La ejecutiva de Ciudadanos acaba de anunciar que no pactará con Pedro Sánchez ni con el PSOE tras las generales. El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ha sido rotundo: “ningún voto que vaya a Ciudadanos va a servir para que Sánchez siga como presidente del gobierno”. Remachando, por si había alguna duda, que “estamos siendo claros. Ni con el PSOE ni con Pedro Sánchez”.
Esta es una decisión política muy errónea. Que alinea a Ciudadanos con el PP de Pablo Casado como única alternativa para formar mayorías.
Desde De Verdad Digital hemos defendido, y seguimos haciándolo en este ciclo electoral, la alternativa de un gobierno de progreso como la que en las actuales condiciones más beneficia a los intereses de la mayoría. Un gobierno de progreso basado en un acuerdo entre PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos.
Esta es una alternativa viable. Porque salen los números. Así lo demuestran todas las encuestas publicadas, donde la combinación que más respaldo aglutina, y la única capaz de configurar una mayoría estable, es la resultante de sumar PSOE, Ciudadanos y Unidos Podemos.
Por encima de las diferencias, existe una mayoría social de progreso, que rechaza seguir el camino de los recortes y quiere abrir una auténtica regeneración democrática.
Es más, a pesar de que suele ser una alternativa silenciada en los grandes medios, toda la política española gira en torno a la posibilidad de un gobierno de progreso. Sucedió en la doble vuelta de las generales, en las crisis desatadas en los gobiernos autonómicos de Madrid y Murcia… Y vuelve a ocurrir lo mismo en este ciclo electoral, tanto en las generales de abril como en las autonómicas y municipales de mayo.
Por eso la decisión tomada por la ejecutiva de Ciudadanos, atándose de forma insólita las manos antes de que los ciudadanos hayan expresado su posición en las urnas, es tan errónea.
Ciudadanos nació como una fuerza regeneradora, y por eso se ha ganado el apoyo de muchas personas. Y mantiene una firme posición en defensa de la unidad, cosechando el enorme éxito de ser la fuerza más votada en las últimas elecciones catalanas.
Con un gobierno en el que participe la ultraderecha, y sobre todo que esté presidido por un Pablo Casado ya desatado al reclamar más recortes y atreverse incluso a atacar derechos consolidados como el aborto, nada de lo que aspira Ciudadanos podrá conseguirse.
El lugar de Ciudadanos está dentro de un gobierno de progreso. Eso es lo que de verdad desean sus votantes.