Se ha abierto una nueva etapa política. Seguimos teniendo un gobierno del PP dispuesto a defender los intereses de los grandes capitales y los mandatos de Bruselas. Pero las condiciones han cambiado, y no sólo porque el PP esté en minoría sino porque «le han visto las orejas al lobo».
Nadie ha expresado mejor esta nueva situación como el ministro de Economía Luis de Guindos en la última entrevista concedida a El País cuyo titular era ni más ni menos: “El riesgo político exige un giro en la política económica en Europa”.
En Europa gran parte de los presidentes que han ejecutado los recortes ya no lo son. España durante nueve meses ha estado con un gobierno en funciones, el PSOE ha salido de este período con una crisis de largo alcance y una hemorragia de votos… Son completamente conscientes del peligro que corren; no van a poder aplicar la política de recortes de la misma forma; la subida del salario mínimo o la propuesta de nuevos presupuestos así lo certifica.Es el momento de exigir la Redistribución de la Riqueza
Que cambien las formas no quiere decir que cambien los objetivos. El gobierno del PP va a continuar ejecutando el trasvase de riqueza de los bolsillos del 90% de la población al capital, y muy especialmente al capital extranjero. Es muy alarmante el saqueo de las pensiones; el mismo día que se anunciaba la subida del salario mínimo era noticia que el gobierno volvía a sustraer 9.500 millones del fondo de reserva de las pensiones. También es alarmante el anuncio de la venta de Bankia en el año 2017, muy posiblemente al Deutsche Bank.
Debemos poner en el centro la alternativa de Redistribuir la Riqueza. Sobran los recursos, ellos mismos lo reconocen cuando elaboran un presupuesto en el que devuelven 15.000 millones de deuda pública sin hacer un sólo recorte. España es un país rico, la cuarta economía de la zona euro, pero el 1% de la población concentra tanta riqueza como el 70% más empobrecido. Así de sencillo es el diagnóstico y la alternativa: Redistribuir la Riqueza. Pero es importante tener claro que cuando hablamos de redistribuir no hablamos de repartir la miseria sino de hacer una redistribución que permita generar más riqueza; y eso implica dos cosas: subir salarios y pensiones, y crear empleo productivo.
Necesitamos un Frente Amplio de Unidad
En Recortes Cero estamos especialmente orgullosos de haber promovido el Manifiesto por Un Gobierno de Progreso publicado tres veces en El País y apoyado por 2.400 firmantes. En el manifiesto proponíamos un gobierno que surgiera de un acuerdo entre PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos. La pluralidad de los firmantes fue enorme, con gran protagonismo de la sociedad civil; por ejemplo el escritor Juan José Millás, el economista Juan Torres, actrices como Aitana Sánchez Gijón, el humorista Antonio Fragüas; y representantes políticos de distintas trayectorias: Joan Baldoví de Compromís, el juez Baltasar Garzón, Odón Elorza del PSOE, el ex-alcalde Vitoria José Ángel Cuerda del PNV, Esteban Cabal de Los Verdes o Joanen Cunyat de Recortes Cero…
¿Qué hizo posible esta unidad tan diversa? Una línea de Frente Amplio basada en unir todo lo unible (organizaciones, movimientos, personalidades, sectores sociales, etc.) en torno a unos puntos mínimos que constituyen una alternativa frente a los que ejecutan los recortes, con el objetivo de aislarlos. Esto significa trabajar por un Frente Amplio de Unidad. Restarle apoyos al “enemigo político” y sumarlos al Frente significa avanzar. Y al contrario, restar apoyos al Frente es retroceder. Esta es una diferencia sustancial con las líneas que defienden un “frente de izquierdas” en sus diferentes versiones (izquierda frente a derecha, constitucionalistas frente a populistas…). Así se fortalece a los que nos imponen los recortes (el Fondo Monetario, el Banco Central Europeo o la Comisión Europea), y se divide y enfrenta al pueblo. El único objetivo que se consigue por este camino es capitalizar el apoyo de un sector de la sociedad pero no servir a los intereses de la mayoría.
Hemos de extraer esta lección. Recortes Cero vamos a continuar trabajando por un Frente Amplio aún con más fuerza. Poniendo toda nuestra energía en las batallas fundamentales; especialmente por la defensa del blindaje constitucional de las pensiones; de los salarios, con la propuesta de un salario mínimo de mil euros y un tope salarial de diez mil y por la creación de una “Bankia” pública que impulse un plan de creación de empleo productivo y de utilidad social.