La Tierra es la pulsión que desata la tragedia en, Todos lo saben, la película española de Asfar Fahardi.
Farhadi teje entre silencios y miradas una nueva forma de suspense a base de emociones en este drama familiar protagonizado por Penélope Cruz. Ganador de dos Oscars, el iraní Asghar Farhadi, uno de los directores más influyentes del mundo, ahonda en las relaciones familiares y la sombra del pasado. La familia según Fahardi es “un mar sin fondo”, una micro sociedad sobre la que abrir una reflexión más amplia y profunda.
Los secretos familiares, la tierra, las diferencias de clase y el sacrificio son las claves de “Todos lo saben”. “Volver, me muero por volver” es la mágica canción que convoca al pasado. En medio del júbilo de una boda de una familia de viticultores, secuencia brillantemente rodada, Irene, la hija adolescente de Laura (Penelope Cruz) es secuestrada. Sin rastro, bajo la intensa luz solar del sur todos los miembros del “clan” son sospechosos. Pero la trama policiaca es solo un macguffing como las campanas de Hitchcock. Es de los secretos más íntimos de donde nace el suspense, y no de ningún jerogríflico.
Todos lo saben es un drama familiar atravesado por las diferencias de clase, por la tierra perdida. Protagonizada por Penélope Cruz, Javier Bardem y Ricardo Darín, rodada en La Mancha, fotografiada por José Luis Alcaine y con la banda sonora de Alberto Iglesias, “Todos los saben” es la aventura española de Fahardi.
Todos lo saben era un proyecto muy arriesgado por las diferencias culturales y lingüísticas. Pero Farhadi confiesa sentirse muy unido sentimentalmente a España. Se instaló en España durante un año para escribir el guión. Rodada en castellano, Fahardi que no habla español, se guiaba por las expresiones de los actores; su dominio del lenguaje dramático le ha guiado en la dirección de la película y de los actores. «Aunque suene contradictorio, si perdía estos detalles españoles, como que se toquen tanto al hablar, perdía también mi mirada oriental. La mirada iraní estriba en fijarse en los detalles. El mejor ejemplo, las alfombras persas. Me sentía como un niño descubriendo el mundo. En estos casos, la gente cree que la dificultad es el idioma. Creo que ese es el menor de los problemas. Lo importante es conocer el ritmo de la vida en la sociedad que vas a retratar y los detalles de su comportamiento. Los sentimientos son universales” declara Fahardi.
Fahardi es uno de los máximos exponentes del cine iraní, un cine profundamente poético e influenciado por el neorrealismo italiano. Farhadi toma el testigo de Abas Kiarostami, y se convierte con sólo ocho películas rodadas en bandera del cine de su país. Anteriormente dirigió entre otras películas “El Pasado”, “Bailando en el polvo” (Dancing In The Dust), “Fireworks Wednesday” , “A propósito de Eli” y “ Nadir y Simin, una separación” su primer gran éxito internacional, galardonada con una lluvia de premios , entre ellos el oscar a la mejor película extranjera.