La crisis, desde muchos sectores se ha planteado como una oportunidad para cambiar las condiciones que nos ha precipitado, en el actual abismo de diferencias sociales, caos financiero y retroceso mundial al reconocimiento y aplicación de los derechos humanos. Los gobiernos actuales súbditos y paladines imperialistas, han realizado muy bien sus «deberes» de manipulación, y han hecho que renazcan y proliferen los movimientos de ultraderechas, pero este no es el cambio que conviene a los trabajadores a los pueblos del mundo, se debería dar un giro de 180º a esta tendencia. Ese cambio lo tenemos que provocar entre todos, cualquier debilidad o enfrentamiento de la clase trabajadora será aprovechada, por los neoliberales, para garantizarse la consolidación de la cultura del terror, la discriminación, de todo lo que ya sabemos que pueden hacer, por someter o eliminar a los que ellos consideran diferentes o «dispensables».
Por toda Euroa grupos extremistas, racistas, antiislamistas, separatistas, nacionalista… se fortalecen ante la difusión por parte de los gobiernos de consignas culpabilizando o criminalizando a la inmigración. Aprobando Leyes que dan rienda suelta al racismo y la xenofobia, estos grupos antidemocráticos que hace pocos años eran casi meramente un recuerdo del triste pasado europeo, han tomado fuerza y entre sus objetivos esta el hacerse con un puesto en el parlamento europeo. Cuando la mayoría de estos partidos siempre se han caracterizado por el rechazo a la consolidación de las instituciones europeas.La critica a estos candidatos extremistas, salen de todo el arco parlamentario. Mónica Frassoni, eurodiputada italiana de los “Verdes”, recalca la contradicción intrínseca en estas candidaturas. “Es verdaderamente irónico que estos grupos hayan decidido lanzarse a las elecciones europeas, cuando todo lo que hacen es dedicar buena parte de su tiempo a despotricar contra nosotros”. Ursula Gacek la eurodiputada polaca de centroderecha lamenta que “El crecimiento de estos grupos es una tendencia muy alarmante”, “Lo único que saben hacer estos extremistas es movilizar votantes apelando al miedo, clamando por medidas proteccionistas y pidiendo el cierre de las fronteras”.La posible llegada de estos grupos de extrema derecha al parlamento europeo, representa una verdadera amenaza, tanto para la institución en sí misma como para el conjunto de ciudadanos comunitarios y extracomunitarios. La orientación que tomara las políticas europeas, donde el neoliberalismo actual, parecerá un juego de niños, comparado con el retroceso que pueden originar estos grupos en todo el orden de derechos y libertades sociales, económicas…