De Irak y Siria a Ucrania o Libia

Un mundo revuelto, una superpotencia en apuros

Las contradicciones a escala internacional se agudizan e intensifican a una velocidad vertiginosa. Un verdadero cinturón de fuego, un camino de Santiago jalonado de desórdenes, rebeliones y conflictos de alta intensidad, que empieza en el Sáhara, el Sahel y la franja central africana, continúa por Libia y Egipto, sigue por Lí­bano, Jordania, Yemen, Irak y Siria, sube por el Caúcaso hasta Ucrania y Rusia para cruzar las estepas asiáticas y concentrarse en el Lejano Oriente y el mar de China Meridional marcan la agudización de estas contradicciones a las que el hegemonismo norteamericano es incapaz de contener.

Irak-Siria (con su derivaciones hacia el resto de Oriente Medio: Líbano, Jordania, Yemen,…) y Ucrania -con sus implicaciones sobre el tablero europeo- constituyen ahora mismo los dos puntos álgidos de emergencia geopolítica donde el hegemonismo es incapaz de imponer su orden y sus proyectos. Enfrentándose con una doble resistencia de distinta naturaleza -los fundamentalistas financiados por la ectoplasmática burguesía árabe de un lado, la Rusia de Putin por otro- a las que, de momento, no consigue doblegar. Esta agudización de las contradicciones está obligando a EEUU a exigir un alineamiento militar más firme a sus principales aliados y peones. En particular en Europa, acontecimientos como la propuesta de la OTAN de instalar nuevas bases militares en el este y los países bálticos, el obligado cierre de filas de Merkel con Obama en Ucrania y el envío de armas al Kurdistán iraquí o la petición del gobierno ucraniano a EEUU de concederle el rango de principal aliado fuera de la OTAN son síntomas de esta nueva situación de recrudecimiento de las tensiones en el terreno político y militar. «Esta agudización de las contradicciones está obligando a EEUU a exigir un alineamiento militar más firme a sus principales aliados y peones» El salto cualitativo dado por Putin al enviar directamente tropas y armamento ruso a Ucrania tendrá nuevas consecuencias y una escalada en las tensiones. Para la próxima cumbre de la OTAN que se celebra esta misma semana, EEUU junto a Polonia y los tres países bálticos ya han propuesto que el escudo antimisiles norteamericano instalado en Europa se redirija hacia Rusia, en lugar de apuntar hacia Oriente Medio. Medida a la que se opone en especial Alemania. Mientras Washington presiona en particular a Francia para que cese inmediatamente cualquier venta de material militar a Rusia. La escalada del conflicto con Rusia, además de su vertiente militar, tiene también importantes implicaciones políticas y económicas, sobre todo para Alemania y, en consecuencia, para el resto de Europa. Políticamente porque obstruye cada vez más la posibilidad de reforzar el eje Berlín-Moscú. Económicamente porque Alemania recibe de Rusia más de un tercio del gas y el petróleo que consume y porque el mercado ruso es especialmente importante para muchas de las grandes empresas alemanas de la automoción, la química o la fabricación de maquinaria, donde venden anualmente cerca de 50.000 millones de dólares y tienen instaladas más de 6.000 empresas. De hecho, Alemania ha pasado de un crecimiento del 0,8% en el primer trimestre del año al estancamiento (0%) en el segundo, debido principalmente a la sanciones contra Rusia y la respuesta de ésta. Guerra económica y comercial cuyos efectos más importantes se dejarán sentir en la segunda mitad del año. Hasta el punto de que la federación de la industria alemana ha encabezado una enérgica campaña en contra de sanciones más duras a Rusia, que ahora parecen inevitables tras la escalada de Putin en Ucrania. Lo cual, a su vez, no dejará de tener importantes repercusiones sobre el proyecto general de intervención y saqueo sobre los países europeos, ahondando su estancamiento económico y la necesidad de nuevas medidas de recortes y saqueo sobre la población. En un mundo revuelto y con una superpotencia en apuros, las posibilidades de nuevas convulsiones y turbulencias en el tablero europeo como las vividas en 2010-2011 se multiplican.