Un asunto de familia

Una familia que vive en un rincón de Tokyo y se gana la vida con el crimen. Lo que roban es el vínculo que une a la familia.

Un asunto de familia (Shoplifters), del japonés Hirokazu Koreeda, ha ganado una justa Palma de Oro en la 71ª edición del Festival de Cannes. Apodado el “heredero de Ozu”, con De tal padre, tal hijo, el japonés ya ganó el Premio del Jurado en el Cannes de 2013.

Koreeda filma un conmovedor retrato de una familia de ladrones. Osamu y su hijo se encuentran con una niña que parece estar sola. Al principio dudan si albergar a la niña, pero la esposa de Osamu acepta cuidarla después de enterarse de las dificultades que enfrenta. Un incidente imprevisto revela secretos ocultos, poniendo a prueba los lazos que los unen

Un asunto de familia refleja la fuerza de los lazos que unen a los excluidos. La crisis económica en Japón desde hace dos décadas ha roto familias y comunidades ahondando en el abismo social y profundizando las divisiones de clase. Hirokazu Koreeda, habla en Un asunto de familia sobre los estigmatizados y abandonados. Frente a la soledad la familia que uno se crea en la vida es el mejor refugio en una sociedad donde crece el odio y el totalitarismo. Shoplifters es el retrato de una familia improvisada, unida no por los lazos de sangre sino por el amor, la protección y el crimen. El amor y la protección mutua, y no el parentesco o la situación legal son la base de las relaciones en el cine de Koreeda.

Influido por los doramas (series) de los 60 y 70 de la televisión japonesa, que en su mayoría trataban sobre la vida familiar Koreeda ahonda en un tema central en su cinematografía: la familia y el mundo de la infancia. Koreeda cierra así un ciclo con Un asunto de familia en su obra. La familia es un concepto fascinante que se regenera constantemente en su cine abordándolo en cada filme desde distintas perspectivas. En Japón imperan ideas muy rígidas sobre lo que una familia debería ser. La familia es una institución social fundamental en Japón; se da mucha importancia a la consanguinidad pero, curiosamente, en los núcleos familiares hay un déficit alarmante de intimidad y hasta de amor. La familia es un tema muy constante en el cine oriental y Koreeda narra con maestría las tensiones y tragedias soterradas familiares, pintando un retrato intimista de la tradicional sociedad japonesa.