los manifiestos impulsados por Recortes Cero y publicados en diferentes diarios de ámbito nacional o autonómico, como El País, El Mundo, La Verdad de Murcia o El Periódico de Cataluña. Firmados por miles de personalidades y profesionales, representantes políticos, alcaldes y concejales progresistas, sindicalistas y activistas sociales, trabajadores/as, pymes y autónomos, estudiantes, pensionistas…

El último manifiesto, publicado con cuatro páginas en el diario El Mundo el pasado domingo 9 de junio, titulado “Formar gobiernos de progreso y en defensa de la democracia” hacía un llamamiento explícito a impedir que las fuerzas que representan a la ultraderecha y al procés entraran en los gobiernos y tengan un papel decisivo en la vida política del país.

Situando con claridad los dos blancos políticos que  concentran en estos momentos a los enemigos. Que en nuestro país no decida Steve Bannon, exasesor y estratega de Trump, el gran padrino de la ultraderecha europea y su internacional ultra El Movimiento, a través de Vox, la criatura financiada y apadrinada desde Washington que ataca las conquistas y libertades democráticas y la solidaridad.

Y tampoco los que representan al procés, que promueven la división y el enfrentamiento, una élite que quiere imponer de forma antidemocrática la independencia a una mayoría que lo rechaza, y que, desde la Generalitat, ha ejecutado recortes sociales contra la población.

El manifiesto no criminaliza a quienes tienen una ideología o posiciones políticas democráticas de derechas, nacionalistas o independentistas que se expresan libremente en la España democrática.

No es de extrañar por lo tanto que la conclusión del manifiesto, “Abascal y Torra o Puigdemont son dos caras de una misma moneda, excluyente y reaccionaria”, haya concitado tanto apoyo entre las personalidades, fuerzas y personas democráticas, como ataques desde los medios más reaccionarios y del procés.

En elnacional.cat, Agustí Colomines, uno de los transfugas del comunismo al ultranacionalismo de Convergencia, ideólogo del partido de Puigdemont, ha publicado un artículo llamando a los firmantes del manifiesto los “progres habituales”, “gusanos” y “vejestorios” que se atreven a “equiparar a los presidentes Qim Torra y Carles Puigdemont con el lider de Vox Santiado Abascal”. Mientras que desde Okdiario, el digital dirigido por Eduardo Inda, en un artículo firmado por Segundo Sanz, se les tacha de ser los del “sindicato de la ceja” que con los “neomarxistas” de Recortes Cero “equiparan al lider de Vox, Santiago Abascal, con el golpista fugado Carles Puigdemont”. Y “han vuelto a escena para presionar a Ciudadanos a que pacte con PSOE y por extensión con Podemos”.

Los manifiestos publicados son un ejemplo de cómo se abre paso una izquierda que tiene posiciones y alternativas ante los problemas de España diferentes a las de los dirigentes de izquierda que ahora copan instituciones. Redistribir la riqueza y que defender la libre unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España es progresista son sus dos pilares.

Y tiene también una línea de actuación para llevarlas adelante, basada en unir el máximo de fuerzas progresistas y democráticas para dar cada una de las batallas, desde las pensiones a la formación de gobiernos; aislando en cada momento a los representantes políticos de los recortes, el saqueo, la fragmentación y la degradación del país.