Donald Trump, en vísperas de la próxima cumbre de la OTAN en Bruselas, ha remitido una carta al jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, en la que le recuerda que Mariano Rajoy se comprometió con él a incrementar sustancialmente el gasto militar.
España es una privilegiada plataforma militar para EEUU, especialmente las bases de Rota y Morón, vitales para el despliegue en África y en Oriente Medio. Cabe recordar que los barcos norteamericanos que participaron en los bombardeos en Siria partieron de bases españolas.
Nuestro ejército está además puesto literalmente a disposición de las necesidades del despliegue global estadounidense. España ha participado en todas las misiones militares de la UE, de las que este año ha sido el mayor contribuyente, y en casi todas las de la OTAN. Nuestros soldados están desplegados alrededor de las fronteras rusas, en Irak, protegiendo las baterías de Patriots en Turquía…
Pero eso no es suficiente para EEUU. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también ha sido claro en una reciente entrevista: “Estamos agradecidos por los esfuerzos, pero insto a España a hacer mucho más”.
Es la exigencia, remarcada por Trump en tono desafiante a todos los miembros de la OTAN, de que eleven su gasto militar a un mínimo del 2% del PIB. Para España esto supondría duplicar la inversión bélica, que el pasado año suponía el 0,92% del PIB. El Gobierno de Rajoy ya se comprometió a aumentar en los próximos siete años un 80% nuestros gastos militares, hasta alcanzar los 18.000 millones. Llegando incluso a plantear una ley que lo blindara, al margen de cambios de Gobierno, como hace el 135 con el pago de la deuda.
Pero este no es el único compromiso militar contraído con Washington. Cuando ningún periódico español lo mencionaba, el Wall Street Journal, biblia del gran capital norteamericano, publicó un amplio reportaje sobre la posibilidad de que España acogiera el cuartel general de la operación Atalanta de lucha contra la piratería en el Índico, la mayor iniciativa militar europea, cuando Reino Unido, donde se encuentra su sede, abandonara la UE. Ahora ese anuncio se ha hecho realidad.
Hay una larga lista de misiones militares en las que España va a redoblar su presencia. Por ejemplo, elevando de 140 a 292 el contingente en Malí, que además pasará a dirigir un general español. Aumentando hasta 750 el número de militares en Líbano, participando por primera vez en misiones navales en la zona, y aspirando al mando de la misión de la UE. Incrementando los contingentes en Irak y Afganistán, donde el ejército español sigue presente…
Definitivamente, España es un peón militar más que importante para EEUU. No cuestionarlo es el primer y más importante límite que Washington impone al nuevo Gobierno.