Entrega del X Premio José Luis Giménez-Frontín a Rosa Lentini

Un premio y una poeta que contribuyen al acercamiento entre culturas

El pasado martes 26 de noviembre la poeta Rosa Lentini recibió el premio José Luis Giménez-Frontín concedido por la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña (ACEC). Esta entidad instituyó el premio en el año 2010 para mantener viva la memoria del que fue fundador y presidente de la entidad y una de las figuras intelectuales relevantes de la Cataluña actual. Giménez-Frontín fue poeta, narrador, articulista y ensayista, era un referente a la hora de encontrar puntos de contacto y vías de aproximación entre ideas y culturas diversas. La concesión de este galardón, de carácter honorífico, tiene un motivo definido y en estos momentos en Cataluña lleno de significado: se distingue con él a una figura que en el mundo de las letras se haya destacado por haber contribuido al acercamiento entre culturas. Desde el año 2010, cuando se empezó a conceder este premio, lo han recibido entre otros el escritor Joan de Sagarra, Ana María Moix, Carme Riera… 

Rosa Lentini, catalana y poeta en lengua castellana, lleva años, junto a muchos otros escritores y poetas catalanes, trabajando por el encuentro entre las lenguas y culturas castellana y catalana, como afirmó en su discurso de recepción del premio: “Creo que nada le hubiera alegrado tanto -a Giménez-Frontín-  como que las dos lenguas en las que creía, y que atravesaban su biografía, hubiesen sido consideradas como lenguas amigas, dispuestas a potenciarse mutuamente, así como dentro y fuera de Cataluña muchos creíamos que debía ocurrir”.  Es ingente el trabajo que estos escritores, a menudo silenciados y no beneficiados por las subvenciones, hacen en este sentido. La biografía de Rosa Lentini es un ejemplo de ello, un ejemplo que en una parte sigue los pasos de su padre, Javier Lentini, poeta, médico, viajero y fundador de la revista “Hora de poesía”. 

“Hora de Poesía”

Esta revista, de la que se editaron 100 números, tiene una trayectoria que es un reflejo de la trayectoria de nuestra Cataluña actual. En su primer número, editado en enero de 1978, publica un montaje sobre la libertad de expresión, titulado LOS POEMAS DE TORNA (montaje concebido al principio como protesta contra el conocido encarcelamiento de Els Juglars). “HORA DE POESÍA proclamaba así su intención multilingüística y sin ideario, credo o postura poética preconcebidos”, “multilingüismo que se llevó a cabo de una u otra manera en todos los números, con dossiers dedicados a la poesía de buena parte de los países europeos, y de muchos africanos, asiáticos y americanos. Permítaseme añadir, que la idea de incluir LOS POEMAS DE TORNA encabezando el número 1, fue precisamente de José Luis Giménez-Frontín, que, en una nota decía que la libertad es algo más que una palabra en torno a la que hablar o exigir.” HORA DE POESÍA atravesó varios momentos críticos, en los que estuvo a punto de cerrar. Fue entonces cuando el novelista y crítico de origen colombiano Ricardo Cano Gaviria, tuvo la idea de abaratar costes informatizándola y asumiendo él mismo su digitalización, amén de otras aportaciones en cuanto a su contenido, un trabajo que facilitó la modernización de la revista, y el poder llegar al número 100, pocos meses después del fallecimiento de Javier Lentini, que la sostuvo económicamente desde el comienzo, sin subvenciones ni ayudas institucionales, autonómicas o nacionales.  Precisamente en el número 100 de la revista, su último número, en enero de 1996, la también poeta Concha García escribirá otra “proclamación multilingüística”: en un texto titulado “La poesía y la lengua poética: Cataluña, Euskadi y Galicia”, trata de la evolución de la poesía en las tres comunidades, y de cómo después de que el franquismo había prohibido toda manifestación cultural en catalán, euskera o gallego, llamaba la atención de cómo el castellano, estaba siendo en ese momento marginado por las instituciones y estigmatizado con la connotación totalitaria que algunos pretendían imponerle, cuando en realidad debía formar parte de un acervo común que reflejara nuestra diversidad.

El autoexilio 

Hace un año y medio que Rosa Lentini se ha marchado de Catalunya y fue especialmente emocionante, en el acto de recepción del premio, el momento en que explicó: “mi último desastre, si así puede decirse, fue hace aproximadamente hace un año y medio, cuando Ricardo y yo estuvimos casi obligados a dejar atrás nuestra preciosa casa de Montblanc, donde vivimos casi treinta años sin que nadie, con la excepción de una sola persona, nos hubiera invitado a participar en un acto oficial o literario a ninguno de los dos, ni siquiera cuando convocaban a las editoriales catalanas a exponer sus libros en el pueblo, siendo la nuestra la única existente no solo en la villa, sino en la comarca, y habiendo impreso durante años los libros en la propia imprenta del pueblo. Asimismo, muchos de los que habían sido amigos y que nos habían invitado a su casa, nos saludaban de forma distante por la calle, sin pararse a hablar como antes con nosotros. Una herida silenciosa que fue abriendo cauce a la enfermedad, pues el ser humano no puede florecer de forma saludable en un ámbito inhóspito.

Buscar la Verdad 

Buscar la verdad es un hilo conductor en la vida y en la obra poética de Rosa Lentini. Buscar la verdad aunque eso implique renunciar a reconocimientos sociales, a ser agasajada por el poder… Y esta búsqueda la encontramos también en sus poemas. Llama la atención cómo en su libro “Poesía reunida” ha cogido el formato de Recopilación para transgredirlo. El libro en vez de ir desde el inicio de su obra al final, va en sentido inverso; empieza por el final. Arranca por su última obra poética, por su visión actual de la realidad. Pero no sólo eso, ha reelaborado sus propios poemas, se ha atrevido a cuestionar su propia poesía, ha cuestionado que el poema una vez escrito, es intocable  y puro. 

Nota: La parte de esta crónica que está entrecomillada son partes textuales del discurso de Rosa Lentini en la recepción del premio.