Se nos presenta permanentemente un único reto: dilucidar si el próximo gobierno recae en “el bloque de las derechas” o en “el bloque de izquierdas”. Llamándonos a alinearnos con cada uno de ellos.
Pero existe una contradicción que, aunque se haga desaparecer de análisis y valoraciones políticas, tiene una importancia decisiva. Y no enfrenta a “derecha” e “izquierda”, sino que se dirime en el seno de esta última. Nos referimos a la línea, pensamiento y alternativas que acaben dirigiendo a un movimiento popular en avance.
Existe una mayoría progresista cuya fuerza e influencia ha crecido. Lo vemos en las movilizaciones en defensa de las pensiones, en el éxito del 8-M, en la lucha sindical… Y su repercusión va a volver a sentirse en las urnas el 28-A.
Pero el futuro de este movimiento popular, lo que de verdad va a determinar si es capaz de avanzar en conquistar las demandas de la mayoría, frente a quienes quieren dar una nueva vuelta de tuerca al “programa de los recortes”, es la la línea y programa que defienda.
Recortes Cero representa hoy, no solo con palabras sino sobre todo con hechos, la única alternativa que desde la izquierda defiende de verdad los intereses de la mayoría de progreso.
No es necesario esperar a contrastar lo que los diferentes partidos ofrecen en la campaña electoral. Está sucediendo ya.
Recortes Cero es una de las fuerzas que ha impulsado la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones (MERP). La MERP resuelve de raíz uno de los problemas que más preocupan y afectan a la mayoría, al proponer que las pensiones se blinden en la Constitución, evitando que puedan recortarse o privatizarse. Uniendo a una mayoría transversal en torno a este único punto. Esta línea permite que podamos dar la batalla de las pensiones para ganarla.
Por el contrario, confiar en una resolución dentro del Pacto de Toledo, independientemente de las medidas que se tomen, somete el futuro de las pensiones a los vaivenes políticos o al cambio de mayorías, y al supeditarla a la negociación entre partidos conduce inevitablemente a la división.
Sucede lo mismo en la respuesta y alternativa que Recortes Cero ha dado ya ante los principales problemas estructurales que deciden nuestro futuro. Y que se diferencian radicalmente de los programas que se nos presentan desde otras fuerzas dentro de la izquierda.
Subir el salario mínimo o aumentar el gasto en ayudas sociales es positivo. Pero eso no es redistribuir la riqueza. Recortes Cero ha defendido en todas las elecciones a la que se ha presentado una medida sencilla: ningún sueldo por debajo de 1.000, ninguno por encima de 10.000. Recortar a los que más tienen para emplear esos recursos en crear empleo, subir salarios, mejorar las prestaciones sociales… Eso sí es redistribuir la riqueza.
Recortes Cero es la izquierda que desde el primer momento denunció radicalmente la “estafa antidemocrática” que suponía el 1-O, con unas élites del procés que pretendían imponer la independencia a una mayoría de catalanes que la rechaza. Lo dijo y lo hizo, manifestándose ante el parlament catalán o impulsando manifiestos firmados por miles de ciudadanos que hicieron aparecer la izquierda que se enfrentaba a los Mas y Puigdemont.
De forma persistente, y recogiendo la mejor tradición de los sectores más avanzados, Recortes Cero ha dejado claro que defender la libre unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España es progresista. Y que quienes nos quieren dividir y enfrentar lo hacen para imponernos un dominio todavía más férreo.
Hoy la situación en Venezuela preocupa a una sociedad española que, en un 73%, una abrumadora mayoría, se opone a una intervención militar norteamericana. En su manifiesto fundacional, Recortes Cero se posiciona “por una política de paz y neutralidad para España”. Esta posición se traduce hoy en la exigencia de paz y neutralidad en Venezuela, frente a una injerencia de la superpotencia que amenaza con provocar una tragedia en el corazón del mundo hispano.
Existe otra izquierda. Que pone en primer plano la necesidad de blindar las pensiones en la Constitución, de redistribuir la riqueza para crear empleo y subir salarios y pensiones, de defender la libre unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España como una bandera progresista, frente a quienes nos quieren dividir y enfrentar.
Esta otra izquierda la representa la línea y el programa defendido por Recortes Cero. Demostrado en los hechos, en las alternativas planteadas en cada una de las principales luchas.
Es el momento de llevar esta otra izquierda, Recortes Cero, al parlamento. Este es el reto al que nos enfrentamos en esta campaña electoral. Y que queda oculto cuando solo se sitúa el objetivo de “impedir un gobierno de la derecha”.
Recortes Cero es el voto más útil. Esta es la mejor respuesta a quienes pretenden imponernos más recortes y menos derechos. Esta sería la mejor forma de fortalecer el movimiento popular y la influencia de la mayoría social progresista.