Desde 2008 en España han «desaparecido» 177.336 empresas, la inmensa mayoría pymes, según un estudio de la Escuela de negocios Esade. No es que «vayan desapareciendo». Es que se ha estado ejecutando un auténtico plan de liquidación sistemático contra las pymes y autónomos, que generan el 80% del empleo en España.
Los principales problemas de las pymes empiezan por la falta de financiación, porque desde hace cuatro años a pymes y autónomos les han secado todas las fuentes de financiación, los bancos han cerrado el crédito y las ayudas públicas han brillado por su ausencia; mientras desde el gobierno cientos de miles de recursos públicos se ponían al servicio de la gran banca, las multinacionales del automóvil o las eléctricas. La contracción del consumo, consecuencia directa del crecimiento vertiginoso del paro y los recortes salariales y sociales que han rebajado drásticamente el poder adquisitivo de las familias.» Un plan de apoyo a pymes y autónomos que ponga los recursos necesarios al servicio de reactivar la economía y crear empleo»La asfixia provocada por la deuda de las administraciones autonómicas y municipales, que regalan el dinero público a la banca y en contratos millonarios con grandes empresas, pero que ni siquiera paga sus deudas con las pymes y autónomos.Y el indignante trato fiscal que obliga a pymes y autónomos a pagar a Hacienda un 25% de sus pequeños beneficios, frente al 10% real que pagan bancos y monopolios por sus millonarios beneficios.Este es el plan sistemático de liquidación aplicado contra pymes y autónomos. No es la banca la que necesita un “plan de rescate”. Lo que hace falta es un plan de rescate para pymes y autónomos vinculado a la lucha contra el paro; un plan que ponga los recursos necesarios al servicio de reactivar la economía y crear empleo.