No somos ningún colectivo.
No somos la otredad.
No somos el sexo débil.
Somos la mitad de la humanidad.
La mitad más oprimida, más explotada.
Sabemos que la opresión de la mujer no es inherente a la especie humana.
A lo largo de la mayor parte de la historia, las mujeres disfrutamos de un lugar de reconocimiento, prestigio y poder social.
Mujer, fuente de la vida, proveedora del alimento, sostén de la sociedad.
Mujer, centro de la religión y mitología, diosa madre, Venus prehistórica.
La opresión de la mujer y el control de su capacidad reproductora es una herramienta de los sistemas de explotación para asegurar la continuidad de la propiedad privada.
El mundo civilizado se ha construido sobre los pilares de la dominación de la mujer.
Raíces que quiebran el asfalto
La mujer ha sido relegada a un segundo plano, subordinada, esclavizada como instrumento de reproducción y de placer masculino.
No es historia, es candente actualidad.
Nuestra realidad está marcada por la pobreza, la desigualdad, la carga del trabajo doméstico, la explotación de nuestros cuerpos, la discriminación, la violencia, la violación, el maltrato, el asesinato.
Y en estos tiempos asfixiantes nos fortalecemos, como las raíces que quiebran el asfalto, crecemos y avanzamos.
Avanzamos por la lucha de millones de mujeres, en todo el mundo, que se levantan cada día para defender nuestros derechos.
Seguimos el legado de nuestras madres y de nuestras abuelas; cogemos el testigo de todas las que se han levantado antes que nosotras.
Hoy generamos este espacio propio para expresar, para compartir, para luchar.
Un espacio abierto a todas las que que queráis sumaros,
para dar voz a nuestros testimonios,
para visibilizar realidades que han sido ocultadas,
para defender la lucha de las mujeres,
para tomar fuerza y dar un paso adelante.
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Nota editorial: si quieres colaborar con la sección feminista de deverdaddigital.com, ponte en contacto con nosotras a través del email feministasdv@gmail.com.